“El desarrollo de la eólica marina va a suponer un importante impulso para el sector naval español”

El desarrollo de esta tecnología supondrá una gran oportunidad para el sector industrial en España y para cubrir el rechazo social a las energías renovables.

España se encuentra ante la oportunidad única de convertirse en uno de los países líderes en el desarrollo y promoción de eólica marina a nivel global, pero para ello el sector urge a la Administración a que apruebe una normativa que permita despegar esta tecnología en nuestro país. Así lo reclamaron los principales directivos del sector durante la última mesa del VII Foro de Energía, moderada por Concha Raso, redactora de elEconomista Energía, en la que analizaron cuáles son los principales retos para la instalación de este tipo de proyectos en España y para consolidar una cadena de valor industrial en nuestro país.

En la actualidad, el sector de la energía eólica marina cuenta con una capacidad instalada a nivel mundial de 57 GW y se espera que en 2030 se alcancen los 250 GW. En este crecimiento, España puede jugar un papel crucial pero, para ello, será necesario superar una serie de barreras.

“La primera de ellas es la administrativa”, explicó Carlos Martín, CEO de BlueFloat Energy. “Ahora mismo no es posible el desarrollo de la eólica marina en nuestro país, ya que la legislación no permite la concesión de espacio marítimo para desarrollar parques comerciales. Esto es algo previsto y anunciado, pero desde el sector insistimos desde hace tiempo en que es urgente desarrollar esta normativa para que pueda desarrollarse esta actividad en España y esperamos que en 2023 ya se puedan lanzar los primeros concursos, ya que no podemos quedarnos rezagados respecto a otros países”, destacó Martín.

“El plan de España en eólica marina es ambicioso con el objetivo de aumentar la producción de 1 a 3 GW en 2030”, apuntó Jorge Barredo, director general de Renovables, Nuevos Negocios e Innovación de Naturgy, que calcula que esto se traduce en unas 40 instalaciones al año, “por lo que hay mucho trabajo que hacer”.

“Naturgy tiene una amplia experiencia en eólica terrestre, pero no en marina, por eso nos hemos aliado con Equinor, que cuenta con un parque operativo en Escocia que va a ser el mayor parque flotante de eólica marina del mundo. Dentro de nuestra alianza tenemos un proyecto en Canarias de 216 MW, otro en Galicia que alcanzará unos 500 MW y otro en Asturias”, explica Barredo, que también reclamó a la Administración agilidad en los procesos para poder realizar las primeras subastas cuanto antes. “Se hablaba de finales de este año y ahora ya se ha llevado al primer trimestre de 2023. Hay que empezar a poner fechas y empezar a hacer cosas ya y mucho más rápido”.

Criterios para las subastas

Manuel Fernández García del Campo, Project Director BU-Southern Europe de Ocean Winds, puso en valor que, pese a que la “normativa está todavía en consultas previas, ya ha habido un hecho muy importante que ha sido la publicación de la hoja de ruta de la eólica marina”. En este sentido, destacó que tiene cosas muy distintas con respecto al resto de renovables en tierra. “La primera de todas es el concepto de subasta, aunque nosotros usamos el termino de concurso. En este caso no solo se tiene en cuenta el precio, también elementos cualitativos”. Así, detalló que en los concursos las empresas contarán con “la tarifa de la venta de electricidad, el uso del dominio público marítimo terrestre y el acceso a la red. Esas tres condiciones se adjudicarán en un único proceso”. Así, Fernández considera que “desde el diseño de la normativa está muy bien enfocado, si bien, nos gustaría que fuera más rápido, pero al menos vamos en la línea correcta”.

Por otro lado, el directivo de Ocean Winds destacó que lo que se está debatiendo “son los criterios subjetivos como el nivel de inversiones, riesgo y experiencia que se requiere para este tipo de proyectos”. Así, Fernández cree que el desarrollo de esta tecnología “no solo ayudará a la independencia energética y a la descarbonización, estamos también ante una oportunidad industrial, por eso a la hora de seleccionar los proyectos debe haber criterios socioeconómicos y de creación de valor, y sobre todo teniendo el máximo respeto por el medio ambiente”.

En este sentido, Barredo puso en valor que las inversiones industriales que se deben acometer para llevar a cabo estos proyectos “son tremendamente importantes, con modificaciones en puertos, accesos, etc. Hablamos de equipos que pesan muchas toneladas. Por eso necesitamos que los proyectos tengan un tamaño mínimo de 200 MW”. Asimismo, también considera que en los concursos debería haber precalificación. “Estos desarrollos cuestan mucho dinero y deberíamos tener precalificación de grupos y empresas que puedan acreditar la solvencia técnica, de medios de seguridad, porque son obras complicadas. Establecer un marco que asegure que vamos a alcanzar estos objetivos”.

El desarrollo de la eólica marina en España va a suponer un importante impulso para el sector industrial. Así lo cree Javier Herrador, director de Navantia Seanergies, que asegura que “hay unas expectativas de crecimiento tremendas. Actualmente, hay más de 50 GW de eólica marina en el mundo. La mitad en Asia, principalmente en China. Y la otra mitad en Europa, dominado por Reino Unido y Alemania. Podríamos pensar que va a haber una nueva burbuja como ha habido en otras ocasiones o tecnologías”, pero el directivo confía en que no sea así. “Nosotros apostamos porque los objetivos fijados se van a cumplir, ya que la conciencia social de cambio va en línea con la transición energética para dejar un mundo mejor”, asegura Herrador.

El reparto de la tarta considera que será equivalente a la situación actual, por lo que la mitad estará en Asia. “La otra mitad se desarrollará en Europa y en EEUU. Esos 120 GW suponen, aproximadamente, 10.000 aerogeneradores a instalar y unas 80-100 subestaciones eléctricas. Estos aerogeneradores serán fabricados por Siemens Gamesa y cuatro o cinco tecnólogos que están en el mercado”, explica el experto. “También esos aerogeneradores tendrán cimentaciones fijas y flotantes. Para fabricar todas estas cantidades de estructuras hace falta muchas empresas. Actualmente, el 80% de este tipo de construcciones se concentran en menos de 10 empresas a nivel europeo. Se trata de proyectos muy complicados que no puede hacer cualquiera, por lo que las oportunidades para nosotros y para el resto de grandes compañías sin duda están ahí”. “Además, van a surgir muchas oportunidades para los pequeños y medianos centros de fabricación. Empresas que ahora están en el sector naval y tienen la oportunidad de diversificarse, crecer y consolidarse”, añadió Herrador.

En esta línea, Pablo Finkielstein, responsable de Offshore para España de Siemens Gamesa, apuntó que “el sector eólico marino tiene muchas sinergias con sectores clave para la economía española, que ya son muy competitivos a nivel internacional. Es el caso de fabricantes de la eólica terrestre o fabricantes de construcción naval y grandes estructuras metálicas y hormigón, así como gestores de entidad portuaria. Se trata de muchos sectores competitivos y que, a día de hoy, ya son proveedores de la industria offshore”. “En nuestro caso somos fabricantes con compras por volumen de 1.200 millones de euros a empresas españolas que son proveedores nuestros. El 10% de estos son proveedores que abastecen turbinas dedicas a parques offshore, por lo que ya tienen gran experiencia en esta tecnología y ahora la industria española tiene una brillante oportunidad para crecer con la eólica marina”, reseño Finkielstein.

El directivo de Siemens Gamesa hizo referencia también a los retos de la eólica marina flotante, ya que “a día de hoy todavía no es una solución que sea económicamente competitiva. La eólica marina fija necesitó 30 años para conseguirlo”. El experto cree que “lo más importante es la capacidad de industrializar las soluciones de la flotante. Hoy en día hay 40 tipos de flotadores. Muy pocos sobrevivirán. La capacidad de industrializarse y ser competitivos será clave”.

Barrera social

La otra barrera con la que se topa el desarrollo de la eólica marina en España es la social. “Existe algo de ruido como cualquier tecnología. Ciertos sectores han incidido mucho en esto, lo que ha llevado a que se genere cierta alarma respecto al desarrollo de esta tecnología cuando está ya muy probada en Europa. Hay que abordar esto desde la transparencia”, explicó Carlos Martín.

Para Jorge Barredo, es importante “no minimizar la contestación social que ha habido y hay a los parques eólicos terrestres y fotovoltaicos. Tenemos problemas en Australia, EEUU, España o Italia y algunos están judicializados. La realidad es que todo el mundo quiere recibir energía verde, pero nadie quiere tener los parques cerca de casa”.

En este sentido, Fernández apuntó que “la eólica marina añade un nuevo espacio para el uso de las renovables” ya que permiten “una flexibilidad que no tienen el resto de tecnologías verdes, que es poder irte a distancias muy elevadas”. Así, la eólica marina cuenta con la posibilidad de, mediante un proceso ordenado, “determinar qué zona es la más adecuada teniendo en cuenta diferentes factores como los usos del mar, la afectación visual o el tráfico marítimo, por lo que es una oportunidad para cubrir ese rechazo de las energías renovables”, destacó el directivo de Ocean Winds.