Miedo a que la pandemia reduzca la actividad emprendedora en España

A la espera de ver cómo impacta la crisis del coronavirus en el ecosistema emprendedor español, uno de los datos más positivos del informe GEM es que se reduce la brecha de género y, ahora, por cada hombre que lanza su propio negocio, hay una mujer emprendedora

Solo seis de cada 100 personas se animaban en la etapa anterior al estallido de la pandemia de coronavirus a poner en marcha un negocio, frente a las ocho de cada 100 que decidían emprender antes de la última gran crisis económica que comenzó en 2008.

Pese a la incertidumbre generada por el Covid-19, el último informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM), presentado el pasado mes de junio por el Observatorio del Emprendimiento de España, el Centro Internacional Santander Emprendimiento, Banco Santander -a través de Santander Universidades- y a Empresa Nacional de Innovación (Enisa), apunta que la actividad emprendedora seguirá siendo “imprescindible”, aunque siga sin alcanzarse el dinamismo anterior a la gran crisis financiera de hace un decenio.

La motivación principal de la mayoría de las personas emprendedoras continúa siendo “generar riqueza o unos ingresos elevados”, pero se observa que cuatro de cada diez personas emprendedoras manifiestan haber creado su negocio para “ganarse la vida, debido a que el trabajo escaseaba”.

Reducción de la brecha de género

En general, el perfil de quien emprende es el de una persona de edad cercana a los 40 años, con estudios universitarios y alto nivel de renta, habiéndose reducido la brecha de género, ya que, ahora, por cada varón hay una mujer emprendedora.

En este último lustro, en comparación con las cifras del año 2015, el porcentaje de nuevas empresas en el sector de la transformación manufactura ha pasado del 15% al 20%. Igualmente, el porcentaje en el sector de servicios a empresas ha alcanzado casi un 35%, en comparación al 30% del año 2015.

Cerca de nueve de cada diez empresas cuentan con menos de cinco empleados, pero el porcentaje de nuevas empresas -con una trayectoria de tres o cuatro años- que emplea a más de cinco personas ha aumentado de un 4,6% a un 13% durante este último lustro.

A la vista de los datos de 2019 sobre el emprendimiento corporativo, la actividad intraemprendedora española -un 1,7% de las personas consultadas estaba implicada en una actividad de spin-off- continuaba posicionándose por debajo de la media de los países del grupo UE (4,8%) y del grupo de países con un alto nivel de ingresos (4,2%).

Respecto a la internacionalización, el porcentaje de nuevos negocios españoles en fase inicial que factura más de un 25% en mercados extranjeros es un 7%, una cifra inferior a la media europea (18%), y de las economías de altos ingresos (16%).

Entre el resto de resultados que arroja el informe también se encuentra que el 36% de la población considera que hay buenas oportunidades de negocio, un dato muy por debajo de la media de los países vecinos de España, que se sitúa en un 52%.

El último estudio GEM ha sido elaborado por más de 180 investigadores de todo el país con datos obtenidos a partir de 23.100 encuestas a la población de entre 18 y 64 años y entrevistas a expertos nacionales, que recogen las principales características de la dinámica emprendedora en España.