Más energías renovables y más bioenergía en los próximos 10 años
La guerra en Ucrania ha vuelto a poner en evidencia la imperiosa necesidad que tiene nuestro país de ampliar la generación de energía renovable y “gestionable” mediante fuentes de energía autóctonas, tanto para usos térmicos como eléctricos. Aunque a veces se olvida, la biomasa es la fuente renovable más utilizada en la UE con cerca del 60% de contribución, por lo que está llamada a ser una energía fundamental para alcanzar los objetivos de neutralidad en las emisiones de carbono a 2050 en la UE y, por tanto, también en España. En nuestro país contamos con más de 20 millones de toneladas anuales disponibles de biomasa, tanto agrícola como forestal, que podrían abastecer de forma sostenible una potencia superior a 2.500MW eléctricos. Las plantas, ubicadas en las zonas apropiadas y cerca de los recursos biomásicos, sustituirían a dos centrales nucleares, el 35% de la potencia nuclear total instalada en nuestro país, o al 10% de la potencia total instalada en ciclos combinados de gas natural. Por otra parte, creo que la biomasa va a ser relevante para sustituir los combustibles fósiles para generación de energía térmica, tanto en municipios de menos de 5.000 habitantes con la instalación de estufas y calderas como en redes de calor en ciudades; ejemplos muy relevantes en Valladolid, Cuenca, Soria, Madrid y otras así lo están demostrando.
Yendo más allá, las nuevas plantas de biometano constituyen una gran oportunidad, pues este gas renovable puede inyectarse en las redes existentes de gas natural y utilizarse en los equipos actuales sin cambiar de tecnología, logrando dos objetivos: valorizar restos agrícolas y ganaderos y rebajar el consumo de gas fósil y las emisiones contaminantes. El propio Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) destaca el valor de la biomasa como alternativa a los combustibles fósiles en generación térmica por la facilidad de sustitución en sistemas existentes y la gran disponibilidad de biomasas en el país. El PNIEC asigna a la biomasa un incremento de 411ktep a 2030, pero desde el proyecto Agrobioheat hemos visto que la biomasa podría aportar 1.100ktep gracias, sobre todo, a una mayor penetración de la agrobiomasa residual. Tengo claro que es un recurso energético que debemos desarrollar en la próxima década. En cuanto a los gases renovables, apuesto por el biogás, el biometano y el syngas en los sectores ganadero y agroalimentario. Son tecnologías probadas y alternativas viables para sustituir una parte importante de los gases fósiles que se utilizan en España. En definitiva, en el futuro veremos tecnologías para generar energía que no podemos ni imaginar, pero seguiremos necesitando gestionar subproductos biomásicos para reducir la virulencia de los incendios forestales, combatir las plagas o evitar la contaminación del suelo y el aire.