Kumon, la franquicia japonesa que logró conquistar el mercado español

Se trata de una red de centros de enseñanza que promueve el autodidactismo de los alumnos. Fue fundada hace 60 años, y llegó a España en 1991, donde ya cuenta con 227 aulas, convirtiéndose en la única enseña de origen nipón que se ha desarrollado en nuestro país bajo el sistema de franquicias

Kumon es una red de centros de enseñanza, que persigue desarrollar al máximo el potencial de aprendizaje de cada alumno y promueve el desarrollo de habilidades a través del autodidactismo. Este método fue fundado hace 60 años en Osaka (Japón) por el profesor de matemáticas Toru Kumon, y ya tiene presencia en más de 50 países.

El método comenzó su actividad en España en el año 1991, cuando abrió su primer centro en Madrid. Casi 30 años después, cuenta con 227 centros en nuestro país, cinco de los cuales son propios. El resto, gestionados bajo el sistema de franquicias. Y esta es una de las grandes peculiaridades de esta compañía: es la única japonesa que se ha desarrollado en España bajo el sistema de franquicia. Así lo revela el informe La Franquicia en España 2020, elaborado por la Asociación Española de Franquiciadores (AEF).

“Los centros funcionan de manera autónoma”, explica Alberto Tejerina, director general de Kumon España. “Cobran a los alumnos una matrícula y una cuota, y nos pagan una cantidad por cada alumno”, asegura, sobre su modelo de negocio.

En total cuentan con 23.000 estudiantes, aunque también se incluyen ahí los correspondientes a Italia y Portugal, también gestionados desde la sede de la compañía en Madrid, aunque son países donde han empezado a tener presencia recientemente, por lo que el grueso de los alumnos corresponde a España. En concreto en el país luso empezaron a trabajar a comienzos del año 2019, y cuentan con dos centros; mientras que en Italia, donde ya tienen tres establecimientos, iniciaron sus operaciones este mismo año, justo antes de que estallase la crisis del coronavirus.

¿Por qué Kumon decidió dar el salto a España? “En la inmensa mayoría de países en los que empezaron a trabajar en los 90 contaban con importantes colonias japonesas, pero no es el caso de España”, explica Tejerina. “Es solo una hipótesis, pero en España el mercado de las actividades extraescolares es muy potente, las familias siempre han valorado mucho la educación, y están dispuestas a invertir dinero en estas actividades”, precisa.

¿Qué tipo de candidatos buscan para convertirse en franquiciados? “No buscamos inversores, buscamos gente que se quiera dedicar a esto, que lleve toda la gestión educativa del centro”, precisa el responsable de la marca en España.

Exigen a los candidatos formación universitaria, espíritu emprendedor -aunque no les piden experiencia previa-, y sobre todo vocación. “La vocación es básica para trabajar aquí, te va a permitir disfrutar muchísimo; y como no la tengas te puede costar mucho llevar el centro”, advierte Tejerina.

El proceso de selección es largo. Comienza con una convocatoria para un seminario de orientación, en el que presentan la metodología, y que se convierte en un primer filtro. Después, los candidatos deben pasar al menos dos entrevistas, en las que se juzga el bagaje de las personas y se testa su vocación.

Posteriormente, tienen que realizar un curso de formación de tres semanas, que incluye visitas a centros y trabajar con niños. “Nos permite juzgar si saben aplicar la teoría, pero también si tienen empatía con los niños y si saben trabajar con ellos”.

En cuanto a los objetivos marcados, aspiran a alcanzar los 270 centros en 2025, sumando España, Italia y Portugal. “Hay un plan de expansión muy potente para alcanzar los 35.000 alumnos”, adelanta.

Las zonas donde más demanda tienen es precisamente donde más presencia tienen. “Donde no tenemos presencia de marca es donde más nos está costando expandirnos, pero vamos llegando a todas”. Para este año los objetivos estaban puestos en Madrid y Barcelona, donde más centros tienen, pero donde aún identifican oportunidades para crecer.

El canon de adhesión es de 2.000 euros. “La principal inversión que tiene que hacer el franquiciado al arrancar con nosotros es la adecuación del local, que oscila entre los 15.000 y los 25.000 euros”, asegura Tejerina. “Hay bastante oferta de locales, así que podemos buscar con cuidado para tratar de reducir la inversión”, insiste.

Además, desde la compañía ofrecen numerosas ayudas, varias a fondo perdido, para que los franquiciados puedan arrancar con la mayor garantía posible. “El objetivo es que en dos años los centros estén establecidos”, fija. Para lograr este objetivo, destacan las subvenciones destinadas al alquiler del local: “Durante el primer año cubren el 70% de la inversión, y durante el segundo el 20%, a fondo perdido”, destaca Tejerina.