Golpe a Rusia: EEUU enviará 50 bcm anuales más de GNL a la UE hasta 2030

EEUU y la Comisión Europea han llegado a un acuerdo histórico en materia energética para conseguir que Europa pueda desligarse cuanto antes de la dependencia del gas ruso. El país norteamericano suministrará a la UE 15 bcm de GNL en 2022, que llegará hasta 50 bcm adicionales anuales hasta 2030

Los mercados mundiales de la energía atraviesan tiempos delicados, especialmente desde la invasión rusa de Ucrania. Reducir la dependencia de Europa de la energía rusa se ha convertido en una prioridad, pero la tarea no es nada sencilla. Garantizar la seguridad del suministro en la UE y lograr unos precios de la energía asequibles durante el próximo invierno, requiere de ciertos cambios así como del apoyo de otros países.

El papel de Estados Unidos en todo este proceso era esencial y no ha dudado en aliarse con Europa para facilitar esta transición. Dicho compromiso se ha materializado en un acuerdo histórico en materia energética durante la reunión del Consejo Europeo celebrado la pasada semana en Bruselas.

EEUU se ha comprometido a garantizar a la UE al menos 15.000 millones de metros cúbicos (15 bcm) anuales de GNL en 2022, y la UE se ha comprometido a garantizar una demanda adicional de 50 bcm anuales de GNL estadounidense al menos hasta 2030, lo que supone una compra valorada en más de 140.000 millones de euros. Esta cantidad supone casi el doble del consumo de gas anual que utiliza España y permitiría sustituir un tercio del gas de Rusia.

La Comisión Europea trabajará, por su parte, con los gobiernos de los Estados miembro para acelerar la construcción de infraestructuras de importación de GNL, para incluir las instalaciones en tierra y los gasoductos relacionados para apoyar las importaciones utilizando buques de unidades flotantes de regasificación y terminales fijas de GNL.

Asimismo, EEUU y la Comisión Europea se esforzarán por reducir la intensidad de los gases de efecto invernadero de todas las nuevas infraestructuras de GNL y de los gasoductos asociados, incluso mediante el uso de energía limpia para alimentar las operaciones in situ, la reducción de las fugas de metano y la construcción de infraestructuras limpias y renovables preparadas para el hidrógeno.

Ambos bloques también se comprometerán con las principales partes interesadas, incluido el sector privado, para formular recomendaciones que reduzcan la demanda de gas mediante la aceleración del despliegue de renovables. Además, se asociarán para desplegar dispositivos de respuesta a la demanda (como los termostatos inteligentes) así como instalaciones de bombas de calor, la ampliación de la contratación de equipos de energía limpia, la inversión en tecnologías innovadoras y el abandono de los combustibles fósiles.

La Comisión Europea y EEUU también se han comprometido a desarrollar una estrategia para acelerar el despliegue de las tecnologías de energía limpia, incluyendo la expansión de la solar, eólica y eólica marina, y colaborarán para avanzar en la producción y el uso de hidrógeno limpio y renovable para desplazar a los combustibles fósiles, incluso invirtiendo en el desarrollo de tecnología y en infraestructura de apoyo.

Por otro lado, ambos bloques están decididos a negociar un ambicioso Acuerdo Mundial sobre el Comercio del Acero y el Aluminio basado en las emisiones, que incentive la descarbonización industrial y reduzca la demanda de energía.

Este acuerdo se produce después de que EEUU haya logrado cerrar un gran negocio con la exportación de gas natural durante el año pasado y parte de este ejercicio, en el que ha logrado incrementar su cuota de suministro a España hasta el punto de convertirse en el principal suministrador, por encima incluso de Argelia.

Según GasIndustrial, el precio del GNL que llega desde EEUU a España se paga un 40% más caro que el que se recibe desde Rusia. Concretamente, el gas estadounidense costó de media 53,88 €/MWh, mientras que el gas ruso costó 38,42 €/MWh. El día del anuncio del acuerdo, el precio del gas natural retrocedió un 7%.

Más gas en almacenes y ayudas temporales

Por otro lado, la Comisión Europea también ha aprobado un plan de emergencia para rellenar los almacenamientos de gas en Europa en seis meses.

La intención del Ejecutivo comunitario es acometer una rápida reforma legislativa para forzar a los operadores a alcanzar un nivel de reservas del 90% para el próximo 1 de octubre, con objetivos intermedios para cada Estado miembro en mayo, julio, septiembre y febrero del año siguiente.

Para 2022, se aplicará un objetivo de llenado de mínimo el 80% y un número reducido de objetivos intermedios (agosto, septiembre y octubre). Además, se exigirá que dichas reservas sean certificadas para evitar riesgos y se adoptará un incentivo económico con la reducción de algunos de los peajes para facilitar la actividad de las compañías.

La Comisión Europea también ha autorizado un Marco de ayudas temporal por la crisis generada por la invasión rusa de Ucrania, que permite apoyar a las empresas afectadas directa o indirectamente por las repercusiones económicas de la guerra en este país en forma de subvenciones directas limitadas, ayudas a la liquidez y subsidios por el aumento de los costes del gas y la electricidad, y que estará vigente hasta el 31 de diciembre.

Por ejemplo, los Estados miembros podrán compensar parcialmente a las empresas, especialmente a las que consumen mucha energía, por los costes adicionales derivados de las subidas excepcionales de los precios del gas y la electricidad.

Esta ayuda podrá concederse de cualquier forma, incluidas las subvenciones directas. La ayuda global por beneficiario no podrá superar el 30% de los costes subvencionables, hasta un máximo de dos millones de euros en un momento dado. Cuando una empresa incurre en pérdidas de explotación, puede ser necesaria una ayuda adicional para garantizar la continuidad de una actividad económica. A tal fin, los Estados miembros podrán conceder ayudas por encima de estos límites máximos de hasta 25 millones de euros para los grandes consumidores de energía y de hasta 50 millones para las empresas de sectores concretos, por ejemplo, la producción de aluminio y otros metales, fibras de vidrio, pasta, fertilizantes o hidrógeno y numerosos productos químicos básicos.

Intervención del mercado

Asimismo, para responder a la preocupación por el mantenimiento de los elevados precios de la energía, la Comisión también ha adoptado una Comunicación en la que expone las posibilidades que contempla para una intervención del mercado a escala europea y nacional, y evalúa los pros y los contras de cada opción.

La Comisión está dispuesta a crear un grupo operativo sobre compras conjuntas de gas a escala de la UE. Al poner en común la demanda, el grupo operativo facilitaría y reforzaría el acercamiento internacional de la UE a los proveedores para asegurar unas importaciones a precios asequibles antes del próximo invierno. Además, un equipo de negociación conjunto dirigido por la Comisión se encargaría de llevar las conversaciones con los proveedores de gas y prepararía también el terreno para las futuras asociaciones energéticas con suministradores clave.