Valdis Dombrovskis, vicepresidente económico de la Comisión Europea y comisario de Comercio: “Estamos listos para responder a Biden con más medidas anticrisis que EEUU”

En el marco del Foro Económico Mundial de Davos, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha asegurado que la respuesta europea al paquete de subsidios estadounidenses para la industria limpia será un paquete sustancial con posibilidad de superar al desplegado por el presidente Biden.

Tras su reunión con el representante comercial de EEUU sobre la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), ¿hay esperanza de que pueda haber cambios?

No es el único problema. Respecto a la Ley que menciona, es cierto que estamos interactuando a varios niveles y también tenemos un grupo de trabajo que se ocupa de estas cuestiones. Hasta ahora hemos avanzado en uno de los aspectos, el de los créditos fiscales a los vehículos eléctricos, sobre el que esperamos llegar a una solución satisfactoria. Pero hay otros elementos. Por ejemplo, en materias primas, EEUU se ha abierto a tratarnos como un socio en los acuerdos de libre comercio, que también incluiría el acceso no discriminatorio al mercado de EEUU. Esto es un indicio de apertura, pero yo diría que no tenemos aun soluciones, así que el grupo de trabajo continúa activo.

¿La respuesta de la UE será proporcional a la escala de la medida estadounidense?

Hay debates sobre el tamaño del apoyo a las empresas. Ante estos 369.000 millones de dólares, la respuesta puede ser mayor o menor dependiendo de las circunstancias, pero será un paquete sustancial. En relación a las exenciones de impuestos, hemos llegado a un acuerdo satisfactorio con EEUU, pero hay otras cuestiones como subsidios y otros elementos que siguen siendo de gran preocupación. Y, por supuesto, si nos fijamos en nuestros propios subsidios e instrumentos de respuesta a la crisis, disponemos de medios para que sean incluso mayores que los previstos por la IRA.

El paquete presentado por Von der Leyen sobre la Ley de la ‘Industria Cero Emisiones’, ¿incluirá requisitos de producción local?

No es la intención. Somos conscientes de que habrá una fragmentación global si los países responden como EEUU e introducen requisitos de ensamblaje local. Creemos que llevaría a una fragmentación de la economía global y a mayores disrupciones en la cadena de suministro. Es algo que vamos a tratar de evitar.

En política climática, EEUU siempre ha sido muy reacia a adaptar su regulación.

No tenemos ningún problema con esto. El único problema es la naturaleza discriminatoria en los vehículos eléctricos. Muchos Estados miembro también dotan de subsidios para la compra de vehículos eléctricos, pero no son discriminatorios.

¿No le parece singular que en Davos se hable de subvenciones en un lugar que representaba todo lo contrario: globalización, capitalismo, libre comercio?

El tema de este año es el riesgo de fragmentación. Todas las tendencias proteccionistas se añaden a este tipo de riesgo. Tenemos que trabajar para asegurarnos de que no cree mayores daños en la economía mundial.

¿Cómo se imagina el fondo soberano que planea la UE?

Sigue en discusión. Ahora lo vemos más como una respuesta a medio plazo, en el contexto del marco financiero plurianual. Y, en ese caso, tenemos que replantearlo en el Presupuesto de la UE, porque casi todas las reservas que tenemos en el presupuesto han bajado debido al Covid o por la agresión de Rusia, así que necesitamos disponer de esos colchones para poder hacer frente a posibles crisis.

Sobre las ayudas de Estado, Bruno Le Maire dijo que, en su visión ideal, los países europeos no pueden igualar los créditos fiscales, sino tipos muy específicos de créditos fiscales que competirían directamente con lo que está haciendo EEUU. ¿Es así como prevé que sea la flexibilización de las ayudas estatales?

Sobre las ayudas de Estado, tenemos que estructurarlas con cuidado para preservar la integridad del mercado único. Hay diferentes maneras de apoyar a las empresas. Se pueden apoyar con subsidios, con créditos fiscales, etc., pero aun así necesitamos este marco común europeo para preservar la igualdad de condiciones.

¿Tiene alguna preferencia entre subvenciones o créditos fiscales?

Esas son las dos formas en que se puede apoyar a las empresas.

El predominio del pensamiento francés de que la UE es responsable de ayudar a las industrias, no es lo que muchos de los países liberales de la UE creen. ¿Preocupa que esto sea una especie de cambio temporal en la ortodoxia económica a nivel de la UE?

La respuesta política va a consistir también en ajustes de las normas sobre las ayudas de Estado que proporcionen más margen de maniobra, pero se trata de un ajuste temporal. Es una cuestión de preservar la igualdad de condiciones, ya que el mercado único de la UE sigue siendo un asunto muy importante en cierto sentido.

¿Cree que la caída de los precios de la energía hace que los europeos estén menos ansiosos que hace unos meses?

La cuestión de los precios de la energía tendrá que ser debatida. Hay gran cantidad de medidas que hemos tomado a nivel UE, así como las iniciativas de apoyo social de los diferentes Estados miembro para apoyar a los hogares y las empresas. Vemos aún precios relativamente altos al comparar con otras regiones. Es algo que aún tenemos que abordar. En segundo lugar, tenemos que hacer frente a los problemas de seguridad de suministro energético. Este año los almacenamientos de gas están casi llenos, pero tenemos bastante gas ruso en nuestras reservas. Para el próximo inverno, todavía necesitamos un sustancial suministro adicional de gas. Y eso en un contexto en el que China abre su economía, con lo que habrá más demanda de gas.

¿La reforma de los precios marginales aún está en el horizonte? ¿La Comisión aún quiere desacoplar el precio del gas de la electricidad?

Estamos trabajando en una reforma estructural. A medida que avancemos más hacia las energías renovables, habrá muchas menos razones para vincular los precios de la electricidad con los precios del gas.

¿Apoya más sanciones a Rusia?

Tenemos que seguir ejerciendo presión sobre Rusia y Bielorrusia como coagresor. Obviamente, estoy a favor del paquete de sanciones. Estamos en conversaciones con los Estados miembros, un elemento, que es también en un debate internacional tras el tope al precio del petróleo ruso, el tope a los productos petrolíferos rusos... Los productos petrolíferos son la mayor fuente de ingresos de Rusia. El tope al precio del petróleo está funcionando, así que creo que es un buen momento para pensar en exportarlo a más productos.

El embargo empieza en unas semanas. ¿Cómo se están adaptando las empresas a este plazo? ¿Cómo ve el mundo tras su entrada en vigor y la adaptación de las industrias?

La industria ha tenido ya un tiempo sustancial para adaptarse. La Comisión Europea monitoriza la implementación de sanciones, como lo trasladan los Estados miembro y si tienen tiempo suficiente de preparación.

Sobre la agenda climática, existe la sensación en la Comisión de que el paquete ‘Fit for 55’ ha hecho que la primera pase a un segundo plano por la presión de las empresas.

No hay contradicción. Si analizamos, por ejemplo, el Plan RePower EU, insisto en que no hay contradicción. Es parte de nuestra respuesta para romper con la dependencia de los combustibles fósiles rusos. Por lo tanto, no vemos mucha contradicción entre nuestra respuesta a corto plazo y los objetivos a largo plazo. Hay algunos ajustes, por ejemplo si debería haber un aspecto en el Plan de Recuperación y en el Repower EU para diversificar el suministro de gas natural en ciertas condiciones, como instalaciones para gas natural licuado sin crear activos abandonados.