Bruno Casanovas y Alex Benlloch, Fundadores de Nude Project: “Hemos sabido utilizar las redes sociales de manera completamente diferente a las marcas tradicionales”
Nude Project es un ‘ecommerce’ de moda ‘streetwear’ creada en Barcelona en 2019 por dos jóvenes emprendedores de 20 años. Aunque la realidad es que se creó gracias a que los dos fundadores se conocieran por las redes sociales y desde sus respectivas residencias de estudiantes en Barcelona y Madrid
¿Qué es Nude Project?
Nos gusta pensar que Nude Project no es solo una marca de ropa streetwear, sino un modo de vida, una forma de hacer las cosas. La ropa que diseñamos va dirigida a personas que no se conforman, que deciden apostar por salirse del camino marcado, que arriesgan y que deciden trabajar en lo que verdaderamente desean, una marca por los misfits. El mundo del arte y la música nos inspira. De ahí nuestro claim By Artists, for artists. Por este motivo, nos consideramos también una plataforma de visibilidad que da proyección al talento creativo de artistas de todo tipo.
¿Cómo nace la marca?
Nude Project nace gracias a las redes sociales. Dos personas que no nos conocíamos, ni vivíamos en la misma ciudad, ni teníamos el mismo grupo de amigos, nos conocimos a través de Instagram y vimos que teníamos una ilusión común de hacer las cosas de forma diferente. La marca nace desde las habitaciones de nuestras residencias en Barcelona y Madrid, creando diseños de camisetas y sudaderas, en un principio, para nuestros amigos y conocidos. Ambos teníamos una gran pasión por el contenido, que es lo que hizo que por muy pequeña que fuese la marca, se diferenciase del resto desde el principio y lo que nos hizo crecer en las redes a una velocidad extrema. En tan solo un año pasó de ser un proyecto completamente pasional a la marca de streetwear con mayor crecimiento en España.
Vuestro impacto en redes sociales ha sido enorme a raíz de la pandemia ¿Os esperabais estar logrando el éxito que tenéis actualmente?
Siempre fue un sueño que se sentía muy lejano. Como te decíamos, empezamos esto con 300 euros cada uno vendiendo sudaderas en la universidad. No esperábamos que en menos de dos años estuviéramos vendiendo más de 40.000 prendas en 100 países. Como bien dices, las redes han sido nuestras mejores aliadas, desde el primer momento supimos que focalizar en generar contenido y usar las redes de una manera fresca y nueva sería nuestro gran diferenciador en una industria extremadamente saturada. Les debemos mucho a esta comunidad de gente que nos sigue y nos apoya. Estuvimos encerrados cuatro meses mientras lo único que hacíamos era trabajar y tuvo sus momentos duros, pero el apoyo online hizo que todo valiera la pena. La comunidad online ha sido la propulsora del negocio, hemos basado toda nuestra estrategia de drops (lanzamientos), en el concepto del hype. Por ejemplo, la semana pasada lanzamos una reedición de un modelo de nuestras sudaderas, toda la campaña se desarrolló en las redes, vendimos 700 en una hora y en menos de 24horas agotamos dos de los tres colores.
Vuestros diseños ya han sido vistos en actores e ‘influencers’ ¿Cómo habéis conseguido ese impacto en un periodo tan corto de tiempo?
Siempre ha sido un sueño ver que la gente que más nos inspira está llevando nuestra ropa. Honestamente no te sabría decir exactamente como se ha vuelto realidad, lo único que sé es que al final nosotros hacemos ropa que a nosotros nos gustaría llevar. Siento que este tipo de gente valora mucho la autenticidad y es algo que notan por nuestra parte. Siempre quisimos enfocar este canal de una manera muy orgánica, nunca hemos pagado a nadie por llevar nuestra ropa. Siempre que les hemos enviado ropa nunca les hemos pedido nada a cambio, lo único que queríamos es que gente que nos inspire lleve nuestra ropa sin ningún tipo de compromiso a subir un post o un story. Para nosotros ese concepto de relación marca/influencers se siente falso y forzado. Si les gusta nuestro estilo, lo que hacemos y quieren compartirlo por su propia voluntad, guay.
¿Cuál diríais que es vuestra seña de identidad como marca?
Tiene que ser la manera en la que hemos entendido cómo usar las redes sociales de una manera completamente diferente a una marca tradicional. Encontramos un formato que nos permite conectar con nuestra comunidad. Nos perciben como una marca muy personal y poco corporativa. Por las noches, literalmente, nos quedamos respondiendo a mensajes desde el insta de Nude Project y tenemos conversaciones extensas con nuestros clientes, va más allá de una relación puramente comercial. Estos momentos son de los que más felices nos hacen, porque es cuando nos damos cuenta de que las cifras, seguidores representan personas reales que tienen auténtica pasión por lo que estamos haciendo.
¿Cuáles son vuestras previsiones de crecimiento a medio-corto plazo? ¿Tenéis previsto seguir un proceso de internacionalización de la marca próximamente?
Creemos que este año ha sido clave en nuestro crecimiento y consolidación como marca, pero lo que viene en los próximos meses va a marcar un antes y un después. Vamos a cerrar el año triplicando nuestra facturación y abriendo nuestra primera Pop Up. Vamos a lanzar colecciones muy potentes cada mes, en las que nos estrenamos con ropa muy diferente a lo que hemos hecho previamente, como chaquetas bombers, Puffers y jerseys de punto. Actualmente, ya vendemos en más de 100 países, pero nos vamos a centrar en crecer en Europa. En España hemos sido bastante pioneros en todo lo que es el estilo de Streetwear, pero países como Alemania o Inglaterra representan un mercado inmenso y está muchísimo más implantado. Creemos que la manera en la que Nude Project enfoca el streetwear puede ser un referente en esos países, a pesar de que la competencia es mucho mayor. Nos gustaría que en un par de años Europa representará el 70% de las ventas.
Acabáis de abrir vuestra primera ‘showroom’ en Barcelona ¿Qué significa esto para la marca?
Empezamos desde los dormitorios de nuestras residencias en Madrid y Barcelona, a distancia y con muy pocos recursos. Después seguimos en un mini piso. Tener un espacio como el que tenemos ahora, en el que estamos al 100% cómodos trabajando nos parece una locura. En la planta de arriba hemos montado un mini showroom que permite que conozcas la marca desde el primer momento en el que entras por la puerta. Tiene nuestra esencia y va a ser un punto de encuentro con profesionales de la moda, del arte y la cultura para que puedan venir, sentirse como en casa y que las colaboraciones fluyan.
Año tras año van saliendo nuevas marcas como la vuestra, pero la mayoría se quedan en el camino ¿Cuál es vuestro secreto a la hora de diferenciaros de esta forma de la competencia?
Aparte del trabajo constante que ponemos y el gran equipo que nos apoya en esta aventura, creo que un elemento diferenciador es que actualmente para empezar un negocio digital es clave desarrollar una comunidad orgánicamente y nosotros hemos encontrado una manera de conectar con nuestra audiencia como nadie más está haciendo. Somos más un lifestyle que una marca como tal. Nosotros transmitimos un estilo de vida que refleja nuestro ideal y existen estos misfits que se identifican. Tenemos una comunidad de 200,000 misfits que están casi más apasionados por el proyecto que nosotros.
A pesar de vuestro éxito, todavía sois una marca pequeña en la que únicamente trabajan 11 personas ¿Qué previsiones de contratación tenéis para lo que resta de este año y para el próximo?
Hemos formado un equipo con mucho talento de 11 personas en el que confiamos mucho y con el que sentimos que ya podemos llegar muy lejos. Nos gusta externalizar muchos servicios y poder trabajar con gente que ayude a profesionalizar nuestra empresa. Es una estructura mixta que nos suma. De momento no tenemos previsión de crecer como equipo porque pensamos que en la era digital en la que vivimos y con la estructura que tenemos podemos llegar a nuestros objetivos anuales.