La evolución de los servicios energéticos permitirá que la descarbonización sea una realidad

Es cada vez más importante lograr una transición energética justa que se apoye en la descarbonización y en la sostenibilidad. Desde ANESE estamos seguros de que el futuro reside en estos conceptos yendo de la mano de los servicios energéticos, ya que permiten que otros segmentos del sector energético alcancen los objetivos de descarbonización de manera rentable y eficaz. En un futuro no muy lejano, veremos la interrelación entre tres de los objetivos de los servicios energéticos: eficiencia energética como método eficaz para reducir el consumo de energía, emisiones y pobreza energética; flexibilidad como forma de optimizar los costes a la vez que aumenta el uso y la eficiencia de los activos de la red; y participación ciudadana como medio para promover la participación activa de los consumidores en el mercado de la energía, reducir costes energéticos y estimular el consenso social hacia la energía limpia. Con la mirada puesta en estos objetivos, en ANESE vislumbramos un futuro muy positivo y dinámico para las ESEs gracias al impulso del Plan REPowerEU, como respuesta a las dificultades del mercado energético mundial por la invasión de Ucrania. Este plan pretende ahorrar energía, producir energía limpia y diversificar los suministros de energía. Y son las ESEs las que están capacitadas para diseñar, financiar, ejecutar y explotar los proyectos, aportando valor a los objetivos del plan definidos para que la descarbonización, la eficiencia energética y la sostenibilidad sean una realidad.

La dinamización de los servicios energéticos será evidente por el desarrollo de modelos de negocio que ahora repuntan: la servitización (“pago por uso” o “as a service”), un modelo innovador que hace que la eficiencia energética y la tecnología más moderna sean competitivas. Esa evolución del sector será respaldada por la Norma Energy Performance Contracts (EPC), que en breve verá la luz y que detallará requisitos mínimos que debe cumplir un Contrato de Rendimiento Energético (EPC) desde un punto de vista técnico, financiero y legal. También las comunidades energéticas ponen en evidencia el potencial de las ESEs por su gran experiencia y know-how en proyectos de ahorros compartidos y tecnologías innovadoras y eficientes; y por su capacidad de financiación. Nuestro sector también seguirá evolucionando gracias al impulso que le aportará la colaboración público-privada, contribuyendo a que se alcancen los retos planteados, y por el Certificado de Ahorro Energético (CAE), que certifica el ahorro de una cantidad de energía y satisface las obligaciones de inversión en eficiencia energética de los sujetos obligados, permitiendo al mercado mejorar el rendimiento de las inversiones en eficiencia energética, sin necesidad de subvenciones.