Lecciones de los ‘líderes en ecodatos’ para descarbonizar los ‘Data Centers’

Aunque casi la mitad de las organizaciones en España asumen que no tienen acceso a los datos adecuados para conseguir reducir la huella energética de sus datos, la respuesta está en la propia infraestructura de los centros de datos.

Los principales expertos en climatología advierten que será difícil alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de reducir 1,5°C de media para revertir el cambio climático en los próximos años. Aunque con ciertas limitaciones, lo cierto es que empresas y responsables políticos se están movilizando.

En una reciente encuesta encargada por Hitachi Vantara, se revela que seis de cada diez empresas españolas aseguran haber desarrollado planes para lograr la neutralidad de carbono (62%). Han puesto en marchas medidas de eficiencia energética, pero la realidad es que esos planes responden más a un marco de iniciativas políticas, como el Pacto Verde Europeo, que a una apuesta inmediata real por reducir su huella energética.

Cada día consumimos y almacenamos mayores cantidades de datos y el consumo de su gestión total en todo el mundo ha aumentado un 136% entre 2019 y 2022. Además, con los avances tecnológicos más recientes, marcados por la IA, la web 3, la movilidad sostenible basada en datos, la industria de los videojuegos y la salud predictiva, entre muchos otros; los centros de datos tendrán que acomodar cargas de trabajo aún mayores que dispararán el consumo de energía y las emisiones de carbono.

A menudo se descuida a un contribuyente silencioso de emisiones: la infraestructura de datos. De cara a los próximos dos años, aunque la mitad de las organizaciones espera que la huella de carbono de su centro de datos disminuya, siguen apareciendo expectativas preocupantes, como que el 30% de las empresas espera que su impacto medioambiental aumente y el 16% cree que se mantendrá en los mismos niveles.

Para hacer frente al enorme aumento de los volúmenes de datos, algunas compañías han recurrido a la nube pública para controlar su consumo. Pero trasladarlas ahí no hace que desaparezcan. Por eso, la respuesta a la sostenibilidad de los datos está más cerca de casa que nunca: en el propio centro de datos.

En este sentido, las empresas se ven sometidas a una presión interna y externa cada vez mayor y señalan que los próximos dos años serán cruciales para avanzar hacia la sostenibilidad de su centro de datos. El cumplimiento de la normativa actual es identificado como un desafío, al mismo tiempo que es visto por el 46% de las empresas españolas como una de las principales causas para ser cada vez más sostenible.

Para algunas firmas, el reto de la descarbonización de sus centros de datos nace del inadecuado acceso a los datos de sostenibilidad, así como de la falta de métricas estandarizadas y herramientas de medición cuando estos datos están disponibles.

De hecho, casi la mitad de las organizaciones en España (42%) asume que no tiene acceso a los datos adecuados ni a los profesionales necesarios para conseguir su objetivo de sostenibilidad, lo que refleja las lagunas existentes en los recursos del mercado local y la falta de programas corporativos. Las compañías no tienen claro cómo afrontarlo en solitario, de hecho, tres de cada cinco organizaciones necesitarán apoyo externo (público o privado) para transitar hacia fuentes de energía alternativas.

La encuesta para Hitachi Vantara identificó a aquellas organizaciones que ya han convertido sus compromisos en acciones. Son las denominadas líderes en ecodatos. Son aquellas compañías que proyectan sus instalaciones minimizando el impacto en el medio ambiente gracias a elementos clave del diseño, como el uso de la energía y del agua, el control de la generación de CO2 y los materiales necesarios para producir el equipo integrado.

Cuentan con una visión diferente sobre la sostenibilidad y su relación con el negocio. Consideran que la sostenibilidad está entrelazada de forma inextricable con el valor empresarial y la ven como una oportunidad para hacer crecer su negocio, atraer capital riesgo, satisfacer las expectativas de los clientes y optimizar los costes.

Pero también actúan de forma diferente. Estas compañías suelen distribuir las responsabilidades de liderazgo entre los niveles superiores de su organización. Con una sección transversal de la alta dirección que desempeña un papel más importante en la toma de decisiones sobre sostenibilidad.

En la cúspide, el director general se sitúa a la vanguardia de los programas de sostenibilidad y se responsabiliza personalmente de los indicadores clave de sostenibilidad, en contraste con lo que ocurre de forma más generalizada en otras organizaciones.

Parte del problema radica en que algunos ejecutivos de la alta dirección no son plenamente conscientes de la importancia de hacer los centros de datos más sostenibles. Quienes más conciencia tienen de esto en las organizaciones son los directores de los departamentos de datos, mientras que sólo uno de cada dos CEOs ve la gestión de su centro de datos como una forma efectiva de reducir la huella de carbono.

Por último, los líderes en datos ecológicos nos enseñan que las empresas deben avanzar a la velocidad de la innovación, no de la regulación. El sector no puede esperar a que la normativa les obligue a actuar. La innovación debe estar en el centro de las estrategias de los centros de datos, ya que las empresas deben ser pioneras en nuevas soluciones para reducir las emisiones de carbono.