El tope al gas: el parche de Ribera para bajar el precio de la luz

El mecanismo para limitar el precio de la electricidad en el mercado mayorista no está dando sus frutos. El Gobierno reconoce ahora que la medida es un parche hasta tener la reforma del PVPC, que espera entre en vigor en octubre de este año.

Han pasado más de dos semanas desde que se pusiera en marcha el mecanismo por el que se limita el precio de la electricidad en el mercado mayorista de España y Portugal. Esta medida, conocida como excepción ibérica y cuyo objetivo es rebajar la factura de la luz alrededor de un 15%, no está dando los resultados esperados, ya que la rebaja ahora mismo apenas alcanza un 5%.

El día de su estreno, el precio del gas natural para el mercado eléctrico resultante de la aplicación del RDl 10/2022 fue de 80 €/MWh, tal y como publicó MibGas. Ese día, las altas temperaturas provocaron un consumo energético muy elevado, que disparó la producción de los ciclos combinados debido a la escasa producción eólica y fotovoltaica. Estas circunstancias dieron como resultado que el precio medio del mercado eléctrico en España y Portugal, una vez marcada la excepción ibérica, fuera de 165,59 €/MWh, un 82% superior al precio de hace un año, que fue de 90,95 €/MWh.

Aunque es cierto que esta cifra fue un 22,6% más baja que los 214 €/MWh del día anterior, esa reducción, lejos de tener efecto en el recibo de la luz regulado, supuso una subida del mismo por la compensación que reciben las centrales de ciclo combinado de gas que, según datos de OMIE, ese día fue de 59,68 €/MWh, de manera que el precio total para los clientes de tarifa regulada se elevó a 225,27 €/MWh.

Si analizamos el resto de días (ver gráfico) vemos, por un lado, que el precio del gas natural para el mercado eléctrico que se aplica según el RDl, se ha movido, de media, entre los 110 €/MWh y los 118 €/MWh. La cifra más elevada se alcanzó el 24 de junio, con 119,62 €/MWh. Por otro lado, el precio del mercado mayorista, que comenzó siendo elevado, se ha ido regulando, manteniéndose entre los 130 €/MWh y los 140 €/MWh de media.

En el caso del coste del ajuste de las centrales de gas -cuyo monto varía en función del volumen que necesite el sistema y de su precio, y se repercute sobre los hogares y las empresas beneficiarias-, su valor está muy por encima de lo esperado. Creció notablemente durante la primera semana de vigencia de la norma. La cifra más alta se alcanzó el 22 de junio, cuando se disparó hasta los 132,12 €/MWh. En estos últimos días, el precio ha ido descendiendo, situándose al cierre de la edición (27 de junio) en 58,11 €/MWh.

Esta situación ha provocado que el precio final de la electricidad estas dos semanas haya alcanzado cotas muy elevadas, con valores de 220 €/MWh de media, y superando algunos días los 270 €/MWh.

Aunque en las dos semanas que han transcurrido desde la entrada en funcionamiento de esta medida, no se ha logrado en ningún momento bajar el precio previo a su entrada en vigor, desde el Gobierno no dudan en poner de manifiesto su eficacia, ya que, de no ser por ella, “los precios en España hubieran subido mucho más estos días”, tal y como ha sucedido en Italia, Francia y Alemania, donde el precio medio de la electricidad en cada uno de estos países ha sido de 311 €/MWh, 292 €/MWh y 246 €/MWh, respectivamente, en estas dos semanas de aplicación de la medida.

El Gobierno califica la medida de parche

Desde que se conocieran los primeros resultados de la medida, el Gobierno salió al paso “pidiendo calma y un poco más de tiempo para que ésta se asentara”. La ministra Ribera explicaba que su aplicación había comenzado en medio de una ola de calor, con una baja generación por parte de las tecnologías eólica y fotovoltaica que había provocado un incremento del peso de los ciclos combinados en el mix de generación eléctrica, en un momento de altos precios del gas y de un aumento de la exportación de electricidad a Francia. A pesar de estas circunstancias, Ribera afirmó que “los consumidores que se benefician de la medida del tope al gas para generación eléctrica -que finaliza el 31 de mayo de 2023-, se habían ahorrado en la primera semana de aplicación entre 25 euros y 30 euros/MWh”.

Quince días después, la situación ha dado un pequeño giro. Según el documento de aprobación de esta medida, elaborado por la Comisión Europea y al que ha tenido acceso elEconomista.es, España esperaba alcanzar un precio durante el primer mes de 176,60 euros (incluidas las compensaciones y los ingresos de la interconexión), cuando la realidad ha sido muy distinta, con precios prácticamente muy por encima de los 200 euros todos los días, tal y como hemos explicado a lo largo del reportaje.

De hecho, se esperaba que los primeros meses de la medida iban a ofrecer las mayores rebajas, pero la tensión en los precios del gas ha provocado que la medida estuviera muy alejada de su objetivo y, por tanto, no sirva para alcanzar su principal objetivo, mitigar la inflación, lo que coloca al Gobierno en una situación crítica.

Ahora el Gobierno reconoce, según el informe de la Comisión, que la medida es un parche hasta llegar a la reforma del PVPC que no llevó a cabo a finales del año pasado pese a que inició el proceso. En aquel momento, Teresa Ribera indicó que no modificaba el PVPC por la negativa de las asociaciones de consumidores, pero ahora reconoce a Bruselas que no lo hizo debido a la escasa liquidez y alta volatilidad de los mercados de futuros en la Península Ibérica, aunque espera que entre en vigor en octubre de 2022.

Bruselas explica que esta medida temporal puede eliminarse antes de acabar el año si se demuestra que los ahorros son menores de lo previsto. La Comisión Europea cifra el impacto de las ayudas destinadas por España para luchar contra la subida de la electricidad en 8.500 millones frente a los apenas 740 millones que ha tenido que destinar Portugal, gracias a un sistema de tarifas que no traslada directamente a 10,4 millones de consumidores los precios del mercado mayorista.