Error subordinado o mala comunicación: los préstamos ICO en entredicho

En las últimas semanas varios de nosotros hemos negociado con entidades bancarias los prestamos ICO avalados en gran parte por el Estado. En primera persona puedo afirmar que varias entidades bancarias están intentando ofrecer productos alternativos mucho más beneficiosos para ellos.

He seguido en las redes sociales como han aparecido vídeos de supuestos clientes de bancos a los que se les había exigido contratar seguros de vida o tarjetas si querían acogerse a los créditos o las líneas de liquidez con aval del Estado, algo que no está permitido en el contrato firmado entre el sector y el Instituto de Crédito Oficial (ICO), gestor de esta línea. Es cierto que algunas entidades han admitido esta actuación incorrecta, aunque lo atribuyeron a errores de algún empleado que fueron subsanados horas después. Este hecho atribuido al error humano no cuela, y mucho menos cuando el error ha sucedido en sucursales distintas. ¿Cuántos habrán sido estafados?

Esta mañana he vuelto a vivir una situación similar en la cual una empleada de banca intentaba venderme un crédito personal, avalado por mi persona como si fueran las nuevas condiciones de las nuevas líneas ICO. Excusa y argumentación muy pobre, pero lo que encuentro realmente lamentable es la argumentación y el convencimiento de su discurso. Con todo su descaro argumentaba que ante tal alud de solicitudes se habían agotado las líneas ICO y las nuevas condiciones eran mucho más restrictivas.

Todo interesado debe ser consciente que la concesión de un crédito amparado por esta línea de avales no puede estar vinculada en ningún caso a la contratación de otros productos, todo lo contrario, en mi opinión puede ser fraude.

Resulta llamativo que sea necesario que las patronales tengan que “aclarar” esta normativa que figura varias veces repetida en el contrato que los bancos firman con el ICO y que se ha publicado en diferentes medios. Parece que las instrucciones de las cúpulas bancarias no han llegado con nitidez a todas las direcciones regionales y oficinas, cosa que realmente deja en muy mal lugar a los departamentos de comunicación de dichas entidades.