Vestas supera los 400 MW vendidos en España en 2023

La llegada de nuevos modelos de palas a la fábrica que la compañia tiene en Daimiel (Ciudad Real), está siendo acompañada por otras iniciativas orientadas a convertir la fabricación de palas en un proceso libre de emisiones de carbono y totalmente circular.

El gigante eólico Vestas ha superado el ecuador del año acumulando más de 400 MW en pedidos de aerogeneradores. La cifra muestra la buena salud de la empresa en un año todavía complicado para los fabricantes eólicos, pero también muestra la recuperación del mercado eólico español tras varios años rindiendo por debajo de las expectativas marcadas en el Plan Nacional de Energía y Clima. El PNIEC se había marcado el objetivo de instalar más de 2,2 GW anuales de capacidad eólica, y en los últimos dos años la media de instalaciones se había quedado en 1,2 GW por año.

El nivel de actividad en el país podría aumentar exponencialmente si una buena parte de los 13 GW de proyectos eólicos con una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva consigue la autorización administrativa para comenzar la construcción de los parques eólicos antes de enero de 2024. Esta es la última fecha límite fijada por el Ministerio de Transición Ecológica tras la prórroga de seis meses anunciada el pasado mes de junio. La esperada oleada de proyectos, sin precedentes en nuestro país, podría someter a la cadena de suministros de la industria eólica a una extraordinaria presión si no se amplía la fecha límite marcada por el gobierno para su conexión a la red eléctrica, fijada para julio de 2025 y que podría dejar apenas un año y medio para su instalación.

“Tenemos la capacidad, como empresa y como industria, de atender una subida acelerada de la demanda en los próximos dos años”, afirma el director general de Vestas en España, Agustín Sánchez-Tembleque. “Pero todavía tenemos que afrontar grandes retos en el mercado. El establecimiento de objetivos ambiciosos renovables contrasta con la incertidumbre legislativa y la falta de visibilidad sobre la evolución del mercado, lo que nos deja poco margen para optimizar los recursos de nuestra cadena de suministros”, continúa Sánchez-Tembleque.

“A medio y largo plazo, la complejidad y falta de seguridad jurídica que rodea la tramitación de permisos de construcción y transporte continúa teniendo una repercusión muy negativa sobre tiempos y costes, y podría dar lugar a nuevos y peligrosos cuellos de botella. La agilización de estos trámites constituye, sin duda, el principal obstáculo a la transición energética española”, concluye el directivo.

Daimiel fabricará el nuevo modelo V163

En los últimos meses, Vestas ha acompañado los anuncios de grandes pedidos en España con la decisión de localizar la fabricación de la nueva pala eólica V163 en su planta de Daimiel, Ciudad Real.

El centro, que actualmente emplea a 1.300 trabajadores, acapara la fabricación de tres de los modelos de palas más exitosos de la empresa en Europa. “Esperamos que las palas V150, V163 y V136 continúen teniendo un importante papel en la transición energética española y europea. Su ubicación en Daimiel evidentemente facilita el transporte a toda Europa y también tiene un impacto muy positivo en la huella de carbono de los proyectos”, apunta el director de la planta manchega, Roberto Meiriño.

La carrera hacia una industria eólica circular y libre de emisiones.

El auge del mercado español se produce en plena carrera de la industria eólica por convertirse en una fuente de energía totalmente sostenible. El pasado mes de febrero, Vestas anunció un nuevo método para el reciclaje de palas aplicable a aerogeneradores existentes y que busca convertir palas con 20 ó 30 años de vida en nuevas palas eólicas con calidad óptima.

En Daimiel, la llegada de nuevos modelos de palas se ha visto apoyada por otras iniciativas orientadas a convertir la fabricación de palas en un proceso libre de emisiones de carbono y totalmente circular. En 2022, la planta de Daimiel logró reducir el 80% de sus emisiones sustituyendo sus calderas de gas natural por calderas de biomasa que utilizan como combustible hueso de aceituna producida localmente. Sólo con este proyecto, Vestas evita la emisión de más de 1.000 toneladas de CO2 al año, que representan el 5% de las emisiones anuales de todas las fábricas de palas de la compañía en el mundo.

En 2023, la planta de Daimiel está impulsando un nuevo proyecto para incorporar el uso de pinturas en base agua en el proceso de pintado de las palas, eliminando la utilización de disolventes y reduciendo aún más las emisiones de carbono en el proceso de fabricación.