Construir y mantener relaciones sociales en un entorno a distancia

Las relaciones sociales entre trabajadores es uno de los aspectos fundamentales para obtener el deseado bienestar en el entorno laboral e incrementar la productividad y eficiencia de los empleados. De hecho, según un estudio realizado por Michael Page, el 93% de los españoles considera que una buena relación con los compañeros, incluido su jefe, mejora el rendimiento.

Dedicamos la mayor parte de nuestro día al trabajo, llegando a convivir más tiempo con nuestros compañeros que incluso con nuestra familia. De esta manera, no solo debemos limitarnos a compartir espacio -en la oficina o en la red-, proyectos y tareas, sino encontrar en las personas que nos rodean la confianza y el apoyo que nos permita intercambiar también opiniones, anécdotas, ilusiones, preocupaciones, etc. En España, este mismo estudio revela que, curiosamente, el 63% de los trabajadores mantiene el contacto con sus compañeros fuera del entorno laboral, llegando incluso a realizar actividades de ocio (39%), quedar durante el fin de semana (17%) o irse de vacaciones juntos (11%).

Las compañías son conscientes de esta necesidad de las personas, que se torna en un beneficio para la propia empresa, y generalmente establecen políticas internas que fomenten la creación de vínculos entre sus empleados -eventos, reuniones, desayunos, teambulding, etc.-. No obstante, es necesario que estas relaciones se consoliden de forma natural y no solo mediante acciones puntuales.

El Covid-19, y la consecuente distancia social y digitalización acelerada de las compañías, ha impactado directamente en la manera en que nos comunicamos e interactuamos con nuestros compañeros. De este modo, es importante actuar a tiempo para no dejar deteriorar las relaciones laborales y mantener el equilibrio y el bienestar social de la compañía.

De acuerdo con diferentes estudios, los empleados que confían en sus líderes se desempeñan mejor y son menos propensos a abandonar la compañía. En este sentido, el informe Compromiso y satisfacción laboral del empleado, elaborado por la Society for Human Resource Management, muestra que los dos principales factores para la satisfacción de los empleados son el trato respetuoso de todos los trabajadores a todos los niveles (65%) y la confianza entre los trabajadores con niveles de responsabilidad bajos o medios y los altos cargos (61%).

Sin embargo, a pesar de lo beneficioso de tener una cultura empresarial basada en la confianza para un óptimo establecimiento y desarrollo de las relaciones sociales, todavía hay organizaciones que carecen de una estrategia para construirla. Para generar esta confianza en un entorno laboral, tanto virtual como físico, es necesario fomentar cinco elementos fundamentales: el compromiso, la transparencia, la constancia, el respeto y el compañerismo.

A estos cinco requisitos, en el caso de los líderes, se suman otros cuatro: capacidad para desempeñar su puesto, credibilidad, vínculo e interés por los trabajadores -manteniendo siempre informado al equipo- y coherencia, demostrando ser una persona de confianza para todos los miembros de la organización.

Una vez establecida la confianza, los líderes deben fomentar una comunicación abierta, no solo dentro del equipo sino también con otros compañeros de diferentes áreas o departamentos. De este modo, debe generarse una sensación de unión entre los miembros de la compañía, de manera que sea posible resolver cualquier problema que pueda surgir y se equilibren las cargas laborales de manera espontánea.

Para llegar a este punto, resulta fundamental haber trabajado antes las relaciones interpersonales entre los trabajadores. Estas se pueden construir mediante acciones como el establecimiento periódico de reuniones online en las que hablar de temas tanto profesionales como personales. En este punto, la comunicación no debe limitarse solo a canales asíncronos como el email, es imprescindible usar herramientas de mensajería instantánea, teléfono o videoconferencias. Además, los horarios de estas reuniones deben respetar la jornada laboral de los miembros del equipo, y todos deben tener la oportunidad de participar.

Otras acciones pueden ser la celebración de los éxitos -a pesar de la distancia-, por ejemplo, con el envío de un desayuno a domicilio o algún pequeño detalle por parte de la compañía; formar a los trabajadores, ofrecerles ventajas y coaching; reducir las tareas que conlleven aislamiento; establecer días especiales en los que hacer fiestas temáticas virtuales; etc. Promover un ambiente lúdico, dinámico y de compañerismo ayudará significativamente a reforzar las relaciones laborales.

El trabajo cooperativo es otro de los elementos esenciales en un entorno remoto a la hora de desarrollar y mantener las habilidades sociales en un equipo. Con ello evitamos un reparto estricto de las tareas y propiciamos que cada miembro se involucre y coopere en las diferentes labores para construir un proyecto común. Esta interacción con otros compañeros nos enriquece, nos permite adquirir nuevos conocimientos y crecer a nivel profesional.

De este modo, ahora más que nunca, debemos esforzarnos en potenciar las ventajas del trabajo en un entorno digital y mantener una estructura organizativa adecuada que favorezca el intercambio de ideas u opiniones, el diálogo y la negociación entre diferentes puntos de vista, etc. En este sentido, la tecnología nos ayuda a hacerlo, brindándonos la oportunidad de reducir al máximo los efectos de la separación física y ofreciéndonos la gran ventaja de poder estar conectados cara a cara desde cualquier punto y en cualquier momento.

De hecho, un estudio realizado por Aruba, empresa del grupo HP Enterprise, analizó los efectos de un entorno digital y los comparó con uno tradicional. El resultado fue sorprendente, un 73% de los encuestados del entorno digital reconoció tener mayor productividad y siete de cada diez destacó el hecho de poder colaborar de manera más ágil y eficaz gracias a la tecnología.