El imprescindible papel de la energía nuclear en la transición

Escribo este artículo en un momento especialmente relevante para la energía nuclear. El Parlamento y el Consejo Europeo coinciden con la Comisión en que es una fuente de generación necesaria en la transición energética y la incluye en los mecanismos de la Taxonomía. Resulta muy positivo que instituciones europeas de máximo nivel reconozcan que, si bien existe una apuesta renovable, la energía nuclear tiene que acompañar a estas tecnologías al ser esencial para la regulación, la estabilidad y equilibrio de las redes eléctricas y porque ofrece seguridad de suministro al no depender de agentes externos. A la garantía de suministro eléctrico, factor crucial para la economía y el bienestar de los ciudadanos, más aún en un momento geoestratégico clave como el que vivimos, se suma que los objetivos ambientales aprobados internacionalmente solo podrán lograrse con el impulso de tecnologías no emisoras de CO2, como es el caso de la nuclear. Una fuente que en España produce más del 20% de la electricidad y en toda la UE alcanza el 25% y más del 38% de la generación libre de emisiones.

Incluir a la energía nuclear en la Taxonomía supone, no solo un espaldarazo a esta fuente de generación, sino un acceso a una financiación más beneficiosa tanto para nuevos proyectos como a inversiones para operar a largo plazo los reactores actuales. Esto aplica especialmente a países con una clara apuesta nuclear como Francia, República Checa, Eslovaquia, Polonia, Países Bajos, Finlandia, Bulgaria o Rumanía. Si bien la Taxonomía no es un instrumento de política energética ni implica un cambio en el calendario de cierre de los reactores españoles -operarán todos hasta 2027 para iniciar su cierre escalonado hasta 2035-, sí afecta a la percepción de esta tecnología, muchas veces denostada. Cada vez más voces hablan de su papel imprescindible ante los retos energéticos y ambientales; no solo la Unión Europea, sino muchas otras instituciones como la Agencia Internacional de la Energía, el Organismo Internacional de Energía Atómica o el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas. Una vez reconocido y acordado que es una tecnología necesaria, las centrales nucleares tienen que ser viables durante todo el tiempo que estén operativas. Por ello, la industria nuclear española lleva tiempo solicitando al Gobierno que rebaje la asfixiante presión fiscal que soporta y que paralice el proyecto de Ley del CO2 o realice enmiendas y cambios sustanciales para evitar un cierre prematuro. Cierro estas líneas agradeciendo la oportunidad de poner en valor el papel de la energía nuclear y del conjunto de una industria capacitada, puntera y tecnológica en una publicación de referencia como elEconomista Energía, que cumple una década informando sobre el sector energético y a cuyo equipo felicitamos en el mismo año en el que Foro Nuclear celebra su 60º aniversario.