La batalla comercial por la industria renovable ha comenzado

Estados Unidos y la Unión Europea se preparan para una batalla comercial por la industria de energías renovables. La alianza que ambos bloques sellaron con el inicio de la invasión de Ucrania se resiente. El Gobierno estadounidense aprobó la llamada Inflaction Reduction Act que supone un paquete de ayudas millonario para lograr incrementar la implantación de la industria sostenible en el país y ahora es la Comisión Europea la que ultima la respuesta para evitar una fuerte deslocalización industrial.

Pese a que los gobiernos de EEUU y la Comisión Europea han buscado fórmulas para resolver las discrepancias, los grupos de trabajo que se han constituido no han sido capaces de alcanzar acuerdos.

Bruselas lanzará a mediados de febrero la Net Zero Industry Act que pretende otorgar ayudas similares para evitar la deslocalización. La intención del comisario de Mercado Interior y de la comisaria de Competencia es mantener las mismas condiciones de competitividad entre ambos bloques.

El impulso que Biden quiere darle al “Made in America” puede suponer que industria tecnológica con capacidades que pueden ser avanzadas acaben allí. Pruebas ya tenemos en España. La micropyme de hidrógeno del expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, está a punto de caer en manos de un fondo americano y eso que está recibiendo un enorme paquete de ayudas tanto españolas como comunitarias.

A la espera de que se conozcan los detalles de la propuesta comunitaria, Europa se plantea ya la creación de un fondo que pueda contribuir a reducir esas diferencias y que obtendría la financiación de la emisión de deuda comunitaria.

Este proyecto además irá ligado a las medidas previstas para garantizar el acceso a los llamados materiales raros, al desarrollo de capacidad para la fabricación de chips y al lanzamiento del futuro banco del hidrógeno.

Todas estas medidas pretenden que Europa no pierda competitividad por su apuesta por la transición ecológica. Bruselas es consciente de que se necesita reforzar la autonomía estratégica y que una apuesta por incrementar el peso del sector secundario es cada vez más necesario para poder afrontar los retos, pero para ello hay que facilitar las condiciones de inversión y permitir que los retornos que se obtengan sean adecuados. La batalla ha comenzado y el enfrentamiento por posicionarse en la tecnología sostenible sea cada día más importante para los estados.