‘RePowerEU’: hacia una Europa justa, verde y competitiva

El ataque de Rusia a Ucrania despertó en muchas personas sentimientos y miedos que parecían impensables en la Europa actual. La sensación de frustración por no poder evitar una guerra en nuestro continente, ha acompañado a millones de europeos que, además, han visto cómo muchos países de la UE seguían comprando energía a Rusia mientras, a la vez, les imponían sanciones.

¡Qué absurda paradoja! Pedir sanciones contra Rusia mientras millones y millones de euros -casi 100 billones de dólares en 2021 según William Jackson, economista de Capital Economics- de familias y empresas europeas se destinan a diario a pagar gas ruso para abastecer a todo el continente de energía. Pero, por otra parte, si nos paramos a pensarlo, ¿qué soluciones con impacto inmediato había cuando la alternativa al consumo de este gas era no poder suministrar energía en hogares, fábricas e instalaciones?

Del mismo modo que pasó con otros sectores, el sector energético, tan grande y omnipresente en todas las actividades diarias, y que a la vez puede resultar tan ajeno, también depende de las decisiones que tomamos como consumidores individuales cada día. Lo que era difícil de imaginar es que la geopolítica mundial también se viera influenciada por estas pequeñas decisiones que tomamos en nuestro día a día.

La Comisión Europea lo tiene claro: la nueva realidad geopolítica y del mercado de la energía nos exige acelerar drásticamente la transición hacia una energía limpia y, a la vez, tenemos la obligación de incrementar nuestra independencia energética frente a proveedores que causan inestabilidad al mercado con unos combustibles fósiles volátiles.

Es por ello por lo que todos los países se han unido en la búsqueda de soluciones a medio y largo plazo para reducir la dependencia energética de Europa y, actualmente, solo cabe alegrarnos por la publicación, el pasado mes de mayo, del plan RePowerEU. Una apuesta de inversión estratégica y en el largo plazo. Una apuesta por la eliminación progresiva de nuestra dependencia de los combustibles que, sin duda, y con la unión de todos los países europeos, puede conseguirse mucho antes del año 2030. Y es que el objetivo del plan RePowerEU no es otro que garantizar mediante la eficiencia, las energías renovables y el autoabastecimiento, el suministro de energía limpia en todos los países de la Unión. En definitiva, este plan busca promover una energía más asequible, segura y sostenible para los países de la Unión Europea.

En este sentido, es más importante que nunca reducir la dependencia energética exterior e invertir y fortalecer la industria europea para que situaciones como la descrita dejen de producirse, así como para evitar posibles situaciones como las que anticipan países como Italia o Alemania, que prevén un invierno difícil por falta de reservas.

El sentimiento de estos países se ha reflejado en toda Europa -Italia, Portugal, Grecia y España se unieron para combatir el alza de los precios generados por la guerra en Ucrania- y los Estados de la UE se han alineado en la reducción de consumos con medidas de ahorro inéditas hasta la fecha, pero sin duda necesarias. No solo es vital acelerar el despliegue de renovables y reducir la dependencia de Rusia, si no que resulta igual de crítico reducir el consumo energético en la medida de lo posible.

No olvidemos que la Unión Europea ya tenía objetivos climáticos muy claros antes de que estallara la guerra de Ucrania, pero, sin duda, la situación generada tras el conflicto ha acelerado estos objetivos y ha provocado que ahora, más que nunca, la política energético-climática europea vaya de la mano de la seguridad.

Por ello, el objetivo planteado por Europa en materia de producción de energía renovable hasta 2030 es muy ambicioso: el RePowerEU lo marcó en un 45% de renovables en el mix energético para 2030. De hecho, y gracias a las medidas de este plan, podríamos eliminar al menos 155.000 millones de metros cúbicos de uso de gases fósiles, lo que equivale al volumen importado en Rusia en 2021.

El gran reto al que nos enfrentamos viene acompañado de diversas oportunidades: por una parte, aumentar la competitividad de nuestra industria con el desarrollo de soluciones energéticas más económicas como son el autoconsumo, las bombas de calor o los PPA; y por otra, desarrollar en Europa industrias claves para la fabricación de componentes estratégicos que electrifiquen la economía y la sociedad tales como las baterías, módulos y soluciones de hidrógeno verde.

Oportunidades que se abren para Europa, en general, y para España, en particular. Nuestro país tiene una posición muy ventajosa frente al resto de países europeos y puede recuperar la posición dominante que llegó a tener en los inicios del desarrollo de este tipo de generación verde. Tecnología y know how nos convierte en más que competitivos y RepowerEU nos brinda una oportunidad más de liderar la transición hacia la sostenibilidad ambiental que tanto estamos esperando.

La situación que nos encontramos durante la pandemia en 2020 fue un claro ejemplo. Nos dimos cuenta de que una gran parte de nuestras necesidades diarias no son producidas en Europa y, por ende, no nos queda otra que importarlas.

Esta enseñanza que nos dejó la pandemia, sumada a la dramática situación que estamos viviendo en el continente europeo, debe ser aprovechada para, como bien indica Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo para el Acuerdo Verde Europeo, podamos “garantizar una transición que haga a Europa justa, verde y competitiva”. En definitiva, una transición sostenible.