Bruselas sale “al rescate” de la industria y los consumidores

Bruselas presenta en la misma semana tres propuestas regulatorias, dentro del Plan Industrial del Pacto Verde, para mejorar la competitividad de las industrias europeas y beneficiar al consumidor. Hablamos de la Reforma del Mercado de Electricidad, la Ley de Industria Net Zero y la Ley de Materias Primas Críticas.

La Comisión Europea ha presentado el primer pilar del Plan Industrial del Pacto Verde, formado por tres propuestas: la Reforma del Mercado de Electricidad, la Ley de Industria Net Zero y la Ley de Materias Primas Críticas.

Respecto a la reforma del mercado mayorista, el objetivo de Bruselas es impulsar las renovables, proteger mejor a los consumidores y mejorar la competitividad industrial. El Ejecutivo comunitario quiere que las energías renovables ganen más peso en el mix eléctrico en detrimento del gas mediante contratos a largo plazo entre generadores y consumidores que garanticen la rentabilidad para incentivar la inversión en fuentes sostenibles, pero que arrojen también precios más bajos y estables.

El texto mantiene el sistema de precios marginalista en el mercado intradía, de forma que la tecnología más cara, generalmente el gas, fija el precio del resto de formas de generación, pero promueve que se reduzca la exposición a ese mercado volátil, facilitando que, de facto, se pueda desacoplar el precio del gas del de la electricidad.

Para ello, Bruselas propone impulsar los contratos a largo plazo de suministro energético a través de dos fórmulas: contratos de compraventa (PPA) entre actores del sector privado, en los que empresas industriales y compañías energéticas acuerdan el suministro durante un tiempo determinado a un precio previamente fijado, y contratos por diferencia (CfD) bilaterales en todas las subastas estatales con generadores de electricidad con tecnologías renovables que previamente han realizado inversiones apoyadas con fondos públicos.

Según el Ejecutivo comunitario, los Estados miembros estarán obligados a canalizar el exceso de ingresos que perciben cuando los precios son altos para rebajar las facturas eléctricas de todos los consumidores. Se podrán beneficiar de este tipo de contratos las inversiones no sólo en energía solar o eólica, sino también la tecnología nuclear, tanto en la ampliación de las centrales existentes como en la creación de nuevas plantas.

La Comisión quiere también que los Estados miembros garanticen el suministro eléctrico a los consumidores vulnerables en caso de que no puedan hacer frente a las facturas y, en su propuesta, permite a las capitales ampliar los precios minoristas regulados a los hogares y las pymes en caso de crisis. El Ejecutivo comunitario también quiere fomentar que los particulares que generen su propia electricidad, por ejemplo con placas fotovoltaicas, puedan vender el excedente a sus vecinos.

Bruselas prevé también facilitar esquemas de capacidad y almacenamiento, de forma que durante los picos de consumo se pueda generar más electricidad de origen fósil o verter al sistema la que se haya almacenado, así como establecer mecanismos de reducción de demanda en los que se paga a un gran consumidor, por ejemplo a una planta industrial, a cambio de interrumpir su abastecimiento en momentos de picos de demanda.

Ley de Industria Net Zero

La segunda propuesta de Bruselas es la Ley de Industria Net-Zero, con la que pretende hacer frente a la Inflaction Reduction Act (IRA) de EEUU. Bruselas pretende conseguir que la capacidad de fabricación de sectores cruciales para alcanzar el cero neto en 2050, se aproxime o alcance, al menos, el 40% de las necesidades de despliegue de la Unión para 2030. Para ello, se apoya, principalmente, en ocho tecnologías: solar térmica y fotovoltaica; eólica terrestre y renovables marinas; baterías y almacenamiento; bombas de calor y geotermia; electrolizadores y pilas de combustible; biogás/biometano; captura y almacenamiento de carbono (CCS) y tecnologías de red.

La Ley mejorará las condiciones para invertir en tecnologías cero netas reduciendo la carga administrativa y simplificando los procesos de concesión de permisos. También propone dar prioridad a los Proyectos Estratégicos Net-Zero. Asimismo, establece el objetivo de la UE de alcanzar una capacidad de inyección anual de 50 Mt en sitios estratégicos de almacenamiento de CO2 en la UE para 2030, con contribuciones proporcionales de los productores de petróleo y gas de la UE.

Para facilitar el acceso a los mercados, el texto exige que las autoridades públicas consideren criterios de sostenibilidad y resiliencia para las tecnologías cero netas en la contratación pública o las subastas. Asimismo, introduce nuevas medidas para garantizar que haya mano de obra cualificada para la producción de esas tecnologías, incluida la creación de Academias industriales Net-Zero.

La Ley permitirá a los Estados miembros establecer entornos de pruebas para probar tecnologías innovadoras cero emisiones netas y estimular la innovación. Se creará una plataforma Net-Zero Europe que ayudará a la Comisión y a los Estados miembros a coordinar acciones e intercambiar información. También apoyará la inversión al identificar las necesidades financieras, los cuellos de botella y las mejores prácticas para proyectos en toda la UE.

Ley de Materias Primas Críticas

Bruselas también ha presentado una propuesta de Ley para reducir la dependencia de los países de la Unión de importar materias primas críticas de terceros países, necesarias para su uso en distintos sectores, cuya demanda está aumentando a nivel global. En el caso del sector energético, destacan el uso de tierras raras para turbinas eólicas; el litio, cobalto y níquel para fabricar baterías; y el silicio para semiconductores.

A este respecto, Bruselas propone que, al menos, el 10% del consumo anual de materias primas se extraiga de la UE; que, al menos, el 40% del consumo provenga de procesos de transformación realizados en la Unión; que, al menos, el 15% del consumo provenga del reciclaje; y que ningún Estado miembro importe de un solo país más del 65% de su consumo de cualquier materia prima esencial.

Asimismo, el plan europeo propone que los proyectos considerados estratégicos reciban apoyo para acceder a la financiación y se beneficien de unos plazos de concesión de permisos más cortos: 24 meses para los permisos de extracción y 12 meses para los de transformación y reciclado.

La propuesta también contempla el seguimiento de las cadenas de suministro de materias primas fundamentales y la coordinación de las reservas de materias primas estratégicas entre los Estados miembros. Algunas grandes empresas tendrán que llevar a cabo una auditoría de sus cadenas de suministro de materias primas estratégicas, incluida una prueba de resistencia a nivel de empresa.

La Comisión pretende crear una asociación de competencias a gran escala sobre materias primas fundamentales y una Academia de Materias Primas para promover las capacidades para la mano de obra en las cadenas de suministro. La normativa también pretende mitigar los impactos negativos en lo que respecta a derechos laborales, derechos humanos y protección del medio ambiente.

Asimismo, los Estados miembros tendrán que adoptar medidas nacionales para mejorar la recogida de residuos ricos en materias primas fundamentales y garantizar su reciclado para obtener materias primas secundarias. Además, todos los productos que contengan imanes permanentes deberán cumplir los requisitos de circularidad y proporcionar información sobre reciclabilidad y contenido reciclado.

La UE tendrá que reforzar su compromiso mundial con socios de confianza y buscará asociaciones beneficiosas con los mercados emergentes y las economías en desarrollo. La UE deberá intensificar las acciones comerciales, entre otras cosas estableciendo un Club de Materias Primas Fundamentales para todos los países afines dispuestos a reforzar las cadenas de suministro mundiales.