La demanda, clave para el PNIEC y el mercado eléctrico renovable

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) es el documento estratégico que todos los países miembros de la Unión Europea deben elaborar, en el que se establecen los objetivos y medidas para la transición energética y es la herramienta de planificación estratégica nacional que integra la política de energía y clima. Fue aprobado en 2021 y los resultados contemplados en el mismo se convirtieron en objetivos mínimos nacionales para 2030.

Entre los objetivos del PNIEC en vigor se persigue un aumento del 32% de renovables sobre el consumo total de energía final bruta para toda la UE, un 32,5% de mejora de la eficiencia energética, un 15% de interconexión eléctrica de los Estados miembros, una reducción de un 40% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990 (un objetivo de reducción que implica eliminar una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero que se emiten actualmente), la disminución de hasta un 64% de nuestra dependencia energética del exterior e impulsar el empoderamiento ciudadano para convertirnos en protagonistas y actores activos de la transición energética. Pero la actual crisis energética requiere una actualización del documento en la que se incluyan objetivos más ambiciosos y en línea con los definidos por la Unión Europea para 2030.

Por este motivo, el Ministerio para la Transición Ecológica ha organizado una serie de jornadas de trabajo con diferentes agentes del sector, con el objetivo de recoger todas las ideas e inquietudes, las cuales se plasmarán en un borrador que será presentado a consulta pública con el objetivo de enviar la actualización antes del próximo 30 de junio, tal y como exige la Unión Europea.

Desde ENTRA Agregación y Flexibilidad hemos tenido la oportunidad de asistir a todas las jornadas organizadas por el MITECO y, en la primera sesión, nos llamó poderosamente la atención que las medidas más comentadas habían sido las que tenían que ver con la gestión de la demanda, almacenamiento y flexibilidad, lo que da idea del interés y la necesidad de introducir la gestión de la demanda en el nuevo mercado eléctrico hacia el que nos dirigimos. Nuestra asociación lleva tiempo trabajando estos nuevos conceptos y tenemos el convencimiento de que es necesario acelerar el despliegue y soluciones de gestión de la demanda, así como abrir todos los servicios y mercados a la participación de la misma.

ENTRA fue invitada a participar en la tercera jornada de trabajo en la que se trató específicamente El Futuro de la Demanda en una mesa redonda en la que tuve la oportunidad de participar junto a otros actores claves del sector energético y expertos en flexibilidad y gestión de la demanda. Los participantes en la mesa pudimos dar nuestra visión del papel de la demanda en el sistema energético a medio y largo plazo. Desde ENTRA tenemos la convicción que la demanda energética del futuro será una demanda electrificada y activa, que deberá ser tenida en cuenta como un recurso del mix eléctrico, así como en la planificación del sector, considerando la transmisión y distribución eléctrica no solo como consumo, sino también como herramienta de acompasamiento a la generación renovable. La demanda tendrá que ser capaz de dar servicios activamente: en peak hours para mover su consumo hacia otros momentos y, en momentos de generación renovable, ser capaz de consumir para evitar vertidos y aprovechar la generación renovable.

¿Qué debería incluir la próxima actualización del PNIEC?: Desde ENTRA Agregación y Flexibilidad abogamos por la participación no discriminatoria de estos recursos en todos los mercados eléctricos, tal y como propone el denominado “Paquete de energía limpia para todos los europeos”, fomentando así el valor que su flexibilidad aporta hacia un sistema energético eficiente, descarbonizado y desgasificado.

Ya en la consulta pública de 2022 que buscaba revisar y actualizar el PNIEC, alegamos la necesidad de acelerar el despliegue y soluciones de gestión de la demanda, así como abrir todos los servicios y mercados a la participación de la misma. Hace falta una campaña de comunicación para que los consumidores conozcan sus posibilidades y los beneficios que la gestión de la demanda aporta al sistema eléctrico y a los distintos stakeholders. Se debe incorporar un 5% de reducción de demanda pico para 2025 y un 10% para 2030. España debe facilitar y promover soluciones donde se den señales para adecuar el consumo eléctrico cuando requiera que esta electricidad se produzca con gas. Esto se traduce en promover iniciativas que a través de señales de mercado o subastas donde el consumidor activo ya sea industrial, comercial, doméstico o público, adquiera un compromiso de adecuar el consumo eléctrico de la red-mercado a cambio de una compensación. Es una herramienta reconocida clave para la reducción de la exposición al gas. Se diseñan para activarse ante picos de consumo eléctrico que necesitarían gas en su producción y para acompasar el crecimiento de generación renovable para tener un consumo más verde, económico y autónomo, además de evitar vertidos.

El actual PNIEC, en su medida 1.2, recoge mecanismos de actuación, tales como desarrollar el marco regulatorio y normativo para la gestión de demanda y el almacenamiento, impulsar el acoplamiento de sectores (hidrogeno y P2X), gestión de recursos energéticos distribuidos en mercados locales y ofrecer opciones y señales adecuadas para el consumidor. Además de impulsar y acelerar el despliegue de estos mecanismos de actuación, hay otros mecanismos que a nuestro juicio deben incluirse en el nuevo PNIEC, tales como el objetivo de flexibilidad (que también pide la reforma de mercado eléctrico), planificar la flexibilidad e implementar subastas de mercado diario e intradiario específicos para la participación de la demanda y almacenamiento.

En definitiva, desde ENTRA Agregación y Flexibilidad pedimos acelerar la transposición plena y ya retrasada de las directivas y reglamentos europeos vigentes que, además, para el área de flexibilidad de la demanda la propuesta de reforma de mercado interno refuerza con nuevas herramientas concretas, tales como objetivos, planificación nacional de flexibilidad y de pagos por capacidad.