¿Se convertirá el biogás en el autoconsumo del sector gasista?

El Plan Nacional de Energía y Clima que presentó el Gobierno a finales de junio prevé la instalación de 35 bcm de biogás hasta 2030. Alrededor de 1.000 instalaciones han pedido ya el punto de conexión a la red, lo que supondrá el acceso a una posible producción por parte de las tradicionales compañías de gas, pero también de grandes consumidores (vertederos, granjas, depuradoras) que reducirán el consumo del hidrocarburo tradicional por otro de generación limpia, al estilo del autoconsumo.

El Ministerio ha decidido apostar por el máximo desarrollo de las renovables y ha elevado la inversión desde los 220.000 millones de la anterior edición hasta 294.000 millones (un 85% provendrá del sector privado y el 15% será público). A ellos se sumará un ahorro de 90.000 millones en importaciones de combustibles fósiles durante todo el periodo. El borrador prevé subir diez puntos porcentuales la producción de energía autóctona, alcanzando el 49%, lo que proporcionaría dicho ahorro.

Todos estos números estarían muy bien si se pudiera ver que algunas de las cifras que aparecen resultasen coherentes con los planes de inversión de las compañías. Naturgy, uno de los principales impulsores del biogás, se prepara para iniciar una inversión en este tipo de plantas pero, a priori, parece insuficiente para cubrir su cuota de mercado en estos momentos.

La compañía, no obstante, cree que el objetivo del Gobierno se queda corto, al igual que la patronal Sedigas, pero lo cierto es que el volumen de inversión necesario para alcanzar estos desarrollos no parece estar en línea con los planes de crecimiento de Naturgy, Redexis, Nortegas, Verdalia o Vogt, que aunque ambiciosos, parecen insuficientes para alcanzar estas cantidades.