Pedro lozano, Cofundador de Imascono y presidente de AJE Aragón: “Las líneas de crédito que proponen son pan para hoy y hambre para mañana”

El joven empresario también quiere adaptarse a la nueva situación generada con la crisis sanitaria del Covid-19 y ante la que ha sabido reinventarse dentro de un contexto en el que las jóvenes empresas y empresarios tienen dificultades añadidas para salir adelante

Emprendedor por naturaleza, Pedro Lozano inició su actividad empresarial con Imascono, empresa de tecnologías creativas y realidad extendida, en el año 2008, y con Chromville, centrada en educación creativa, en 2014.

¿Cómo está afectando la crisis sanitaria a los jóvenes empresarios?

Sigue siendo la incertidumbre económica que hay con vistas principalmente a que, a final de año, pueda haber otro rebrote de la pandemia. Estamos viendo que los presupuestos están parados en las grandes empresas, la gente da un poco el año por perdido y se está evitando cualquier gasto. Para los jóvenes empresarios es preocupante porque la mayoría no tenemos estructuras sólidas en cuanto a equipo ni financiación y las líneas de crédito que proponen son pan para hoy y hambre para mañana.

¿Qué medidas serían necesarias?

Todo lo que sea evitar cualquier tipo de gasto como las cuotas de los autónomos y retraso en los pagos de IVA y de los diferentes impuestos y, al final, cualquier incentivo o ayuda económica que permita liquidez a las empresas porque, a día de hoy, no se tiene ni tampoco tesorería importante. Toda ayuda para tener flujo económico es vital para cualquier empresa y especialmente para los jóvenes empresarios por que, en general, somos empresas jóvenes y no hemos tenido una estructura económica sólida.

Las jóvenes empresas no se han librado de la caída de la facturación.

En AJE Zaragoza hicimos las jornadas Visiones para el Futuro para analizar la situación de los jóvenes empresarios. En las conversaciones se hablaba de que las empresas iban a dejar de facturar hasta un 30%. Hoy creo que las perspectivas son aún más negativas y, probablemente, las empresas jóvenes se muevan entre un 20% y un 50% menos de ingresos.

¿Es más difícil emprender ahora que en 2008?

Nosotros empezamos en 2008. Las dificultades siguen siendo similares, incluso te diría que a día de hoy tienes ciertas facilidades o ventajas en relación a la anterior crisis porque en la digitalización existen más herramientas, son más accesibles y están más democratizadas para cualquier tipo de negocio. Pero, al final, la globalización supone una competencia feroz. Lo mismo que tienes infinidad de oportunidades tienes infinidad de amenazas e, incluso, algunas que no concebíamos como una crisis sanitaria. Emprender es una aventura compleja, que lleva sacrificio y dejar muchas cosas de lado. No puede ser el discurso de empujar a que todo el mundo emprenda. Y, ya que somos realistas y no empujamos a todo el mundo a emprender, hay que cuidar a los emprendedores y empresarios.