Javier Mira, CEO Y Cofundador de FacePhi Biometría: “La transformación digital debe ser obligatoria para las empresas que quieran sobrevivir”

El 2020 ha sido un año complicado para la pyme. Muchas de estas empresas que constituyen cerca del 97% del tejido empresarial español han tenido que cerrar a causa de no aguantar los efectos derivados de la crisis. Entre ellas, no solo no se encuentra FacePhi, sino que ha sido galardonada con el Premio a la Pyme del año

Para aquel que no os conozca, ¿qué es FacePhi y cómo nace?

Por hacer la historia un poco más corta, nace de la evolución de una empresa anterior también relacionada con biometría facial que sale fallida, pero que prácticamente los accionistas de esa empresa y parte del equipo seguíamos pensando que la biometría facial tenía y tiene un futuro por delante, bastante prometedor y entonces en 2012 fundamos lo que es conocido como FacePhi. Sin ningún cliente, sin ningún ingreso, sin prácticamente nada de tracción. En 2012 cambiamos marca, desarrollamos un plan de negocio, empezamos a visitar clientes, para captar y de alguna manera intentando cerrar el producto que pensamos que se tenía que vender, que era un software de reconocimiento facial, sobre todo aplicado en el sector financiero, pensando que si el sector financiero aceptaba esta tecnología de alguna manera quedaba certificada para otros sectores, porque en ese momento los bancos no recibían empresas similares a FacePhi con una tecnología tan disruptiva. A partir de ahí, lo que hizo la empresa fue intentar captar capital lo que permitió, bueno, pues ir pagando nóminas, seguir mejorando el producto, asistir a algunas conferencias y exposiciones relacionadas con el mundo de la biometría y el mundo financiero y en 2014, cuando ya teníamos varios contratos o, desde luego oportunidades de cerrar contratos con algunas entidades financieras, sobre todo en Latinoamérica, nos damos cuenta que a la hora de cerrar contratos es muy difícil para una sociedad limitada, con poco capital social, con diez empleados, etc., firmar con una entidad financiera, pues a veces los requerimientos que piden no los cumplíamos. De ahí salió la oportunidad de que la empresa saliera a cotizar a al mercado alternativo bursátil y el 1 de julio del 2014 FacePhi sale a cotizar a bolsa con una capitalización aproximadamente de 11 millones, aunque tiene una subida bastante importante durante la primera semana, pero el precio de salida fue 11 millones. Sin ingresos, sin clientes, pero con una tecnología muy disruptiva y con un plan de negocio bastante agresivo. El hecho de estar cotizados, pues daba mucha transparencia, seriedad e integridad al proyecto y ese mismo año ya firmamos los dos primeros contratos con dos entidades financieras en Latinoamérica; a partir de ese momento ya ha sido ir replicando el modelo de negocio, adaptando el producto, prestando mucha atención a la experiencia de usuario y, a día de hoy, pues estamos en más de 70 entidades financieras, con muchos millones de procesos realizados, tanto de autenticación como de verificación y bueno, con presencia en Asia Pacífico, con una filial en Seúl, en Corea del Sur, con mucho negocio en Latinoamérica, con negocio en España, con grandes entidades como es CaixaBank y avanzando con un crecimiento bastante potente; a día de hoy somos más o menos unos 100 empleados, con previsión de doblar esa cifra a finales de este año.

¿Qué crees que ha sido lo que ha decantado la balanza a vuestro favor y no a cualquiera de las otras 1600 empresas que competían con FacePhi por el galardón?

Yo estoy totalmente seguro que muchísimas empresas se merecen el Premio a la Pyme del año, no sabría decirte que ha valorado el jurado. Nosotros inicialmente fuimos la pyme del año en Alicante para poder acceder a esa final y no sé qué se ha valorado. Es verdad que FacePhi de alguna manera ha sostenido un crecimiento en los últimos años bastante relevante, el hecho de que sea una empresa cotizada, siendo una empresa pequeña ha sido muy relevante a la hora de ver como buscamos otros caminos de financiación distintos a la financiación tradicional bancaria; luego la creación de empleo en un momento bastante complejo, como ha sido el 2020 por la pandemia. Nosotros hemos seguido apostando por el talento, apostando en la investigación y el desarrollo, en la innovación, etc., y yo creo que al final el jurado habrá interpretado que es una empresa, pues que de alguna manera puede ayudar, no a ser ejemplo de nada, pero bueno, el esfuerzo y la valentía en la toma de decisiones, puede que lleven una empresa a una situación un poco mejor de las que desafortunadamente están teniendo muchas ahora mismo.

Exactamente, ha coincidido un mal año en general para cualquier sector a causa del coronavirus y muchas pequeñas y medianas empresas han tenido que cerrar sus puertas, en vuestro caso imagino que, por suerte, habrá sido todo lo contrario

La nuestra, afortunadamente, ha sido todo lo contrario a muchas otras, es decir, en situaciones de crisis sabemos que hay empresas y personas que salen fortalecidas y hay empresas y personas que salen dañadas, ¿no? En el caso de FacePhi, la pandemia, lo que todos hemos experimentado es que ha acelerado los procesos de transformación digital, donde antes ya usamos el móvil para hacer muchas operaciones con nuestros bancos, con la administración pública, etc. El hecho de tener que estar confinados, de tener que evitar el contacto en muchos de los escenarios donde antes era muy habitual, ha potenciado que grandes corporaciones y administraciones presten más atención que antes a este tipo de soluciones. Entonces, ya venía siendo tendencia el uso de este tipo de tecnologías y yo creo que la pandemia lo que ha hecho es acelerar el proceso de integración de estas tecnologías en el día a día de las personas. FacePhi estaba con un producto muy sólido y con cierto grado de éxito de implementación en el sector financiero y cuando ocurre esto pues, de alguna manera, antes teníamos 50 oportunidades abiertas con 50 clientes; pues la pandemia ha hecho que 150 clientes se pongan en contacto con urgencia para intentar integrar o implementar este tipo de tecnologías, con lo cual nos ha facilitado ese crecimiento, a pesar de que bueno, tampoco es agradable cuando ves que otros sectores y otras empresas lo están pasando mal.

En la entrega de premios estuvo también el Rey Felipe VI. ¿Qué papel juega el monarca en el desarrollo internacional de las empresas españolas?, en este caso las pymes.

Bueno, esto es una opinión un poco personal, pero yo creo que el papel del Rey es fundamental a la hora de que una empresa pueda expandirse de manera global. Yo insisto, en las palabras que pude decir en esa entrega de premios, agradecí desde luego a su majestad el Rey, porque prácticamente lleva la marca España a cada rincón del planeta donde una empresa puede acudir y es verdad que a nivel de imagen nos fortalece muchísimo. Hoy en día las empresas tienen que tener una visión global, doméstica o local y para eso nos hace falta también que la marca España esté muy bien considerada porque al final afecta a la tecnología española, a la moda española, a lsector financiero español; básicamente a todo, con lo cual es como un paraguas que necesitamos a la hora de poder crecer y expandirnos, por lo que, para mí, es fundamental la posición que tiene el jefe de Estado y lo que tiene que hacer por ayudar a la pyme.

Como decías antes, las pymes son cerca del 97% del tejido empresarial español. ¿Cómo puede afectar la crisis a las pymes?

Yo creo que nos va a afectar muchísimo y el cómo puede salir de esta situación, lógicamente el análisis es muy complejo y necesitaríamos de mucho tiempo para analizarlo, pero lo que sí que es cierto o al menos lo que estamos viendo en otros mercados, en otras regiones del planeta, es que tanto seas una pyme muy grande, una pyme menos grande, una pyme muy pequeña; en todos los casos tenemos que prestar muchísima atención a lo que es el cambio a la transformación digital de la propia empresa. La única manera de cruzar este este río que se nos ha puesto por el medio y tener cierto éxito de sobrevivir como empresa pequeña, pasa por dedicarle, desde el consejero delegado de la empresa o el máximo responsable, máxima atención a los procesos de transformación digital internas porque si no, no vamos a poder ser ni empresa innovadora ni una empresa global y hoy en día, conforme estamos viendo que cambian los sectores, todo lo que no sea aplicar una transformación digital y la innovación, es una empresa con caducidad a la vista, con lo cual el único mensaje que yo creo que tenemos que transmitir es que ese proceso de transformación digital tiene que ser prácticamente obligado a cualquiera que quiera sobrevivir.