Franquicias, ¿emprendes o desarrollas?

En pleno inicio del 2021 y tras un año turbulento a nivel mundial, la crisis del coronavirus ha hecho sacar todo lo malo y todo lo bueno de nosotros, donde la clave dentro del mundo profesional ha pasado por reinventarse o morir en el intento.

Reinventarse ha sido el objetivo de todo profesional, que se ha visto obligado a acudir a sistemas de teletrabajo; otros negocios han tenido que decantarse por el reparto a domicilio, potenciar sus ventas por internet o salir al mercado a través de plataformas digitales.

Se trata de acciones que quizá muchos tenían en mente, pero que de momento descartaban, hasta que finalmente ha llegado la pandemia para acelerarlo.

Si existe un modelo de negocio que ha sabido adaptarse este se trata de las redes de franquicia. Siempre han demostrado una capacidad de adaptación a los acontecimientos extremadamente alta, habiéndose convertido en tendencia y vanguardia dentro de la oferta generada en el mercado.

Satisfacción del cliente

En este sentido, las franquicias son mucho más proclives a realizar una adaptación a la demanda generada por la sociedad. Así, es un pensamiento generalizado por este sector que de nada sirve obtener muy buenos resultados en términos de ventas en la primera fase de la constitución de la franquicia, si en un momento posterior la entidad no se adapta a las necesidades de los clientes, dejando de lado los criterios cortoplacistas, en detrimento de una estrategia a largo plazo, buscando la satisfacción del cliente y población local donde se encuentre ubicada la franquicia.

Si tenemos en cuenta el porcentaje de fracaso que existe para el mundo emprendedor, donde uno de cada tres emprendedores fracasa y teniendo en cuenta que el 95% de los emprendedores no se encuentra preparado para desarrollar una idea de negocio, la franquicia consigue revertir ese porcentaje de fracaso con una tasa de éxito de más del 80% a su favor.

Por otro lado, el régimen de franquicia se ha convertido en una buena opción en doble vertiente, tanto para emprender un negocio propio como para desarrollar un negocio actual.

Se supone que, a raíz de la transmisión del know-how y los derechos de propiedad industrial e intelectual, se genera la llamada a la acción comercial, iniciando un negocio con ciertas garantías frente al público objetivo que bajo una marca propia sería mucho más costoso, tanto en tiempo como en dinero, de llegar a su alcance.

Relación contractual

Si bien, otro de los puntos clave dentro de la compleja relación contractual que supone la franquicia, señalan desde LABE Abogados, despacho especializado en el sector de las franquicias, es la búsqueda de financiación para el franquiciado, de cara a poder entrar a una franquicia y obtener rentabilidades estables y con garantías de posicionamiento en el mercado.

Por otro lado, y clave del éxito de las franquicias en este devastador momento, marcado por la incertidumbre sobre el futuro de la economía en general y de las empresas en particular, las mismas son conscientes de las diferentes dificultades que la pandemia ha supuesto para la economía de sus franquiciados, quienes en definitiva no dejan de ser sus socios y que de ellos dependen sus resultados económicos.

De esto último, hemos visto como franquicias como el importante Grupo Provalliance, entre muchos otros, se han aliado con entidades financieras de cara a poder dar soporte económico a toda su red de franquiciados, que consigue ofrecer confianza tanto al acreedor como al franquiciado a instancia de los esfuerzos conseguidos por el franquiciador.

A la postre, el reto que se presenta para este año 2021 no es otro que la apuesta por el desarrollo de negocio bajo el paraguas de franquicias. Una misión que es necesario tener tanto desde el punto de vista de los pequeños emprendedores que quieren montar su propio negocio, como desde la vertiente de los pequeños empresarios que se adhieran a este tipo de franquicias porque buscan una mayor rentabilidad de su explotación.

Nos encontramos en un momento álgido para el sistema de franquicias en España, donde hemos conseguido ser un país atractivo para generar desarrollo de negocio de grandes firmas y, sobre todo, franquicias que tienen marcado un horizonte que no es otro que adaptarse a la demanda generada por la sociedad.

A tal efecto, veremos cómo sectores clave como el de la moda, paquetería, hostelería y alimentación van obteniendo cada vez más peso dentro de nuestro sistema económico.

Sin duda, nos encontramos en un gran momento para que tanto inversores, como emprendedores y profesionales ya con implante dentro del mercado apuesten por sistemas rentables de franquicia.

En definitiva, se trata de buscar sinergias positivas que ayuden a introducirse en el mercado bajo el paraguas de una marca ya conocida, posicionada y con buenas expectativas de rentabilidad.

Despachos como el de LABE Abogados ya están plenamente inmersos en este mundo de las franquicias, ofreciendo diversas soluciones a las necesidades que el match entre franquicia y franquiciado requiere para acabar culminando en una relación de éxito.