Íñigo Raventós CEO y Cofundador de Ray Electric Motors: “En este momento no hay otro producto como el nuestro en el mercado”

Desde su primer modelo, la empresa se caracteriza por la innovación con la introducción de avances inéditos en el mundo de los ‘scooters’ urbanos. Ray Electric Motors es una empresa kilómetro cero con un 82% de proveedores locales y, desde su sede en Sant Joan Despí (Barcelona), diseña, fabrica y distribuye sus motos

¿Cómo nace el proyecto de Ray a nivel de emprendimiento?

El proyecto de Ray Electric Motors nace de la inquietud de sus dos fundadores, Juan Luque e Íñigo Raventós, por aportar, a través de un proyecto propio, su granito de arena a la mejora de la sostenibilidad del planeta.

Nos dimos cuenta de que no había alternativas reales para grandes áreas metropolitanas de un scooter eléctrico de uso diario que permitiera eliminar la contaminación tanto ambiental como acústica. De ahí surge el germen del proyecto.

Habéis presentado vuestro primer producto, la Ray 7.7 ¿Cómo ha sido el proceso de patente para poder asegurar un producto único bajo vuestra marca?

Nuestro proyecto incorpora varios elementos novedosos en el mundo de las dos ruedas que hemos patentado. Por ejemplo, el diseño del pack de baterías que nosotros llamamos Ray Powerblock, y que aloja los principales componentes del sistema eléctrico de la moto. Aprovechamos el espacio normalmente utilizado para alojar el tubo de escape y el cárter en motos de combustión para alojar el máximo posible de baterías, que son la clave para conseguir unas cifras de prestaciones altas.

Además, tenemos otras patentes mundiales, como el asiento regulable en altura con un accionamiento muy sencillo. Algo que parece una obviedad, pero que hasta el día de hoy no existía en ninguna moto en el mundo.

Estas patentes nos permitirán proteger la propiedad intelectual de la compañía en la que llevamos trabajando desde el inicio del proyecto con una inversión en I+D muy importante. Más del 40% de nuestra plantilla son ingenieros dedicados a la innovación.

Actualmente, muchas empresas de automoción están reenfocando parte de sus productos hacia la sostenibilidad ¿Cuáles son vuestras ventajas sobre estos productos?

El único foco de Ray Electric Motors es ofrecer a nuestros clientes un scooter sostenible para resolver las necesidades de movilidad diaria en grandes áreas metropolitanas. Un scooter con la agilidad de moverse en el tráfico del centro de las ciudades, pero con suficiente potencia, velocidad y autonomía para poder circular a alta velocidad en autovías y autopistas para aquellos usuarios que se desplazan entre la periferia y el centro de la ciudad. Y todo ello con un producto de alta calidad y de fabricación nacional.

Nuestra RAY 7.7, que se puede conducir con el carnet de coche con tres años de experiencia, tiene una potencia máxima de 17,5 Kw (23CV), una autonomía máxima de 150 km, una velocidad punta de 125 km/h y una batería con capacidad de 7,7 kWh.

En este momento no hay otro producto como el nuestro en el mercado.

¿Creéis que podréis haceros huecos en un mundo tan competitivo como el del motor?

Creemos que tenemos el producto para lograrlo. El mercado de los vehículos de combustión es muy maduro y la diferenciación entre los diferentes productos es cada vez más difícil de percibir.

En el sector de la movilidad eléctrica, y de la movilidad eléctrica de dos ruedas en particular, se ven soluciones tecnológicas muy diferenciadas. Por ejemplo, nuestra propuesta de trabajar con alto voltaje, con un diseño del pack de baterías totalmente novedoso, nos diferencia de todo lo que existe en el mercado en este momento.

Consideramos que nuestra apuesta por la I+D nos permitirá posicionarnos en un segmento, el de los scooters urbanos, que va a acelerar la electrificación de su parque móvil de una manera exponencial en los próximos años.

Sois una empresa española kilómetro cero ¿Supone un orgullo esta calificación para vosotros?

Sí, supone un gran orgullo. Nuestro objetivo es trabajar para conseguir tener el máximo número de proveedores nacionales. De entrada ya hemos conseguido tener un 82% de nuestros componentes aportados por empresas de España.

Estamos totalmente convencidos de que es el camino a seguir por dos razones principales. En primer lugar, no tiene sentido a nivel conceptual sacar al mercado un producto sostenible para el cual la fabricación de sus componentes se realiza en la otra punta del mundo. Y en segundo lugar, creemos firmemente que hay que recuperar la fortaleza industrial local que, en el caso de las dos ruedas, ya existió en España y, sobre todo, alrededor de Barcelona, con marcas míticas que fueron líderes mundiales en su día. Eso se perdió con los años y ahora, gracias a diferentes iniciativas de movilidad sostenible de dos ruedas que existen en nuestro país, debemos tratar de recuperarlo.

Parte importante de vuestro producto se basa en la digitalización, como por ejemplo vuestra ‘app’ ¿Veis que estas características puedan ser importantes en el futuro de la automoción?

Para nosotros son clave no en el futuro, sino hoy mismo. Cada vez más el usuario está acostumbrado a tener el control de todos sus dispositivos en la palma de la mano. Y sus vehículos no son diferentes.

No tiene sentido lanzar un producto en 2021 que no esté completamente conectado, por los beneficios claros que aporta al usuario en su día a día. Por ejemplo, gracias a la digitalización de la experiencia de uso, nuestros clientes podrán contar con navegación desde el mismo display de la moto, tener la información del estado de la batería en tiempo real en su móvil, tener su moto geolocalizada en todo momento y recibir un aviso en caso de que el vehículo se mueva sin su permiso como, por ejemplo, ante un robo.

También podrán gestionar las variables de carga de su moto, como la potencia o el porcentaje objetivo, además de programar remotamente la hora de inicio de carga de su moto, algo que ahora con las nuevas tarifas eléctricas les permitirá aprovechar las tarifas valle de una manera muy fácil.

Y esto es solo el inicio. Gracias a que toda la infraestructura digital alrededor de la moto y el usuario ha sido desarrollada íntegramente por Ray Electric Motors, eso nos permitirá evolucionar constantemente el producto, añadiendo nuevas funcionalidades de manera constante, teniendo en cuenta las necesidades de nuestros clientes.

Contáis con el apoyo de proveedores locales para la creación de vuestro producto ¿Tenéis previsto incorporar en un futuro una industria propia para poder funcionar como empresa de forma totalmente autónoma?

Nosotros, como OEM (Original Equipment Manufacturer), ya partimos de una base en la que hemos incorporado todos aquellos procesos que son de alto valor añadido, como es la digitalización de la experiencia de uso de la que hablábamos antes, o el ensamblaje del Ray Powerblock, que contiene los principales componentes del sistema eléctrico de nuestra moto, y es uno de los elementos más diferenciadores a nivel tecnológico.

Adicionalmente, siempre tendremos un amplio número de colaboradores externos con los que trabajaremos en desarrollar componentes que se fabricarán específicamente para nosotros.

Un ejemplo son las llantas de la RAY 7.7, que han sido diseñadas por nuestro equipo de ingeniería y las fabrica un proveedor nacional que ha hecho el trabajo de diseño y fabricación del molde y realizará la inyección, mecanizado y pintura de nuestras llantas de serie respondiendo a nuestro plan de producción.