Por qué las pymes van a vivir una revolución de fusiones y adquisiciones

En los círculos financieros todos hablan de las grades operaciones de fusiones y adquisiciones que marcarán este 2021. Un año en el que sin lugar a duda van a ser protagonista de los titulares las compañías del sector TMT (Tecnológicas, Media y Telecomunicaciones), con Telefónica vendiendo activos para reducir su deuda, el sector de la energía con Repsol, y con operaciones de consolidación en la banca y en los movidos sectores de las renovables y de las infraestructuras.

Sin embargo, no son las grandes operaciones las que marcarán el futuro económico de este país, porque donde realmente hay necesidad de consolidación es unos cuantos escalones por debajo de las macroperaciones en boca de todos.

Las más recientes estadísticas publicadas por la OCDE no dejan dudas sobre cuál es el tejido económico de España, un país de pymes, o más concretamente, un país de micropymes. De las más de dos millones y medio de empresas que hay en España, el 94,4% son micropymes (de 1 a 10 trabajadores), el 5,5% son pymes (de entre 10 y 249 empleados), y solo el 0,1% de las compañías españolas tiene más de 250 empleados.

Supongo que en unos años la definición de la medida de una compañía (pyme o gran empresa) ya no será una función de cuantos empleados tenga. Porque las últimas salidas a bolsa en Estados Unidos demuestran que el tamaño es cada vez mayor en función de la inversión en I+D y en tecnología que tenga la compañía, y no necesariamente en el tamaño de la plantilla. Un ejemplo claro es Desktop Metal, la empresa de impresión 3D sobre fibra de carbón y metal, que salió a bolsa con solo 170 empleados y una capitalización bursátil de 5000 millones de euros en diciembre de 2020.

España necesita fusiones, pero no de las grandes empresas, si no de las pequeñas. Las compañías necesitan conseguir un tamaño suficiente, que le permita, no sencillamente sobrevivir, sino acometer las inversiones en I+D necesarias para competir a medio plazo. España sigue a la cola de los países europeos en cuanto a I+D, un 1,4% sobre el PIB frente a los 2,2% de media de la Unión Europea y los 4,9% de países como Israel, o los 3,1% de Alemania; un déficit radicado en las pymes y micropymes.

Una serie de factores nos inclinan a pensar que, a partir de este año, y a lo largo del próximo lustro, va a haber una oleada de consolidación entre pymes de tamaño pequeño y medio. En primer lugar, obviamente, dentro del contexto económico a raíz de la pandemia. A partir del próximo mes de marzo empezarán a vencer las cadencias de los primeros créditos ICO y aunque el Gobierno ha ido aprobando decretos que van ampliando los plazos de devolución, hay muchas pymes que viven una situación financiera al límite. Esta situación va a ser aprovechada por las compañías con balances más sanos para consolidar sectores y ganar tamaño.

Por otro lado, once años después de que la pyme Zinkia estrenase el segmento de empresas en expansión del MAB, y muchos años de sufrimiento posteriores, España tiene finalmente un mercado bursátil para pymes creíble. Gran parte de esta credibilidad se la ha dado una compañía desconocida llamada Ibercom que debutó en el MAB el 30 de marzo de 2012 con una capitalización bursátil de 16 millones de Euros. Ibercom se fusionó con MásMóvil en 2014 y bajo el mandato de Meinrad Spenger empezó su agresiva estrategia de consolidación del mercado telecom: Xtra Movil, Happy Movil, Uppmovil, Yuilop, Embou, Neo, PepePhone, Yoigo, Llamaya, Lebara, Hits Mobile, Oceans, Lycamobile, You Mobile, República Móvil, consolidando más de 18 competidores y llevando la compañía hasta el Ibex 35.

El éxito de la estrategia de MásMóvil ha sido un punto de inflexión para la reputación de lo que hoy es BME Growth que no es solo el lugar donde cotizan 78 socimis, sino también 41 pymes, fundamentalmente del sector tech. En 2020 solo se estrenaron tres nuevas compañías en el BME Growth, siendo dos de ellas empresas que se inspiran en MásMóvil en cuanto a agresividad en su estrategia en crecimiento inorgánico.

Making Science, la consultora de marketing online y data, se estrenó en febrero 2020 con una capitalización bursátil de unos 23 millones de euros. La compañía nacía de la fusión entre la agencia MAKE Digital Marketing y la consultora The Science of Digital, y siendo fiel a su ADN, en poco menos de un año ha adquirido cuatro compañías más (Cloudforms, Omniaweb, Nara Media y Celsius), cotizando en la actualidad por encima de los 150 millones de euros de capitalización bursátil.

Por su parte, la empresa valenciana Cuatroochenta, que salió a cotizar a finales de octubre del año pasado, en tan solo 4 meses ha adquirido tres competidores: Ekamat, Fama Systems y Sophistic Cybersecurity. Compañías sólidas como Agile Content, que ha sido la primera española en lanzar una OPA con éxito sobre una empresa del Nasdaq Nordics en otoño del año pasado, y Lleida.net, que acaba de anunciar una estrategia de crecimiento inorgánico a nivel internacional, auguran el principio de una nueva época para pymes cotizadas en BME Growth.

La liquidez de los fondos de Private Equities españoles, con más de 4.000 millones para invertir, según cifras de ASCRI, es otro factor clave que impulsará la consolidación y las fusiones de pymes en distintos sectores. Muchos de estos fondos están apostando por comprar compañías de tamaños pequeños y apoyar en estrategias de buy and build.

Un caso reciente es la compra de Endalia por parte del fondo Accel/KKR. Endalia es una compañía de software de gestión del capital humano y nóminas con solo 7 millones de euros de cifra de negocio que ahora va a implementar una estrategia de crecimiento inorgánico consolidando un sector muy fragmentado en España.