El hidrógeno reclama al Gobierno que acelere su regulación

El sector exige normas claras y seguridad jurídica para impulsar la inversión. Aunque manifiestan que esta tecnología ya logra captar el interés inversor, coinciden en señalar que el ritmo de desarrollo de los proyectos va muy por delante de la regulación.

El hidrógeno renovable en España se configura como una de las claves para la descarbonización. Aunque esta tecnología ya logra captar el interés inversor, nos topamos con un panorama en el que el ritmo de desarrollo de los proyectos va muy por delante de la regulación.

Esta es una de las conclusiones a la que se llegó en la primera mesa de debate celebrada este martes en el I Foro Empresarial: El desarrollo del hidrógeno en España, organizado por elEconomista, moderada por Rubén Esteller, subdirector de elEconomista, en la que participaron Miguel Mayrata, director de Diversificación de Negocio en Redexis; Ohiana Goicoechea, responsable de proyectos de Hidrógeno de Naturgy; Luis Iglesias Rodríguez, director de Gases Renovables de Enagás; Jorge Palomar, responsable de Desarrollo Global de Hidrógeno de Iberdrola; Joaquín Rodríguez Jadraque, director de Hidrógeno de Cepsa; Vanessa Cuellas, socia del área de Energía e Infraestructuras de Allen & Overy; Daniel Fernández Alonso, director de Estrategia, Asuntos Públicos y Regulación de Engie España; y Maribel Rodríguez, gerente de Desarrollo de Negocio en la dirección de Hidrógeno de Repsol.

Las grandes firmas que desarrollan esta tecnología coinciden en la necesidad de acelerar la regulación actual. “Es importante que el regulador vaya desarrollando la normativa a medida que se van desarrollando los proyectos”, explicó el director de Diversificación de Negocio en Redexis.

“Hace falta menos ideología y más pragmatismo”, afirmó Daniel Fernández, de Engie. “En Europa, la directiva Red II nos pedía un sistema de Garantías de Origen que estuviera puesto en marcha en verano del año pasado. Hoy tenemos aprobado el esquema por orden ministerial, pero todavía arrancará en nueve meses”, ejemplificó. Pese al potencial de España en materia de recursos naturales y capacidad industrial, estos retrasos tienen un impacto negativo a la hora de atraer inversores extranjeras e incluso locales.

Asimismo, en el país se habla mucho de hidrógeno renovable pero todavía no se puede determinar qué es. En el acto delegado publicado el pasado viernes para consulta pública por Bruselas comienza a delimitarse. “Es cierto que se han ido flexibilizando algunos criterios, sobre todo en lo relacionado con la adicionalidad, pero hay otra serie de criterios, principalmente la correlación horaria, que impide el desarrollo de proyectos”, recalcó Ohiana Goicoechea, de Naturgy, que argumentó que actualmente lo más sensato sería una correlación mensual.

Este balance horario lo único que introduce es un elemento de variabilidad en la producción del hidrógeno que lo hace incompatible con los usos industriales. Además, al limitar las horas, lo encarece, según explicó el director de Hidrógeno de Cepsa. “Si llegáramos a un óptimo de utilizar un electrolizador las 8.760 horas, menos los mantenimientos que sean necesarios, y a precios de energía renovable de las subastas del año pasado en España, estaríamos en costes del hidrógeno verde muy inferiores a los 3 euros/kg, perfectamente competitivos con el hidrógeno gris y comercializables como combustibles para los clientes finales”, detalló.

Para Vanessa Cuellas, de Allen & Overy, hay que acelerar y conseguir un marco que cubra la regulación, las ayudas y los incentivos fiscales “que, aunque se se contemplan en la hoja de ruta, no terminamos de determinar cuáles serán y en qué consistirán”, reclama. Desde el despacho, reconocieron estar hablando con muchos inversores nacionales e internacionales y que la cuestión de los incentivos fiscales es una de las primeras preguntas que se hacen. Además de la necesidad de agilizar los sistemas de permisos, algo que se menciona en el plan REPowerEU, la experta apuntó la importancia que adquiere en este contexto las Garantías de Origen.

Los plazos son restrictivos y complicados, por lo que las administraciones deben colaborar, según el director de Gases Renovables de Enagás. “Es una pena que proyectos robustos se corten por los plazos”, sostuvo Iglesias Rodríguez, que reconoció que España es un país con unas infraestructuras muy potentes y robustas. “Debemos utilizar lo que tenemos y hacer que los proyectos se conecten a la red para que pueda llegar a más personas”, añadió.

Este problema de la limitación en los plazos se evidenció en la convocatoria de los programas H2 Pioneros. “Se abrieron más de 300 registros de empresas o consorcios interesados en presentar propuestas y, finalmente, se presentaron 120”, recordó el director de Diversificación de Negocio en Redexis. Es decir, cerca de 200 proyectos no fueron capaces de cumplir con los requisitos.

Colaboración empresarial

Miguel Mayrata defendió la importancia de trabajar en un entorno colaborativo entre las empresas y de atender a toda la cadena de valor de forma simultánea. “El ámbito colaborativo, unido a los fondos europeos y la capacidad industrial de las empresas, permitirá desarrollar el hidrógeno renovable”, dijo.

Esta postura fue compartida por Maribel Rodríguez, quien puso de relieve la importancia de fomentar la cooperación en los proyectos para que estos den lugar a una economía de escala que favorezca unos precios competitivos. La experta también quiso puntualizar que “más que ayudas al capex, que sí son necesarias en una primera fase, lo que se tiene que viabilizar es que esto sea sostenible en el medio plazo, y esto se consigue con ayudas al opex o con incentivos a la utilización del hidrógeno renovable”.

Proyectos

Para Repsol, esta tecnología verde es una necesidad, pues con otra vías de electrificación, ahorro y eficiencia energética no es posible cumplir sus objetivos de descarbonización. “Nuestra estrategia es la constitución de valles [de hidrógeno], favorecer la cooperación empresarial y crear centros de investigación para que esos proyectos abarquen distintos usos, de forma que se pueda generar una economía de escala que favorezca la reducción de precios”, dijo Rodríguez Olmo.

La compañía ha lanzado Shyne (Spanish Hydrogen Network), un proyecto para liderar el desarrollo del hidrógeno renovable en España que ha movilizado una inversión de 3.200 millones de euros, de los que aportará 2.250 millones. Está integrado por 33 entidades y establece los objetivos de alcanzar una capacidad instalada de 500 MW en 2025 y de 2 GW en 2030.

Cepsa también está poniendo el foco de su negocio en la descarbonización. El pasado 23 de mayo inició el desmantelamiento de su refinería de Santa Cruz de Tenerife para sustituir los combustibles fósiles por descarbonizados. “Tenemos un plan de desarrollo de biocombustibles muy ambicioso y para eso necesitamos hidrógeno verde. Eso nos permite llegar a una escala de proyectos que ya lo hacen competitivo, siempre que contemos con suministros eléctricos eficientes, y en eso España es privilegiada”, explicó Joaquín Rodríguez.

Redexis, por su parte, se encuentra en la fase final de tramitación del primer hidroducto de uso público para inyección de hidrógeno sobre la red de gas. “Podremos tener los permisos el próximo mes. Tenemos todos los equipos para iniciar la construcción y para ponerlo en operación entre octubre y noviembre”, afirmó Miguel Mayrat. La compañía también ha presentado cuatro proyectos en consorcio asociados a la movilidad con producción de hidrógeno. “En Barcelona hemos presentado un proyecto con una capacidad de suministro de 5.000 kilos al día. Eso es una hidrogenera para atender a cerca de 400 camiones”, concluyó el experto.

El año pasado Naturgy presentó su plan estratégico con una inversión de 14.000 millones, de los cuales una parte estará destinada a los gases renovables. “Combinamos la transición energética con la transición justa en lugares donde teníamos centrales de carbón. Una clave importante es el desarrollo de proyectos consorcios, para compartir sinergias, experiencias y abarcar los riesgos de una tecnología incipiente”, sentenció Ohiana Goicoechea.

Iberdrola cuenta con una estrategia de inversión de 9.000 millones de euros en desarrollo de hidrógeno verde. “Tenemos 60 proyectos en desarrollo en ocho países”, reveló Jorge Palomar, que quiso destacar el acuerdo con Cummins para construir una planta de electrolizadores en Guadalajara. En este sentido, la compañía ya cuenta con dos plantas construidas. La primera está suministrando hidrógeno para movilidad en Barcelona y comenzó a funcionar en febrero. “Ahora mismo hay ocho autobuses circulando por Barcelona”, afirmó. La segunda es la planta de Puertollano para uso industrial, la mayor de Europa.

El despacho Allen & Overy acompaña a las empresas en los proyectos piloto. “Algo que nos muestra que el futuro del hidrógeno ya no es tan futuro, es que estamos trabajando ya en la estructuración de proyectos a gran escala”, compartió Vanessa Cuellas en su intervención.

En Engie, la vocación es poner todas las capacidades industriales al servicio de esta alternativa energética, “no buscamos solo suministrar el electrolizador o una participación accionarial, buscamos un conjunto”, explicó Fernández Alonso. “Nuestro plan en España pasa por tener 3.500 MW renovables dentro de tres años, esencialmente eólicos y fotovoltaicos, y creemos que el hidrógeno es un complemento excelente a la hora de integrar la cadena de valor y gestionar los riesgos de mercado”, dijo.