José Luis Jimeno, presidente de Vestas Mediterranean, África & Middle East: “España no debe quedarse atrás en la carrera de la eólica marina y el hidrógeno verde”

Uno de los objetivos estratégicos de Vestas es seguir creciendo en España. En la siguiente entrevista, José Luis Jimeno nos cuenta los planes de la compañía en nuestro país, los proyectos en los que están inmersos y cómo van los avances tecnológicos para conseguir palas cien por cien reciclables en 2030.

A dos meses para finalizar el año, ¿cómo le ha ido a Vestas este 2022?

El sector de los fabricantes eólicos está viviendo una situación complicada y ciertamente paradójica: somos el actor clave para el éxito en la descarbonización de nuestras economías, pero estamos sufriendo más las consecuencias de la crisis actual. En el caso de Vestas, en 2021 alcanzamos un 3% de Ebit, siendo los únicos de todo el sector en positivo; sin embargo, para 2022 esperamos estar entre un -5% y un 0% de Ebit. El año pasado ya empezamos a ver una reducción del volumen de ventas en algunos mercados. Con los costes de capital subiendo, con los costes de las materias primas y del transporte también subiendo y la falta de una regulación clara, las inversiones se resienten. No hay muchos proyectos que se estén cancelando, pero sí hay muchos que se están retrasando y que están esperando a que las cosas se clarifiquen. Desde que empezó la Covid-19 hasta ahora, el precio del acero se ha multiplicado por tres y el coste del transporte por 2,5. Y desde la guerra de Ucrania, el coste del combustible está un 60% más caro. Y todo esto corre a costa del margen. Creo que ha habido una carrera hacia abajo empezando por los PPA que se han firmado. En España, hace dos subastas, se cerró un precio de 30 €/MWh y en la anterior de 25 €/MWh. Estos precios no son realistas y han trasladado toda la presión de la crisis actual a los fabricantes y los responsables de instalar los proyectos. Hemos tenido que reaccionar, porque la situación no es sostenible. En el segundo trimestre de 2022 registramos un aumento del precio medio de nuestras turbinas del 22% con respecto al mismo periodo 2021.

¿Qué planes tienen para España?

Aumentar nuestra presencia en el mercado español es uno de nuestros objetivos estratégicos. Este verano alcanzamos los 5 GW de capacidad instalada en el país y evidentemente queremos continuar creciendo. En los últimos tres años, hemos localizado en nuestra planta de Daimiel (Ciudad Real) los modelos de palas V126, V136, V150, y la EV150 para la plataforma EnVentus. Ahora es muy importante dónde fabricas, porque los costes de transporte son enormes. Necesitas una huella fabril diversificada que atienda las necesidades de cada mercado de manera eficiente. La fábrica de Daimiel ha sido muy competitiva y durante buena parte de la década pasada tuvo que exportar el 100% de la producción. A pesar de las dificultades tras la Covid-19, hemos mantenido el empleo en la fábrica en niveles similares o superiores a los anteriores a la pandemia.

A pesar de los ambiciosos objetivos de renovables anunciados para 2030, ha caído el número de proyectos instalados en España. ¿Qué está frenando los nuevos proyectos?

Necesitamos solucionar el cuello de botella administrativo en torno a la concesión de permisos. Es un mal endémico de nuestro país, también de Europa, que está poniendo en riesgo la transición energética. Además, hay una serie de oportunidades que no se pueden dejar pasar, no solo por alcanzar los objetivos de descarbonización, sino porque generan una industria energética propia con muchos puestos de trabajo: el hidrógeno verde, la eólica marina, la repotenciación de parques eólicos...

La eólica marina en España sigue al ralentí. ¿Participarán en algún proyecto?

Estamos esperando ver cómo se desarrolla el modelo de negocio en España. De momento, los objetivos son poco ambiciosos comparados con los países del entorno y se está avanzando muy lentamente (Portugal por ejemplo ya tiene 10 GW de meta para 2030, el triple que España). En 2021 inauguramos en Portugal un proyecto de eólica flotante con tres máquinas V164 y tenemos firmados 60 MW en Francia. También somos suministrador preferente del aerogenerador V236-15.0 MW para 6 GW en proyectos en Polonia, Escocia y EEUU. Montaremos el primer prototipo a finales de este año para empezar a comercializarlo en 2024. El crecimiento global del offshore va a ser exponencial, entre el 12% y el 20% anual en los próximos años. Los países deben ser rápidos para convertirse en referente si quieren generar una industria potente en torno a este crecimiento. Nosotros ajustamos nuestra estructura productiva y nuestros proyectos donde hay apuestas más serias.

¿Las circunstancias actuales de mercado les han obligado a reducir la inversión en I+D?

No. Nosotros vivimos del I+D. Esta industria es muy tecnológica y la inversión en máquinas cada vez más sofisticadas nos permite mantener nuestro liderazgo frente a todo tipo de competidores. Estamos lanzando nuevos modelos cada dos o tres años.

Siemens Gamesa ha lanzado la primera pala reciclable del mundo. ¿Qué está haciendo Vestas en temas de reciclabilidad?

Todos los avances tecnológicos son bienvenidos, dentro y fuera del sector, pues los materiales compuestos utilizados en la fabricación de palas se usan también en otras industrias como la aeronáutica, la construcción, etc. Dicho esto, creo que nuestra hoja de ruta en materia de circularidad es muy sólida y ambiciosa. El año pasado reciclamos 285 palas en EEUU. Pero la clave es no solo centrarse en generar materiales reciclables. Queremos evitar además un downcycling del material reciclado para que pueda usarse incluso en la fabricación de nuevas palas. Este es el gran reto: la calidad del producto reciclado resultante ha de tener las mismas propiedades mecánicas que el original (flexibilidad, resistencia, etc.) para permitir un diseño aerodinámico eficiente. Nuestro proyecto de investigación CETEC quiere dar respuesta precisamente a esto. Por eso, en Vestas también estamos trabajando en el ecodiseño y la reutilización de componentes. Para impulsar la circularidad necesitamos una demanda de materiales reciclados sostenida en el tiempo. Esto implica no solo el desarrollo de la tecnología ya disponible, sino la puesta en marcha de una cadena de valor alrededor del reciclaje que involucre a nuestros clientes y proveedores. Este es nuestro objetivo: para 2030 queremos tener palas cien por cien reciclables y conseguir un porcentaje de reciclaje real del 55%.

¿El negocio de operación y mantenimiento sigue siendo un pilar importante en Vestas?

Sin duda. En la fase de O&M es donde realmente se ve si las promesas realizadas en la fase de desarrollo y venta del proyecto se cumplen. Es cuando se demuestra que los parques producen la energía que se suponía. Además, es un negocio en auge porque el aumento de la complejidad tecnológica y el tamaño de los aerogeneradores demanda mayor conocimiento técnico y más recursos. Nosotros aplicamos este conocimiento no solo al mantenimiento de nuestras propias máquinas, sino también a las de terceros. Como comentaba, en España tenemos 5 GW instalados, pero en O&M tenemos 6,4 GW.

¿Están haciendo algo en hidrógeno verde?

Estamos inmersos en varios proyectos. Estoy convencido de que el hidrógeno es el segmento energético del futuro y la competencia será feroz. Vemos un crecimiento geométrico a partir de 2025-2026. Hay países que están reclamando ser líderes en producción de hidrógeno verde, con proyectos muy interesantes en Marruecos y Egipto, por ejemplo. Vestas ya participa en un proyecto piloto en Dinamarca y en otro en Sines (Portugal) junto a EDP, Engie, Galp y otras compañías líderes del sector energético. España no debe quedarse atrás en la carrera del offshore y el hidrógeno. De nuevo, este mercado también necesita con urgencia unas reglas de juego transparentes para atraer inversiones y desarrollar su potencial.

¿Cómo va el tema del ‘repowering’ en España?

De los 28 GW instalados en España, 15 GW ya tienen 15 años y ocupan muy buenos emplazamientos. No nos podemos permitir tirar 15 GW a la basura. Debería haber alguna reglamentación o esquema de remuneración que permita atacar este repowering. El regulador en España tiene que ser más agresivo para que los fabricantes tomemos decisiones más agresivas, porque si no existe mercado, no lo alimentaremos. Creo que debería haber subastas específicas de repowering. Si encima de que no somos capaces de añadir nueva potencia, empezamos a perderla por su antigüedad, estamos perdidos. A través de la Asociación Empresarial Eólica hemos hecho varias propuestas, pero todavía no hemos obtenido mucha respuesta. Los países que sí han fijado incentivos para el repowering, como Alemania o Estados Unidos, sí están avanzando con este tema.