Los precios de los carburantes siguen disparados y sin freno

El encarecimiento del petróleo y la crisis entre Rusia y Ucrania han llevado a máximos los precios en Europa. En España, un litro de gasolina cuesta cerca de 1,6 euros.

Hacer frente a la cuesta de enero este año ha sido una auténtica proeza. A los elevados precios de la luz y del gas, que siguen disparados, se han vuelto a unir los altos precios de los carburantes, cuyo ascenso comenzó en noviembre de 2020. En lo que llevamos de año, han recuperado la senda alcista tras la tregua de diciembre de 2021, cuando encadenó hasta cinco semanas consecutivas de caídas. Los expertos creen que esta tendencia alcista se mantendrá unos meses más.

Según el Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio medio del litro de gasolina sin plomo de 95 en España, en la tercera semana de febrero (fecha de cierre de la edición), ha sido de 1,575 euros, una cifra que supera los 1,510 euros que se alcanzaron de media en enero, y que supone su nivel más alto desde septiembre de 2012. En el caso del gasóleo de automoción, el precio medio también ha subido hasta los 1,462 euros el litro, superando los 1,388 euros que se alcanzaron de media el mes anterior, y su nivel más alto desde octubre de 2012.

A la vista de estos datos, llenar un depósito de gasolina de 55 litros en la semana del 14 de febrero ha supuesto para los usuarios un desembolso de 86,62 euros, concretamente 17,4 euros más que hace un año cuando el litro de gasolina se pagaba a 1,258 euros. Por su parte, repostar los mismos litros de gasóleo ha costado 80,41 euros, casi 18 euros más que en febrero de 2021 cuando el precio del gasóleo se pagaba a 1,140 euros.

Por Comunidades Autónomas (no tenemos en cuenta a Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla) el precio más alto de la gasolina en enero se registraba en el País Vasco (1,544 €/lt), Madrid (1,538 €/lt) y Asturias (1,521 €/lt), según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, mientras que las regiones con el precio de la gasolina más barato eran Murcia (1,480 €/lt), C. Valenciana (1,496 €/lt) y Navarra (1,497 €/lt). En el caso del gasóleo, las zonas con los precios más elevados el pasado enero fueron País Vasco (1,427 €/lt), Madrid (1,418 €/lt) y Galicia (1,406 €/lt), mientras que los más económicos se registraban en Murcia (1,356 €/lt), Aragón (1,366 €/lt) y C. Valenciana (1,367 €/lt).

La escalada de los precios de los carburantes está afectando seriamente a la economía de las familias y provocando un sobrecoste anual al sector del transporte por carretera de más de 2.000 millones de euros adicionales. Con el objetivo de suavizar esta situación, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) ha solicitado una rebaja temporal del 21% al 10% en el IVA que grava estos combustibles. Este descenso supondría, por ejemplo, un ahorro de más de 8.600 euros anuales para un camión de transporte internacional.

Causas de la subida

Los expertos apuntan que son varias las razones que han provocado la subida de los precios de los carburantes, tanto en España como en Europa. Una de ellas es la recuperación económica tras la evolución de la pandemia, que ha provocado un aumento significativo del nivel de consumo. Otra es el encarecimiento de los precios del petróleo que, en el último año, han subido más de un 50%. La cotización más alta se alcanzó el pasado 14 de febrero, cuando el barril de Brent, de referencia en Europa, superaba los 96 dólares, acercándose a sus máximos de hace siete años. Ese mismo día, el barril WTI, de referencia en Estados Unidos superaba los 95 dólares.

Las tensiones provocadas por la crisis entre Rusia y Ucrania es otra de las razones de la escalada de los precios. La especulación de que el petróleo ruso pueda sufrir embargos si finalmente se produce el conflicto bélico, ha añadido tensión a los precios. Rusia exporta una cantidad considerable de hidrocarburos a Alemania y supone también el 10% del suministro de crudo a España. Aunque en los últimos días el barril de Brent ha registrado un ligero retroceso, los expertos apuntan que su precio alcanzará los 100 dólares. Al mismo tiempo, la escasez de oferta sigue siendo una preocupación mundial y los indicios de que la OPEP+ esté dispuesta a producir más, parecen alejados.

A pesar de estos niveles, el precio de la gasolina en nuestro país está por debajo de la media de la Unión Europea, situada en la tercera semana de febrero en 1,701 €/litro, así como de la zona euro, con un precio medio de 1,780 €. En el caso del diésel sucede algo parecido, ya que el precio medio en la UE es de 1,583 euros el litro y de 1,637 euros en la zona euro.

El GLP y el GNC también suben

A las subidas de la gasolina y del gasóleo, también hay que sumar los precios de otros combustibles, como el GLP y el GNC. Concretamente, el gas natural comprimido (GNC) ha subido casi un 130% en enero de este año respecto al precio que se pagaba hace un año por las mismas fechas, pasando de costar 0,845 €/kg a 1,929 €/kg, tal y como ha señalado la OCU. Si en 2021 recorrer 100 kilómetros en un coche con GNC costaba 3,8 euros, con los precios actuales su coste asciende a casi 9 euros, lo que significa que repostar un coche con GNC cuesta ahora más del doble que hace un año.

El gas licuado de petróleo (GLP) también ha experimentado un importante incremento, concretamente del 25% en solo un año. En enero del año pasado su precio medio fué de 0,674 €/litro, mientras que en enero de este año ha alcanzado los 0,844 €/litro.

Esta situación está provocando que autónomos, empresas y particulares que, en su día, apostaron por adquirir vehículos propulsados por gas natural, se encuentren en la actualidad en una situación complicada ante la brutal subida del precio del gas vehicular. Actualmente, son más de 32.000 los vehículos existentes en España propulsados por gas natural, de los cuales más de 10.000 son vehículos de transporte pesado.

Esta situación ha llevado a que varias asociaciones del sector, entre las que se encuentran Fenadismer, Gasnam, Anave y Astic, hayan pedido al Gobierno un plan de emergencia con medidas de choque que permitan la supervivencia de los autónomos y empresas afectadas.