Coco Room adapta el negocio de los juegos de escape

Esta empresa aragonesa, que está expandiéndose por España bajo el régimen de franquicia, se reinventa para que los centros puedan “alquilar” sus juegos a otras compañías

Los juegos de escape comenzaron en el canal online como si fueran videojuegos de los que había que escapar de una habitación. Su éxito llevó a que, posteriormente, los Países del Este del Europa empezaran a hacerlos en salas físicas en las que, siguiendo una serie de pistas y solucionando enigmas, acertijos o misterios, se desenlaza una historia y se da con la clave para salir de la habitación. Esto permitió observar que era un sistema útil para medir las capacidades de los integrantes de un equipo y analizar aspectos como quién es más observador, trabaja más en grupo, cómo se organiza el equipo, etc. Un método que no solo era una manera de analizar a las personas, sino que también era una forma de ocio diferente porque la persona pasa a ser el protagonista de la historia.

A pesar de su aceptación y posibilidades, los juegos de escape llegaron más tarde a España, irrumpiendo hacia el año 2015 en Madrid y Barcelona. “Había pocos y eran empresas extranjeras. En un viaje a Londres vimos la actividad y decidimos empezar a crear nuestra propia experiencia y lanzarnos Coco Room”, explica Aldo Sorrosal, fundador y socio de Coco Room junto con Diego Marcos.

Y así nació esta empresa especializada en escape room que, desde su sede en Zaragoza -ciudad en la que cuenta con tres locales-, comenzó su expansión por España con el doble objetivo de crecer y llevar por el territorio nacional sus experiencias y, por otro lado, de dar respuesta a las necesidades de las empresas que se decantan por los juegos de escape para hacer llegar el valor de marca o su cultura empresarial, entre otras opciones, a los territorios en los que están presentes o para conseguir otros objetivos. Una línea esta última -la centrada en empresas-, en la que se han realizado juegos de escape para Cervezas Ambar y en la que ahora se está trabajando con otras dos compañías.

En este proceso de crecimiento, la franquicia, que arrancó en 2018, ha sido un pilar importante. La expansión se comenzó en Valencia y Madrid, y ahora, suma más centros en Albacete, Sevilla, Granada, Santiago de Compostela, Bilbao o Principado de Andorra. Sin olvidar la opción de franquiciar, Coco Room ha dado un paso más en su modelo de negocio para reinventarlo.

“Ahora hemos optado por un modelo de no franquicia. Las salas pueden tener los juegos de escape, pero sin franquicia. Es decir, el juego lo tienen otras empresas, pero el local no es Coco Room. Se dispone del juego un tiempo y se realiza un pago mensual que es bajo en comparación con lo que se puede facturar”. Es una opción que está más pensada para “personas que ya tienen experiencia a las que les damos el jugo y no dependen tanto de nosotros como otros que empiezan desde fuera”.

Es un modelo que va a convivir con los centros propios de Coco Room y con las franquicias, poniéndose a disposición todo el catálogo de juegos de escape de la empresa aragonesa, que precisamente comenzó su actividad con la experiencia El enigma de Goya, vinculada al territorio aragonés y en torno a la figura del pintor de Fuendetodos (Zaragoza). “Fue la primera relación con la tierra y también como elemento de atracción para los turistas, para que les llamara la atención”. Posteriormente, se han diseñado otras experiencias como Yucatán: el último templo, que ahora está en cuatro ciudades; Imperio Romano que transporta a la época romana; Expedición Zer’ que se basa en una expedición a Egipto -fue premiado en los Escape Room Awards y suma 25 ubicaciones en España-, y Armageroom sobre el impacto de un meteorito en la Tierra, entre otros. Próximamente lanzará La caída de Troya.

Es una carta de juegos para todos los públicos y apta tanto para los que se inician como para los más jugadores. “Se elige lo que se quiere poner en la ciudad en la que está la sala de escape, siendo necesario hacer un análisis previo para enfocarnos, teniendo en cuenta las diferencias entre el Norte y Sur de España, el decorado y el número de personas que puede hacer el juego porque es distinta la recepción de grupos más grandes y más pequeños. “Nos adaptamos a cada ciudad y proyecto”.

Rotación para ganar rentabilidad

La expansión de Coco Room, principalmente por franquicia, prima las ciudades grandes porque es importante “poner un número de habitaciones alto para poder sacar rentabilidad. El problema de este sector es que, una vez jugado un juego, no se puede volver a jugar. Hacer una gran inversión para pocos habitantes en una ciudad no es viable. Ahí, hay que buscar una inversión menor para que haya más juegos en rotación”. Sin embargo, en ciudades como Madrid, un mismo juego puede estar años.

La franquicia de Coco Room también es una opción para el autoempleo o bien para un trabajo extra -por ejemplo, se gestiona un centro más pequeño con un mínimo de dos juegos porque ya se puede obtener rentabilidad-. La inversión mínima es de alrededor de 30.000 euros.

Los franquiciados reciben formación en los propios centros de Coco Room para que sepan cómo tienen que ordenar la habitación, poner las pistas, colocar los objetos... y saber cómo guiar a las personas o dar pistas al público en el caso de que no hayan jugado nunca, en algún momento que no sepan cómo avanzar, etc. Además, es importante aprenderse los juegos.

Coco Room también apoya a los franquiciados en la apertura porque “estamos con ellos”. Y, ante el Covid-19, se está trabajando en la implementación de las medidas sanitarias para garantizar la seguridad en las salas. Ahora, solo hace falta que “la gente recupere la confianza y no tengan miedo” de disfrutar nuevamente de los juegos de escape.