Energía: el mercado, culpable de la crisis
Ante la crisis de precios del gas y de la electricidad, se han ofrecido desde distintas voces todo tipo de soluciones que intentaré analizar prescindiendo de ideología. Una de ellas es que hay que cambiar la formación de precios de mercado. Incluso la presidenta del Consejo Europeo ha dicho que había que estudiarlo.
Si lo que se estudia es cómo regularlo mejor, estoy de acuerdo. Si lo que se pretende es intervenirlo, mejor eliminar el mercado y volver a la fijación de tarifas por el sistema. Si el mercado se interviene deja de ser mercado.
Todos los mercados de productos en el mundo funcionan con los precios marginales. Estos precios, si son estructurales y no coyunturales, dan señales a diferentes actores (un mercado que no favorece la entrada de nuevos agentes, no se acerca al mercado perfecto) para que se incorporen al mismo.
El desarrollo favorecedor de los mercados a plazo permite distinguir entre situaciones estructurales o coyunturales. Si los precios de un producto son elevados, habrá agentes que quieran incorporarse al mismo, generando esos productos que el mercado demanda y la oferta no cubre suficientemente porque espera un beneficio. Esa entrada aumentará la oferta y ayudará a deprimir el precio estructural. Si el lado dominante es el de la oferta, el consumidor gozará de precios baratos. En España hubo muchas horas de precio cero en la energía debido a las renovables.
Y no he oído a nadie que abogue por favorecer el mercado de la energía a plazo, con soluciones que favorezcan la liquidez de esos mercados. Hace apenas dos años, con mercados menos volátiles, si compraba o vendía un megavatio/hora a un año, debería depositar en efectivo alrededor de 20.000 euros. Hoy necesito para lo mismo 500.000 euros con el riesgo de que, dependiendo en qué lado esté de la balanza y el sentido que lleve el mercado, puedan pedirme más garantía. Esto si lo hago a través de OMIP.
Los generadores con sus comercializadoras realizan estos contratos fuera de los mercados organizados y no se exigen garantías a sí mismos lógicamente, pero si pretendo comprar o vender con ellos lo más probable es que me exijan garantías, por lo que realmente la resultante es que el mercado a plazo tiene mucha menos liquidez entre actores en este contexto de mercado.
China ha construido y financiado instalaciones en Argelia de extracción de gas para contratar compras para los próximos 30 años. El precio fijado seguro que se aleja muchísimo de los mercados spot actuales del gas.
Si se modifican las reglas del mercado, habrá que tener muy en cuenta los contratos a plazo y coberturas establecidas.
Por lo tanto, la decisión a tomar por la Unión Europea es si se quiere mercado o no se quiere mercado. Si la respuesta es que el mercado es necesario, regúlese con normas que lo favorezcan. Si se elige intervenirlo, es que se renuncia al mercado.
¿Es la construcción de nuevas centrales nucleares la solución rápida y eficaz de los precios de la energía?
Hoy hay libertad para, cumpliendo con las normativas vigentes, gestionar y construir la central, una vez obtenidos los permisos de una administración diligente.
¿Hay actores que estén dispuestos, sin ayudas ni avales del Estado, a estar metiendo dinero durante 10, 12 o 14 años en una instalación que generará MWh a un coste no inferior los 130/150 euros?
Si, además, va a competir con tecnologías cuyo coste de generación en esos 10 años no supera los 30 euros por MWh y a partir de su amortización con costes de generación que tienden a cero: ¿estamos seguros de que hay actores que decidan invertir en una nueva central nuclear? Yo no he oído a ningún responsable de las grandes compañías eléctricas españoles que estén a las puertas del Gobierno solicitando urgentemente los permisos para su construcción. Seguramente piensan que no es la solución.
¿Es el alargamiento de la vida útil de las centrales existentes la solución rápida y eficaz de los precios de la energía? Como bien ha declarado la ministra Teresa Ribera, hasta el año 2035 no se prevé el cierre, luego el precio de la generación que están ofreciendo al mercado no tiene nada que ver con el alargamiento de su vida útil y, en lo que yo conozco, los propietarios de las centrales existentes, con las inversiones necesarias para adecuarlas a los requerimientos de los mínimos de seguridad actuales, no están considerando tampoco ir a la Moncloa a pedir que se alargue su vida útil.