
Un Plan de Choque que acelerará la Transición Energética
El Consejo de Ministros ha aprobado un Plan de Choque de Respuesta a la Guerra, con medidas “contundentes” para apoyar el tejido económico y empresarial en el ámbito del transporte, la energía y la ciberseguridad, que servirán para proteger a los sectores y colectivos más vulnerables y minimizar las consecuencias económicas y sociales. El Plan movilizará 16.000 millones de euros y estará vigente hasta el 30 de junio.
Las medidas de ámbito energético se engloban en cuatro grandes bloques. Entre las acciones con efecto inmediato, el Gobierno prorroga la minoración de los beneficios extraordinarios obtenidos por las eléctricas, que afectará a contratos actualizados y nuevos que superen el umbral de los 67 €/MWh. Otra de las medidas es la actualización anticipada del régimen retributivo regulado de las renovables, cogeneración y residuos (RECORE), que reducirá en unos 1.800 millones su costes en 2022. Asimismo, extiende las medidas fiscales vinculadas a la factura de la luz y aprueba una bonificación de 20 céntimos de euro por litro de combustible para todos los ciudadanos.
El segundo bloque está destinado a acompañar a distintos sectores y a los colectivos más vulnerables. A este respecto, el Gobierno prorroga los descuentos extraordinarios vigentes al bono social eléctrico para los consumidores vulnerables y vulnerables severos, y amplía en más de 600.000 el número de beneficiarios del bono social. Las ayudas también se extenderán a la industria electrointensiva, consistentes en la reducción de peajes y en ayudas directas a empresas gasintensivas.
El tercer bloque contiene medidas estructurales para acelerar la Transición Energética. A este respecto, el Gobierno habilita un procedimiento temporal acelerado, hasta el 31 de diciembre de 2024, para determinar la afección ambiental y la tramitación de nuevas plantas eólicas menores de 75 MW y nuevas fotovoltaicas menores de 150 MW. También habrá una normativa para canalizaciones para la inyección de gases renovables (biogás, biometano e hidrógeno verde) en el sistema gasista a través de líneas directas y se procederá a la liberación del 10% de la capacidad de acceso de los nudos de transporte para que puedan absorber unos 7 GW adicionales de instalaciones de autoconsumo.
El cuarto bloque pretende reforzar la política de suministro, haciendo hincapié en el almacenamiento para ser más independientes respecto a terceros países. A este respecto, el Gobierno amplía en 7,5 días el volumen y la disponibilidad de las reservas de gas y productos petrolíferos, fijando unas existencias mínimas de 27,5 días de consumo. La reserva estratégica se mantiene en 20 días.