Transición energética y renovables: siguientes pasos para hacer frente al elevado precio de la luz

Los últimos meses han sido cruciales en el sector energético. Hemos vivido una situación excepcional donde los precios de la luz han llegado a alcanzar máximos históricos en Europa. Esto ha hecho reflexionar a toda la sociedad, incluyendo administraciones, empresas y compañías sobre la urgencia para buscar una solución sostenible a largo plazo, en una sociedad cada vez más digitalizada.

¿Cuáles son los motivos detrás de estas elevadas cifras? Es complicado señalar unos por encima de otros, pero se podría decir que uno de los más determinantes es el precio del gas, utilizado en la producción de electricidad en los ciclos combinados, y otro igualmente significativo, los derechos de emisión de CO2 que deben pagar las centrales de generación. La dificultad es que esta tendencia podría continuar a corto y medio plazo, afectando de igual manera en toda la cadena, en todos los sectores.

Sin duda, hay que buscar soluciones para rebajar la factura lo más pronto posible. De lo contrario, esta crisis energética acabará afectando a muchas empresas y personas. Lo importante ahora mismo es tener claro cuáles son los próximos pasos a realizar para evitar volver a estar en una situación como la que hemos vivido este último año en España: Hablamos de acelerar la transición energética.

La transición energética tiene un fin: garantizar la sostenibilidad del sistema

Una de las soluciones para hacer frente al precio energético y al cambio climático es clara: perseguir la generación eléctrica renovable y luchar una mejor electrificación de la economía. Para conseguir esto, los Gobiernos deben entender con rapidez que no pueden seguir dejando el despliegue y la integración de las renovables en un segundo plano, y nosotros, como ciudadanos, debemos exigirles más porque forma parte de un aspecto de interés público general.

Factores como la escasez de materiales, la crisis del gas y el petróleo, debería de empezar a abrir los ojos a dichos gobiernos y entidades, tanto públicas como privadas.

La sociedad debe asumir que, para una transición energética exitosa en base a energías renovables y a un modelo energético distribuido, una de las opciones más efectivas es almacenar la energía en baterías de ion de litio.

Almacenar la energía excedente en periodos de sobreproducción para ser consumida en periodos donde, por ejemplo, no haya suficiente radiación solar fotovoltaica como son las horas nocturnas, podría garantizar la sostenibilidad del modelo energético.

La tecnología que ayudará a dar el paso hacia la nueva y necesaria era energética

No se espera un regreso a la energía de bajo coste a corto plazo. Como consecuencia, la economía energética cambiará hacia la generación renovable distribuida, ya que el precio por kWp de la generación fotovoltaica es inferior al coste por unidad comparable de combustible fósil.

En este sentido, la generación de energía fotovoltaica in situ y las soluciones de almacenamiento de energía pueden dotar un grado de autosuficiencia energética a las empresas y a los hogares, ayudándolas a contribuir a un sistema de red más flexible y resistente y a abordar mejor las fluctuaciones del mercado energético.

En el contexto energético actual, las tecnologías de almacenamiento con baterías de ion de litio se posicionan como una solución clave que puede ayudar a las personas y empresas a modular su consumo y ajustarlo a aquellos tramos horarios que sean más rentables, avanzando hacia la descarbonización de la economía. Estos sistemas de almacenamiento de energía y autoconsumo interactúan con la red y permiten superar el problema de la volatilidad de suministro de las energías renovables, aportando el excedente de energía renovable que el usuario haya generado y no requiera.

Es importante resaltar que España se encuentra en una posición privilegiada para el uso de energías renovables, pero su dependencia energética se sitúa por encima de la media europea (entre el 73% y el 74% en 2019, según el Instituto Nacional de Estadística). Aunque las energías renovables contribuyen a reducir esta dependencia energética exterior, éstas están demasiado sometidas a las condiciones climáticas, por lo que el papel de las tecnologías de almacenamiento en baterías de ion de litio que interactúan con la red será fundamental para seguir avanzando hacia un nuevo modelo energético más fuerte.

Existen normativas que apoyan la idea de la necesidad de este cambio, como el Real Decreto Ley 6/2022, que aborda toda una serie de medidas urgentes destinadas a bajar la factura eléctrica donde sitúa a las energías renovables en el centro de la solución. A su vez, la Organización de las Naciones Unidas ha establecido la década de 2021 a 2030 como la década de la acción, en la que se exige acelerar las soluciones sostenibles dirigidas a los principales desafíos del mundo.

En conclusión, ni España como país, ni nosotros mismos como ciudadanos podemos desaprovechar la oportunidad de contribuir a un gran salto hacia adelante en la historia del sector energético.

Lo importante ahora es que todos pongamos de nuestra parte, y que hagamos que, tanto la transición energética como el desarrollo sostenible, sea una realidad. Ahora estamos en el momento oportuno para este cambio.