El futuro de la energía y la minería

La búsqueda de nuevas fuentes de energías limpias está en el punto de mira de los gobiernos, industrias y empresas de todo el mundo para construir un futuro más sostenible. Más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo proceden de la producción de energía para la generación de electricidad, el transporte y la calefacción. Alrededor del 10% de estas emisiones provienen de fuentes fugitivas. Por lo tanto, seguir como hasta ahora no es una opción para combatir el cambio climático. En este contexto, el uso de nuevas tecnologías ha demostrado ser esencial para que las empresas se replanteen sus negocios con el objetivo de obtener operaciones más sostenibles, seguras y eficientes.

Cualquier transición empresarial debe tener en cuenta la minería, ya que solo este sector impulsa alrededor del 45% de la actividad económica mundial. Esta cifra no hará más que aumentar a medida que se incremente la demanda de energía limpia y los minerales sean componentes críticos de las baterías, turbinas, motores de vehículos y redes eléctricas asociadas. Según el Banco Mundial, la demanda de estas materias primas crecerá en torno al 500% de aquí a 2050. La industria minera sabe que el mundo está mirando y que, tras la COP26, tiene un papel fundamental para reconducir el cambio climático. Por este motivo, las principales empresas mineras se han comprometido a tener cero emisiones netas de alcance 1 y 2 para 2050, y algunas también tienen como objetivo el alcance 3.

Entonces, ¿cómo puede satisfacerse la demanda de más energía y más materias primas de forma sostenible para asegurar el futuro del mundo en que vivimos? En términos sencillos, tenemos que hacer más con menos. Pasar de una economía lineal, que se basa en la extracción y el transporte a granel ineficiente y de bajo coste, a través de las cadenas de suministro globales, a una circular que exigirá menos carbono, menos residuos, menos agua, menos daños y más transparencia. Según Deloitte, la próxima década será testigo de algunos de los años más emocionantes y transformadores de la historia de la industria minera. Algunos de ellos están impulsados por el impacto actual de la pandemia y la creciente necesidad de integrar los compromisos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) con las funciones empresariales centrales. Sin embargo, la forma en que las empresas diseñan y operan sus instalaciones e interactúan con sus ecosistemas también está cambiando.

Recurrir a los mundos virtuales antes de comprometerse con el mundo real se convertirá en la nueva normalidad. Existen aplicaciones de gemelos virtuales y experiencias 3D que aportan una colaboración inigualable y un análisis de datos inteligente, así como un modelado y simulación fieles. Y no solo eso, sino que, al ofrecerse en una plataforma tecnológica integrada, los procesos y capacidades empresariales pueden ejecutarse con verdadera confianza. Se trata de “garantizar que alguien haga algo en algún lugar en un momento dado”. Es esta misma visión la que hará que la IA, la automatización y la minería autónoma se conviertan en la corriente principal.

La digitalización de este tipo no solo es aplicable para lograr la sostenibilidad en torno a los sistemas de producción, sino también en los procesos, el suministro, la gobernanza, la rehabilitación y muchos otros ámbitos empresariales. Los beneficios más comunes incluyen: un aumento del potencial del 10% en el valor de los activos geológicos, una reducción del 50% de los tiempos de diseño, una reducción del 60% en la detección de errores tardíos y una reducción de alrededor del 35% en el desperdicio de recursos. La mejora de la calidad y la seguridad del suministro serán beneficios adicionales importantes. Todo esto se traduce en operaciones mucho más sostenibles que probablemente también sean más rentables. Resulta alentador que la mayoría de los análisis muestren que las soluciones para descarbonizar la mayoría de las emisiones serán económicas en esta década, abordando tanto las emisiones de Alcance 1 como las de Alcance 2. El despliegue de gemelos virtuales permite a las empresas invertir mejor en sus proyectos de desarrollo y operaciones con la confianza de saber que los riesgos potenciales ya se han superado antes de que se encuentren en el mundo real.

El modo en que se forja la energía y se producen los minerales necesarios para su generación está experimentando un cambio masivo, al pasar de instalaciones de generación y extracción centralizadas a gran escala a un suministro más localizado y modular. Las tecnologías de gemelos virtuales y las plataformas colaborativas que se utilizan para la minería ya se han utilizado en otros sectores: por ejemplo, para diseñar y operar en la industria nuclear, donde los nuevos y pequeños reactores modulares están encontrando su construcción relativamente rápida y de menor riesgo, en comparación con las grandes centrales de años pasados. Del mismo modo, en la minería está surgiendo un número creciente de pequeñas empresas de extracción de precisión que requieren menos infraestructura, energía y otros recursos que las operaciones mineras a gran escala del pasado, que suelen producir tres veces más residuos que el mineral de interés.

La generación y el uso de la energía están más integrados que en el pasado y el suministro de materias primas y la fabricación de productos asociados siguen un patrón similar. Los conflictos geopolíticos y la pandemia han resultado ser la llamada de atención que necesitaban las industrias. Es lógico que algunas empresas mineras estén estudiando el desarrollo de la generación de energía localizada y, en algunos casos, la fabricación de productos para el usuario final en la fuente, en lugar de depender de redes externas y cadenas de suministro estiradas.

El deseo de operar de forma más sostenible se está impulsando en varios frentes. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, la iniciativa Climate-Smart Mining del Banco Mundial y los principios del Consejo Internacional de Minería y Metales, han marcado el objetivo al que el mundo de la minería ha optado por llegar. Esta ambición va mucho más allá del cambio climático, ya que afecta a todos los aspectos de un planeta sostenible. Se trata realmente de armonizar el producto, la naturaleza y la vida y requiere un enfoque especial y único.