Renovables: las energías “citizen centric”

En el sector energético, como en el tecnológico, se suele decir que en los últimos diez años ha habido más cambios que en el medio siglo anterior. Si vemos un informe del sistema eléctrico de hace una década, ni siquiera veríamos la eólica o la fotovoltaica como tecnologías diferenciadas. Estaban englobadas en el Régimen Especial, junto a cogeneración o residuos. Entonces, las renovables aportaban (dato peninsular) el 31,8% de la electricidad. El año pasado aportaron el 48,4%. Durante esta última década, en la que la competitividad de las renovables ha impulsado su implantación, elEconomista Energía nos ha acompañado como fiel cronista de estos nuevos tiempos. Las renovables han sido protagonistas de esta década de transición y aún lo serán más en la siguiente. Si en el período 2012-2022 hemos aumentado 16,6 puntos porcentuales la penetración de renovables en el mix, en la década 2022-2032 tendremos que incrementarla en 25,6 puntos, hasta el 74% de electricidad renovable. Aunque se ha usado el dato de producción peninsular y los objetivos marcados son nacionales, esto no disminuye un ápice el reto que tenemos por delante. Y no se trata ya de un reto económico, debido a la competitividad de las tecnologías limpias y los precios alcanzados por los combustibles fósiles, se trata de un reto tecnológico.

Lejos quedan aquellas previsiones que ponían como máximo de eólica en el sistema los 8.000 MW. Hoy en día, hay más de 29.000 MW eólicos y más de 16.000 MW fotovoltaicos, en total más de 66.000 GW renovables en un sistema que, gracias al esfuerzo del operador del sistema y las empresas del sector renovable, funciona con un grado de eficiencia envidiable. Sin embargo, en la próxima década tendremos que duplicar la potencia renovable en nuestro país. El reto de integrar esta generación en el sistema no será el único, tendremos que poner especial atención a la comunicación, sincera y cercana, con las regiones donde se instalarán los proyectos. Hoy comenzamos a ver una contestación social de oposición a los proyectos que contrasta con fuerza con el grado de aceptación que alcanzan las instalaciones en funcionamiento. Las renovables son las únicas energías que tienen al ciudadano en el centro. Lo vemos hoy con el autoconsumidor, que se genera su propia energía; o con la generación de energía distribuida, o a gran escala, generando siempre empleos y riqueza en toda la geografía española y, muy especialmente, en los lugares donde más se necesita. En la próxima década quedan por delante grandes retos tecnológicos como la hibridación, el almacenamiento o la gestionabilidad, pero el mayor reto para los agentes del sector y las administraciones será implicar a la sociedad, a sus ciudadanos, en el impulso, la aceptación y el compromiso con una energía limpia, autóctona, competitiva y generadora de un progreso más equitativo y sostenible.