¿Conoce realmente el consumidor las diferencias entre “precio de coste” y “tarifa plana”?

Nuevas tarifas, tarifas a precio de coste, tarifa plana, etc. El eléctrico se está convirtiéndose en un sector cada vez más complicado de entender y más si lo que se desea es conseguir, a largo plazo, la opción más económica para el consumidor.

Las tarifas de luz a precio de coste, también denominadas indexadas, han demostrado ser la alternativa ideal para que el usuario pueda lograr un ahorro eléctrico en un periodo a medio o largo plazo.

Esta tarifa, al contrario que la fija, está sujeta a los cambios que se producen en el mercado eléctrico diariamente. La energía se subasta en el mercado mayorista, una especie de “lonja” del sector eléctrico. Se trata de un proceso que se realiza a diario y constantemente ya que no es posible almacenar la energía eléctrica en grandes cantidades.

Muchos consumidores se decantan por la opción de una tarifa eléctrica indexada, ya que en ella la compañía cobra la energía al precio que le cuesta, añadiendo un pequeño suplemento diario -céntimos- en concepto de gestión de la operación. En el caso de Gana Energía, este coste adicional es de 15 céntimos por cada día que hace esa tarea.

Así, el cliente, al final tiene la seguridad de que compra la energía exactamente al precio que se produce y al que lo compran el resto de las comercializadoras - grandes o pequeñas- que operan en España. Por tanto, es importante saber que el precio es el mismo para todos y no puede ser más barato. Es quizás, también, la fórmula más transparente.

Algunos inconvenientes de la luz a precio de coste

Aunque la tarifas indexadas en periodos largos es la forma más segura de pagar el menor precio en la factura de la luz es necesario recalcar que no protege de una subida inesperada de la energía. Esto puede producirse, por ejemplo, cuando las renovables no aportan al sistema lo suficiente -escasez de sol, de viento, etc.-. Sin embargo, el precio de la energía sufre subidas y bajadas periódicas a lo largo del año, lo que hace que al cabo de los meses, sea la tarifa que mejor compensa esas subidas y consigue un ahorro mayor para el consumidor.

Es necesario tener en cuenta que las energías renovables son las que provienen de fuentes 100% naturales e inagotables -energía eólica, la energía hidráulica o la solar, entre otras-. Son innumerables los beneficios de las energías renovables pero, si hay que hablar de una desventaja, es la dependencia de fenómenos atmosféricos.

En este caso -en caso de una escasez de energía- el coste de producción puede subir y es posible que el precio se incremente, aunque sea de forma muy puntual; aun así, a medio y largo plazo la tarifa indexada seguirá siendo la mejor opción.

Con los precios de luz a precio fijo la comercializadora corre con los riesgos de las variaciones de este, por lo que establece un precio en el que pueda tener un beneficio superior -diario- que cubra la posible fluctuación.

Para poder entender estos dos tipos de tarifa diferentes se puede hacer un paralelismo con el mundo de las hipotecas. La mayoría se venden a precio variable -Euribor más un diferencial- pero existe la opción de pagar un precio fijo y tener siempre la misma cuota mensual.

Desde Gana Energía, y al funcionar principalmente como asesores para el consumidor final, consideramos que la tarifa a precio de coste es, a medio y largo plazo, la más económica, teniendo en cuenta, incluso los posibles incrementos o fluctuaciones puntuales. Además, creemos firmemente en esta alternativa como la más justa para el usuario ya que realmente paga exactamente por lo que consume, además de la más transparente, porque en todo momento se conoce el beneficio de la comercializadora; además, el consumidor tiene la posibilidad de ahorrar aún más en su factura si traslada su consumo energético a las horas más baratas del día.

Con la llegada de las nuevas tarifas eléctricas, que entraron en vigor el 1 de junio, la tarifa indexada sigue posicionándose como la mejor opción. Con esta nueva regulación, el usuario con suministros de menos 15 kW -que son la mayoría de los hogares y pequeñas empresas- podrá elegir dos periodos de potencia distintos a lo largo del día dependiendo de sus hábitos de consumo. Además, deberá tener en cuenta los periodos de energía para aumentar el ahorro que serán tres: las “horas valle”, cualquier día de la semana, de 00:00 de la madrugada a 8:00 de la mañana y los fines de semana y festivos nacionales de forma ininterrumpida, en los que la electricidad será más barata; las “horas llanas”, de lunes a viernes de las 22:00 a las 00:00, de 8:00 a 10:00 y a la hora de la siesta, de 14:00 a 18:00 horas, en las que el precio será intermedio; y las “horas punta”, las más caras, que serán de lunes a viernes de 10:00 de la mañana a 14:00 y de 18:00 a 22:00.

En el caso de las empresas, con suministros de más de 15 kW, la nueva tarifa presenta seis peajes tanto para el término de energía como para el de potencia. Además, se establecen cuatro temporadas eléctricas -dependiendo de la zona geográfica- y cinco calificaciones para los días según la temporada.Ante la pregunta de si es conveniente bajar la potencia y aunque en principio puede parecer la mejor opción, lo más recomendable es mantenerla al menos durante las horas valle. De esta forma, podremos, por un lado, desplazar nuestro consumo desde las horas punta a esas horas más económicas y, al mismo tiempo, no perder calidad de vida y podremos utilizar distintos electrodomésticos y dispositivos durante el fin de semana sin necesidad de sufrir por si saltan los plomos. Es más, en algunos casos será conveniente no solo mantener la potencia, sino incluso subirla en estas horas más baratas.