Las claves de la adaptación empresarial a la nueva realidad

Las crisis son un punto de partida que generan oportunidades, siendo necesario entender lo que ha pasado y querer adaptarse. Un contexto en el que las empresas deben ser capaces de sustituir el miedo por la ilusión y poner el punto de mira en el futuro y no en el momento actual para tener futuro.

La pandemia ha impactado en mayor o menor medida en todas las empresas y negocios, que han tenido que adaptarse a esa nueva realidad. La inexistencia de experiencia previa y no poder recurrir a decisiones basadas en esas experiencias anteriores hace que “tengamos que ser más creativos, más innovadores. Ahora tenemos que imaginar qué puede pasar. Es un ejercicio de creatividad. Tenemos que replantearnos cosas que antes no nos habías replanteado y tenemos que pensar en el futuro y no solo verlo desde el presente. Esto es coyuntural, hay un final y, aunque es necesario aguantar, hay que empezar a prepararse para ese final”, afirma Víctor Gonzalo, director de Marketing Corporativo y subdirector general de Opticalia.

Es una pauta aplicable a todas las empresas y negocios, aunque no es fácil porque “estamos en un mundo complejo” en el que hay factores que han afectado al plano social y al consumo y “debemos entenderlos, interpretarlos y saber adaptarnos. Las crisis son un punto de partida, que a veces también generan oportunidades. La clave está en entender lo que ha pasado y querer adaptarse”.

Una reinterpretación a la que el sector de las ópticas y la empresa Opticalia no han sido ajenos. “En Opticalia hemos tenido la suerte de ser un sector que pisa en dos mundos: salud y moda”. El primero de ellos tiene un componente más racional, que “nos ha beneficiado porque el plano de la salud y del cuidado ha alcanzado un grado y todos los negocios se han mantenido mejor ante una situación como esta. Luego cabalgamos también hacia ese otro mundo de la gafa, que no deja de ser un complemento, que tiene un punto de moda”.

En Opticalia, “siempre hemos convivido entre esos dos mundos. En un momento como el que hemos pasado, hemos volcado la comunicación hacia la parte más racional. La gente se ha dado cuenta de que, con la pandemia, no veía bien. Y esto ha significado que ha pedido cita y se ha puesto más en valor ese servicio que la compra de la gafa. La gente está más sensible al cuidado”, añade Víctor Gonzalo, quien ha participado en el webinar La adaptación empresarial a la nueva realidad, organizado por el Ecosistema Más Empresa de Ibercaja en colaboración con CEOE.

Factor miedo

En esta adaptación empresarial, hay que superar el “factor miedo. Lo peor es que paraliza y hace solo pensar en el presente, que es oscuro”. Pero, ¿por qué no revertir esa situación? “Es importante poner el punto de mira más adelante, ser capaces de sustituir el miedo por el factor ilusión, que es una emoción activadora de futuro”. Un paso complejo porque no hay una fecha para el final de la pandemia.

La clave es no instalarse en el factor miedo porque la pandemia va a dejar huella. “La vida se ha parado, pero el tiempo se ha acelerado. Los avances eran rápidos, pero ahora son mucho más rápidos” por lo que hay que tener cuidado porque se podría producir un distanciamiento de la realidad. “Puedes quedarte atrás. La tecnología generaba miedos, pero nos ha ayudado a socializar, en los ecommerce... Hay que tenerlo en cuenta en la reactivación”.

En esta adaptación a la nueva realidad y en poner el punto de mira en el futuro, también hay que ser conscientes de los cambios que se han producido y los que se podrían producir una vez avance la vacunación y la inmunidad y se vayan levantando las medidas para frenar la pandemia. Con el confinamiento se ha priorizado lo necesario a lo ‘apetecible’, como ha sucedido con la gafa, que se ha primado la oftalmológica frente a las de sol que se asocian con estar al aire libre y el ocio. Pero, con la nueva realidad, los sectores más apetecibles podrían ser los grandes beneficiados.

Y, en este momento de volver a socializar, probablemente “se deberán reactivar los negocios más esenciales. Quizá en lugar de vender un grifo, se venda una ducha tropical. Habrá sectores más racionales que tendrán un impacto menor, pero sí que también, a nivel de ejercicio marketininano, habrá que darle otro punto de vista más adaptado a lo que se está viviendo. El consumidor que se tiene puede ser el mismo, pero vive realidades diferentes. La clave está en que sepas adaptar tu producto a cada situación para que lo entienda mejor el cliente”.

En Opticalia, “habrá dos direcciones. Hay público para todo en el sentido de que habrá personas que entiendan el producto como cuidado y primará la calidad de las lentes y también personas a las que, además, les gusta el mundo de la moda y le den a la gafa oftalmológica también importancia social porque te pones una gafa y te cambia la cara”.