El mercado del BioGLP crecerá un 40% en Europa en 2028
Su comercialización y distribución se incrementa, particularmente, entre los consumidores no conectados a la red de gas.
El BioGLP aspira a convertirse en una de las fuentes de energía limpia que ayudarán a Europa a conseguir el objetivo de neutralidad climática en 2050. Junto a los gases licuados convencionales, este biocombustible juega un papel esencial para garantizar una transición ecológica territorialmente justa, siendo una fuente de energía accesible en áreas rurales (ampliamente utilizados), zonas desconectadas de la red y regiones ultraperiféricas.
El BioGLP se produce a partir de materias primas orgánicas y renovables. Entre otras, se emplean residuos vegetales y animales, aceites vegetales y biogás. También se puede llegar a obtener de energía solar y eólica, así como de CO2 capturado. Se puede utilizar en el ámbito doméstico (calefacción, agua caliente sanitaria y cocina); transporte y movilidad (AutoGas); agricultura (combustible para vehículos, secado de cosechas, cría de aves de corral); aplicaciones industriales (para la generación de calor útil en procesos como la producción de acero o destilerías); sector comercial y de servicios (por ejemplo, en hoteles rurales).
Una de las ventajas de este biocombustible es que, al ser químicamente idéntico al GLP convencional, puede usarse en infraestructuras y equipamientos ya existentes (vehículos o calderas), evitando tener que cambiarlos o actualizarlos. También puede utilizarse de forma pura o mezclado con gases licuados convencionales.
Asimismo, contribuye a la descarbonización y mejora de la calidad del aire. En función de la materia prima empleada, el BioGLP puede reducir hasta un 95% las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles fósiles y hasta un 80% en comparación con los gases licuados convencionales. Además, produce concentraciones muy bajas de partículas y NOx.
Aunque en cantidades modestas, el BioGLP ya se comercializa en Europa, obteniéndose fundamentalmente como subproducto en el proceso de fabricación del aceite vegetal hidrotratado (HVO, combustible procedente de aceites de cocina usados). Su gran potencial está haciendo que la industria trabaje en el desarrollo de otras vías de producción de este biocombustible, que varían según la materia prima utilizada.
Según un informe elaborado por Expert Market Research, el mercado europeo del BioGLP alcanzó un valor de 145,8 millones de dólares en 2021. Se espera que la industria crezca un 40,8% en el periodo 2023-2028, para alcanzar un valor de 1.065,3 millones de dólares en 2027.
La Asociación Europea del GLP estima que, para 2050, el mercado de gases licuados podrá ser 100% renovable, con una demanda estimada entre ocho y doce millones de toneladas, que podría ser completamente satisfecha con las tecnologías en desarrollo. A corto y medio plazo, se espera que el BioGLP proceda principalmente del biorrefinado de lípidos, la conversión de biogás y la gasificación de biomasa. En cuanto a la tecnología Power-to-X, se espera que se introduzca en el mercado europeo a partir de 2030.
En los últimos años, la industria de los gases licuados ha logrado incrementar su comercialización y distribución de BioGLP, en particular para los consumidores no conectados a la red de gas. Para continuar en esta senda de impulso del BioGLP, señalan desde la Asociación Gas Licuado, “además del compromiso de la industria, se estima necesario reconocer el BioGLP en los marcos regulatorios nacional y europeo, ofrecer incentivos a los consumidores para la transición a los gases licuados a corto plazo y al BioGLP a medio y largo plazo, así como apoyar a la industria para la producción y valorización de estos productos”.
Repsol: 725 toneladas de BioGLP
Repsol y Primagas son dos de las compañías españolas que han puesto el foco en el desarrollo de los biocombustibles. En el caso de Repsol, todos los complejos industriales están adaptando sus procesos para fabricar productos con baja, nula o negativa huella de carbono. En esa transformación, la economía circular es una palanca clave que les permite usar residuos como materia prima y desplazar el empleo de recursos fósiles.
Repsol ya fabrica combustibles renovables tipo gasóleo y SAF, materiales circulares y BioGLP, y analiza más de 40 tipos de residuos y tecnologías para asegurar la producción de biocombustibles avanzados y materiales petroquímicos circulares. Durante 2022, se han fabricado varios lotes de BioGLP en Puertollano (unas 725 toneladas) a partir de aceites de cocina usado y biomasa. Actualmente, tanto las factorías de Puertollano como la de Tarragona cuentan con certificación ISCC Plus que garantiza la trazabilidad de los residuos utilizados y la reducción de emisiones del producto.
Primagas, por su parte, se convirtió en 2020 en la primera empresa en lanzar en España el biopropano. En septiembre de ese año, llegaba el primer barco al puerto de Barcelona, iniciando así la venta de este producto en España.
Además de ser perfecto para hogares y empresas que desean reducir su huella de carbono, apuntan desde la compañía, es un gran aliado para luchar contra la España vaciada, ya que al licuarse a alta presión, se facilita su transporte por tierra y mar y su almacenamiento, lo que permite su acceso a casas y negocios ubicados en zonas rurales que no están conectadas a la red de gas natural. El biopropano está comercializado por Primagas, filial del grupo SHV Energy. Los principales consumidores del producto en el país son Canal Horeca, industrias y gasolineras.