El Gobierno incluye a la cogeneración en el mecanismo del tope al gas

El sector estima que, a partir del 1 de octubre, dos de cada tres plantas de cogeneración volverán a ponerse en marcha progresivamente.

El Consejo de Ministros aprobó la pasada semana la aplicación de la excepción ibérica en las centrales de cogeneración eléctrica, tal y como venía reclamando el sector. Esta medida forma parte del Real Decreto-ley 17/2022 aprobado por el Gobierno, que incluye otras medidas en el ámbito energético como la rebaja del IVA del 21% al 5% en los suministros de gas natural, pellets, briquetas y leña, que estará en vigor del 1 de octubre al 31 de diciembre -al igual que la aplicada en el ámbito de la electricidad-, aunque el Gobierno no descarta ampliarlas hasta el año que viene.

En el caso de la cogeneración, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, explicó que las instalaciones “podrán renunciar temporalmente a su retribución regulada, de modo que operen en el mercado eléctrico bajo las reglas del mecanismo ibérico y percibiendo el ajuste que cobran hoy por hoy las centrales de ciclo combinado”. “Esto no modifica ni la regulación del mecanismo ibérico pactado con la Comisión Europa ni el régimen que sigue siendo de aplicación al resto de las instalaciones que están sometidas a ese régimen especial llamado Recore”, añadió.

Esta medida afectará a unas 600 instalaciones que suman el 20% del consumo de gas en España y el 20% del PIB industrial y, según cálculos del Gobierno, permitirá ahorrar alrededor del 10% de lo que vienen demandando al sistema. Además, permitirá que la mitad del parque que ha detenido su actividad por el encarecimiento de la energía retome su negocio y pueda volver a aportar electricidad al sistema.

ACOGEN ha valorado “muy positivamente” el desarrollo de la medida para las instalaciones de cogeneración y confía en que “permitirá recuperar en gran medida la producción de la cogeneración y el tejido industrial asociado, impulsando la competitividad y exportaciones en un contexto energético y económico complejo”. El sector estima que, a partir del 1 de octubre, “dos de cada tres plantas de cogeneración que habían ido parando su actividad desde junio, vuelvan a ponerse en marcha progresivamente”.

La aprobación de esta normativa, señala la asociación, “tendrá efectos positivos para todos los consumidores con la bajada del precio de la electricidad, al sustituir las cogeneraciones más eficientes a los ciclos combinados menos competitivos”. Asimismo, esta medida supondrá “un mayor ahorro de gas del país, que puede superar el 1,2% de la demanda nacional, lo que resulta prioritario para cumplir con la solidaridad y los objetivos europeos. Además, no supone un incremento del mecanismo ibérico para los consumidores”.

Mención aparte merece la cogeneración de las plantas orujeras. Desde el sector del aceite, alegan que la decisión del Gobierno de facilitar el arranque para algunas centrales de esta tecnología, no será suficiente para permitir que estas instalaciones puedan volver a operar con normalidad. El cálculo de la retribución realizado a través del mecanismo del ‘topado’ del gas, está diseñado pensando en las características de los ciclos combinados, pero este tipo de plantas seguirán sin poder arrancar al no cubrir sus costes de producción.

Desde el sector se ha planteado al Gobierno de Pedro Sánchez que, con el arranque de la campaña oleícola, se implemente una solución basada en el cálculo mensual de las retribuciones a la operación en base a los precios reales de gas, CO2 y pool de electricidad utilizando las mismas fórmulas que se han usado siempre conforme a la normativa vigente. A día de hoy, las retribuciones se calculan para periodos de seis meses, lo cual no es válido debido a la situación actual de alta volatilidad de los mercados energéticos.