Sqrups! evitó la destrucción de más de 11 millones de productos

La compañía aboga por incluir la ‘r’ de rescatar, a las conocidas reducir, reutilizar y reciclar y darles un uso a productos sin ningún problema y con un precio reducido.

La compañía Sqrups!, cadena especializada en la distribución al por menor de productos derivados de stocks, restos de series, liquidaciones, excedentes de fabricación o siniestros anuncia que, en los últimos doce meses, rescató de la destrucción, y vendió a precio de saldo, más de 11 millones de artículos en perfectas condiciones.

De este total, 7.440.538 fueron productos de alimentación, -787.000 kilos de alimentos sólidos y 1.707.000 de bebidas y alimentos líquidos-, 43.735,18 kilos de artículos de desayuno o 1.083.631,04 litros de refrescos y bebidas sin alcohol.

“Todos estos productos han sido rescatados por Sqrups! de ser tirados a la basura estando en perfectas condiciones para su consumo, y sin haber haber cumplido la función para que fueron elaborados” afirma Marcos Schmah, retail manager de la compañía. “Como curiosidad, añade, en este apartado de alimentación, destacar que nuestros clientes disfrutaron de 37.848,57 kg de dulces de Navidad... Por supuesto, todos vendidos fuera del periodo navideño, cuando fueron retirados de los comercios tradicionales, y que mantuvimos las ventas, con algún intermedio, desde febrero hasta hace apenas un mes”.

La sección de papelería es otro apartado especialmente sensible para la compañía. En este ultimo año, Sqrups! salvó de la destrucción más de 95.000 libros; 144.000 bolígrafos y rollers; 23.000 rotuladores y marcadores; 18.000 lapiceros y portaminas; 330.000 cuadernos y resmas de papel, 23.000 mochilas, o 150.000 artículos de material escolar.

“Más allá de las connotaciones medioambientales que tiene la fabricación de todos estos artículos, para que terminen en el reciclado sin haber tenido ni un solo uso, existe una vertiente, quizás mas sentimental para mí, por la que un libro, un cuaderno, un lápiz no deben tirarse sin agotar todo lo que nos pueden dar. En el caso de un libro, nunca debería terminar convirtiéndose en un residuo”, añade Schmah.