Alternativas para financiarse durante la crisis del coronavirus: ¿cuáles son y cómo funcionan?

Encontrar financiación nunca es fácil, pero en contextos críticos como el actual es todavía más difícil y costoso obtener fondos. Mientras que la gran empresa tiene razonablemente buen acceso a financiación, las empresas de menor tamaño no tienen esa capacidad. Como suele suceder, la pyme, base de nuestra economía, sufre más.

A menudo, las decisiones acerca de la estructura de financiación se toman en función de las alternativas conocidas e históricamente empleadas, sin valorar la existencia de otros instrumentos que pueden adaptarse mejor a la empresa, su situación y sus circunstancias. Los mercados de acciones, de deuda y los nuevos accionistas de naturaleza financiera e industrial son un perfecto aliado y pueden llegar a substituir o complementar a la financiación bancaria.

¿Qué busca realmente un inversor en un contexto como el actual? Empresas con un grado de protección suficiente. Aunque la empresa esté afectada actualmente por el Covid-19, es necesario que exista visibilidad en la recuperación de la actividad. Un elemento especialmente importante es la diversificación internacional. A ello se suma la posición de caja o financiación cerrada -o que pueda cerrarse sin excesivas dificultades-, que ha de ser suficiente para superar los próximos meses o incluso todo el ejercicio 2020. Adicionalmente, la empresa debe disponer de un equipo gestor consolidado con experiencia en superar momentos de crisis y un plan de negocio con distintos escenarios.

Hoy los procesos de decisión de los fondos de Private Equity son algo más lentos porque se extreman las precauciones y por lo general una parte importante del equipo está enfocado al seguimiento de las participadas, que consume más tiempo que hace 3-4 meses. En el caso de los Family Offices, algunos de ellos no son capaces de invertir en este escenario y los procesos de decisión son algo más lentos de lo habitual. En el ámbito del mercado de capitales, hay interés en proyectos con actividades resistentes o impulsadas por el Covid-19, como por ejemplo la empresa cotizada en Bolsa Deóleo, operación en la que GVC Gaesco actúa como entidad colocadora de la ampliación de capital que comenzó el 26 de mayo.