Pymes y autónomos dudan de la eficacia del ‘Kit Digital’

ATA y Cepyme consideran que el Gobierno no ha actuado con la celeridad necesaria y ahora toca evaluar cómo será la aplicación en las empresas de entre 10 y 49 empleados.

El pasado 24 de noviembre, la vicepresidenta primera del Gobierno y responsable de Economía, Nadia Calviño, presentaba oficialmente el programa Digital Toolkit para promover los procesos de digitalización de autónomos y pequeñas y medianas empresas. Los principales órganos de representación de pymes y autónomos celebran la salida de estas ayudas, que llevan siendo reclamadas por los principales organismos representantes de pymes y autónomos desde 2020. Desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y desde la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), consideran que estas ayudas “llegan muy tarde” y dudan de la capacidad de adaptación a estas empresas.

Este programa, parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, comenzará a ejecutarse gradualmente a partir de febrero y el Ejecutivo prevé ejecutar toda la inversión antes de 2024. Todavía se desconoce cuándo se publicará la primera convocatoria pero, en palabras de la vicepresidenta Calviño, estará lista “lo antes posible”, debido a que se trata de un plan “sin precedentes”, ya que España nunca ha afrontado una inversión de esta “envergadura”.

Esta inversión es imprescindible para un país como España, donde las pymes representan más del 95% del tejido empresarial español. En este contexto, el avance tecnológico de las pequeñas y medianas empresas españolas es la asignatura pendiente del país. Según el índice DESI, un estándar europeo que mide a digitalización de los países, España ocupa la posición 16 de 27 en esta materia.

El programa está dotado con un presupuesto de 3.067 millones de euros, financiado por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation EU y tiene el objetivo de digitalizar a las pymes y autónomos de nuestro país. La primera fase, contará con un total de 500 millones de euros y será destinada a las empresas que tengan entre 10 y 49 trabajadores, de modo que el segundo paquete estará dotado con fondos por valor de 2.500 millones. Esta segunda fase del plan será destinada a las micropymes (de 1 a 9 empleados) y a autónomos. Entre los dos grupos identificados por el Gobierno, tenemos por un lado, aproximadamente 145.000 pequeñas empresas (10 a 49 empleados). En el otro grupo, se encuentran aproximadamente 1.100.000 microempresas (1 a 9 empleados) y los 1.600.000 trabajadores autónomos de España.

Para ATA, comenzar por las pymes más grandes es solo el comienzo. Fuentes consultadas por el economista consideran que “el 82,4% del tejido empresarial español tiene menos de dos trabajadores, con lo cual hasta que no lleguemos a la segunda fase no veremos como se permea el Kit Digital dentro del sistema, esta primera fase es solo un experimento”.

Por parte de Cepyme, las cantidades de la ayuda son muy inferiores a las que se han reclamado durante más de un año y sus objetivos son mucho más exigentes a los plantados, lo que puede ser una gran dificultad para las pequeñas organizaciones a la hora de acceder a estas ayudas. “Desde Cepyme hemos venido trasladando propuestas desde mediados de 2020, proponiendo en octubre de 2020 una propuesta de plan para la digitalización de la pyme española por un importe de ayudas superior y un objetivo muy inferior de empresas”, comentan desde Cepyme.

ATA y Cepyme, escépticos con su efectividad

Uno de los puntos de mayor discordia con el Gobierno es su riesgo de efectividad por culpa del excesivo reparto del fondo, y apuntan a que sería preferible dotar de una mayor financiación a menos autónomos y micropymes, pero con una cuantía monetaria mayor, que realmente les permita equipar y expandir el negocio por los canales digitales, de forma que el proceso se complete con esta prestación.

Otro de los puntos de preocupación para ATA y Cepyme es el desconocimiento de los negocios en sus propias necesidades digitales, unas necesidades complicadas de identificar incluso por los propios agentes digitalizadores debido a las necesidades de estos y la rentabilidad de su inversión tecnológica, y creen que esta ayuda puede vender a las pymes y autónomos servicios digitales que no necesitan.

“Estas pequeñas organizaciones y autónomos no están digitalizadas, ni tienen formación. Para saber exactamente cuáles son sus necesidades deben ser formados para que, entre otras cosas, no inviertan el dinero en servicios que no necesitan y se adapten a sus necesidades reales. Hay que certificar que los agentes digitalizadores están ofreciendo soluciones que realmente vayan a ser válidas para el futuro”, advierten desde la asociación de autónomos.

Para ello, es imprescindible que el plan forme a los trabajadores en las necesidades digitales de sus negocios para que puedan evaluar sus necesidades. Esta formación es imprescindible, porque sin ella, por muy beneficiosas que sean las herramientas digitales, estos servicios serán inservibles.

Desde Cepyme apuntan que, para que estas mejoras tengan sentido es imprescindible contar con el capital humano de los negocios. “Nosotros proponíamos un itinerario de digitalización haciendo especial hincapié en el capital humano de las empresas y en su cultura, porque estamos convencidos de que la transformación digital va de personas. De hecho, la mayoría de los procesos de digitalización de las empresas fracasan por la deficiente adopción del cambio por parte de las personas que conforman las empresas. La tecnología es una herramienta, pero el factor fundamental es el capital humano de las empresas”, señala Cepyme.

Acceso al ‘Kit Digital’

Para poder llegar a todas las empresas repartidas por nuestra geografía, el Gobierno anunció la apertura de 50 oficinas Acelera Pyme para ámbitos rurales que, unidas a las 90 ya proyectadas, conformarán una red de 140 a finales de año, donde se asesorará a las empresas interesadas en el programa.