La Corte Española de Arbitraje cumple 40 años favoreciendo competitividad de las empresas

Este organismo, encuadrado dentro de la Cámara de Comercio de España, tratará de facilitar a las pymes ser más eficientes a la hora de resolver sus conflictos

La Corte Española de Arbitraje (CEA), la institución arbitral más antigua de nuestro país, conmemora estos días sus primeros 40 años de historia. Lo hace con una campaña que destaca la vocación de este organismo, encuadrado en la Cámara de Comercio de España, de ayudar a las empresas a ser más eficientes a la hora de resolver sus conflictos civiles y mercantiles.

Como señala Elena Otero-Novas, presidenta de la CEA, a pesar de que el arbitraje comenzó a introducirse en España a principios de los años 80 y que cuenta con una aceptación generalizada entre las multinacionales, sigue siendo un instrumento jurídico poco utilizado por las pequeñas y medianas empresas, que en su gran mayoría prefieren dirimir sus disputas en los tribunales de justicia. “De ahí que hayamos aprovechado este aniversario para recordarles que también estamos a su disposición”, revela.

En opinión de Otero-Novas, el momento no podía ser más oportuno. El tejido empresarial español, compuesto en más de un 90% por pequeñas y medianas empresas, afronta un futuro de gran incertidumbre debido a los coletazos de la pandemia del Covid-19, el encarecimiento de las materias primas y la crisis del transporte.

“En este contexto, pueden surgir una infinidad de problemas jurídicos por incumplimientos contractuales de todo tipo, y en la Corte Española de Arbitraje estamos preparados para darles respuesta de forma eficaz”, asegura el secretario general de la CEA, Adolfo Díaz-Ambrona, quien recuerda que un procedimiento arbitral en la Corte tiene una duración media de ocho meses. Un plazo muy inferior a los cuatro años de media que, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tardan en tramitarse los procedimientos mercantiles que cursan por la vía judicial ordinaria.

La rapidez no es la única ventaja que presenta el arbitraje para las pymes. Además, es mucho más económico que un procedimiento judicial si se tienen en cuenta los gastos procesales (en abogados, procuradores, etc.) y el coste de oportunidad que supone mantener un litigio durante años para una organización pequeña. Por todo ello, insiste Díaz-Ambrona, “El arbitraje es una herramienta eficaz de resolución de controversias comerciales que, además, redunda en un incremento de la competitividad de todas las empresas, ya sean grandes, medianas o pequeñas”.

Desde 1981, la Corte Española de Arbitraje ha dado servicio a más 4.000 empresas y ha administrado cerca de 1.200 disputas comerciales, con un valor anual promedio de 100 millones de euros. Asimismo, cuenta con un elenco de más de 300 árbitros especializados en distintas áreas del derecho.