Que lo urgente no nos distraiga de lo importante

En un contexto internacional bastante sombrío en lo que a la energía se refiere, España cuenta con una posición más ventajosa, aunque no hemos estado ajenos a la subida de los precios del gas. En todo caso, no podemos conformarnos con ver impasibles cómo la energía multiplica sus costes por diez y aceptar que el libre mercado es así y no se puede tocar. Si lo urgente ha sido parar el golpe, lo importante es mantener, e incluso potenciar, nuestra apuesta de España como país hegemónico en Europa en generación renovable, objetivo imposible si no contamos con cantidades importantes de almacenamiento de energía con baterías, el gran protagonista del nuevo modelo energético. Esta apuesta por el almacenamiento conlleva una serie de ventajas sistémicas que son especialmente relevantes para el país y que podemos resumir en tres: es una gran oportunidad para el desarrollo de nuevas tecnologías de alto valor añadido; es una oportunidad histórica para nuestro tejido industrial; y, por último, es una gran oportunidad de atraer industria europea (hoy se trabaja sobre la hipótesis de que España podría consolidar precios de la energía entre 50 y 70€/MWh más baratos que en Francia o Alemania para la próxima década).

El despliegue de las baterías necesita acelerar su regulación definitiva. En la Jornada organizada por AEPIBAL de ‘Marco regulatorio y futuro del almacenamiento energético’ el pasado 14 de junio, en la que participaron el MITECO, MINCOTUR, REE, OMIE e IDAE, además de una representación muy nutrida de empresas de AEPIBAL, quedó patente que la voluntad del Ministerio es decidida y llamada a ser rápida, aunque todos sabemos que no es una tarea sencilla porque la arquitectura de nuestro tejido eléctrico es compleja y retocar aspectos tan fundamentales tiene que hacerse con las debidas cautelas. Asimismo, la posición de REE y la CNMC es digna de mención en el sentido de que hay una voluntad real de todos de empujar esta línea de desarrollo. Una buena muestra de este apoyo es el rol del almacenamiento previsto para los inminentes Concursos de Capacidad, otorgando una valoración no menor en la calificación de las ofertas, siempre que se alcance un 5% de instalación de baterías por dos horas sobre el total de la potencia instalada. Esto permitirá el despliegue del almacenamiento de una forma equilibrada y sostenida en el tiempo para llegar a los 600 MW que el MITECO ha fijado como objetivo para 2026, un reto posible y que está al alcance de todos. Solo falta cerrar el círculo regulatorio y, para ello, el regulador sabe que cuenta con el total apoyo del sector representado por AEPIBAL.