Juanjo Amorín, CEO del Instituto de Expertos Digitales de la UNIR: “El teletrabajo aumenta la productividad y las empresas ganan más dinero”

Edix es el Instituto de Expertos Digitales de UNIR, cuyo objetivo es formar a los trabajadores digitales que necesitan las empresas hoy. Juanjo Amorín, habla con ‘elEconomista’ sobre las nuevas profesiones del futuro o la utilidad del teletrabajo, entre otros temas

¿Qué consejos daría a una empresa que nunca ha teletrabajado?

Generalmente, las dudas sobre el teletrabajo están focalizadas en las herramientas, como qué plataforma de videoconferencias elegir, cuando en realidad eso es el final del proceso. Lo más relevante para que un sistema de teletrabajo funcione es una buena implementación de metodologías agiles en la compañía. Está claro que el proceso no va a ser el mismo para una pyme que para una gran compañía, como tampoco será lo mismo para una empresa en la que el 100% de los empleados puedan teletrabajar o para una mixta, en la que haya personal con tareas offline y online. Sin embargo, todas van a necesitar una buena metodología, una buena gestión de proyectos. Cada proyecto tiene que tener objetivos, hitos de control, personas asignadas y un plan de acción.

¿Qué profesiones del futuro tendrán más facilidades para ello?

Van a tener facilidades para el teletrabajo un amplio espectro de profesiones. O, dicho de otra manera, solo tendrán dificultades aquellas que tengan una dependencia de un punto físico o que consistan en un trabajo con alta intensidad manual, por ejemplo, los oficios ligados a la estética de las personas, la construcción o la limpieza. Sin embargo, hay que decir que también estas últimas profesiones tendrán cada vez una combinación hombre-máquina mayor.

¿Por qué es necesario que las empresas evolucionen hacia métodos como el teletrabajo y ‘eduquen’ a sus empleados en estas prácticas?

A mí me gusta hablar de la espiral positiva hacia la que nos puede llevar el teletrabajo. Este aumenta la productividad y hace que las empresas ganen más dinero. Puede parecer una afirmación demasiado contundente, pero está demostrado que aquellos empleados que tienen la opción de trabajar en remoto disponen de más tiempo para su vida personal y profesional, concilian más y mejor, están más motivados y son más optimistas. Y todo ello desemboca en menos absentismo laboral y más eficiencia y productividad. Asimismo, los empresarios reducimos espacio en la oficina y, por tanto, los costes derivados.

Sin embargo, como todo en la vida, también hay alguna desventaja. Los trabajadores tienden a trabajar más horas o a no saber separar espacios, aunque sea de manera mental. Por eso es importante aprender a teletrabajar, como una disciplina más. Al final, hay que ver la balanza, y el teletrabajo presenta muchas bondades. Todo va a cambiar. Superaremos la crisis del coronavirus, pero tenemos que reflexionar sobre el tipo de vidas que tenemos las empresas y los trabajadores.