El 40% de las eléctricas europeas no abandonará el carbón hasta 2030

De las 21 empresas de servicios públicos analizadas, 16 se han comprometido a alcanzar cero emisiones netas en 2050, aunque solo 9 de ellas tienen un plan para eliminar el carbón en 2030. Respecto al gas, la totalidad de las empresas evaluadas operarán este tipo de plantas más allá de 2035.

Europa se encuentra en medio de una rápida transición energética. En las próximas décadas, el sistema energético deberá pasar por una profunda revisión e importantes cambios a medida que la economía europea se electrifique y cumpla los compromisos climáticos europeos, como el Acuerdo Verde y alcanzar la neutralidad climática en 2050. En este proceso, las empresas eléctricas europeas jugarán un papel fundamental a la hora de descarbonizar sus carteras de electricidad de combustibles fósiles y acelerar su despliegue de energías renovables.

Sin embargo, un nuevo informe elaborado por Ember y Europe Beyond Coal concluye que los planes comerciales de transición a corto plazo de veintiuna empresas eléctricas europeas analizadas, no se corresponden con el nivel de ambición del informe Net Zero Emissions a 2050 (NZE) de la AIE para limitar el calentamiento global a 1,5°C.

Uno de los hitos que recoge el informe NZE respecto al carbón, es la eliminación gradual de este tipo de plantas en las economías avanzadas (UE/OCDE) para 2030 y en el resto del mundo en 2040, de manera que, dentro de ocho años, la generación total de carbón sea de 2.947 TWh y represente solo el 7,9% de toda la generación. A día de hoy, la capacidad global de carbón instalada de las 21 empresas de servicios públicos evaluadas en el informe es de 108 GW, que previsiblemente se reducirá hasta los 49 GW en 2030. Sin embargo, para alinearse con el objetivo de la AIE a 2030, el 95% de esta capacidad (102 GW) debería estar cerrada en esa fecha, de manera que solo quedaran 6 GW en el sistema para 2040.

Aunque dieciséis de las empresas evaluadas se han comprometido a alcanzar cero emisiones netas en 2050, solo nueve de ellas -Drax, Enel, EDF, ENGIE, Vattenfall, Ørsted, Iberdrola, Naturgy y SSE- tienen un plan de eliminación del carbón en 2030, mientras que seis -Enea, Fortum/Uniper, PGE, Sev.En, STEAG y Tauron- ni siquiera cumplen con el plazo global de 2040. No obstante, el informe muestra que las empresas eléctricas con activos de carbón en Alemania, Europa del Este y, en algunos casos, Turquía, están teniendo dificultades para cumplir dicho objetivo.

Acabar con el gas fósil

La hoja de ruta cero emisiones de la AIE, señala que la descarbonización total del sector eléctrico se logrará en 2035 en las economías avanzadas y en 2040 en el resto de mercados. Para que esto suceda, la disminución del gas fósil junto con el carbón debe ser rápida. Sin embargo, según la información actualmente disponible, todas las empresas de servicios públicos evaluadas operarán centrales eléctricas de gas fósil en la UE/OCDE más allá de 2035.

Actualmente, las veintiuna empresas objeto del análisis tienen una capacidad instalada de gas fósil a nivel mundial de 181 GW, 118 GW de los cuales se encuentran en la UE/OCDE. Los autores del informe califican de “extremadamente decepcionante” la falta de transparencia y claridad en torno a la futura capacidad de generación de gas fósil, ya que, con frecuencia, no se proporcionan cifras de capacidad o plazos específicos en relación a nuevas plantas de gas planificadas o conversiones de plantas de carbón.

La información recopilada procedente de informes disponibles públicamente y datos de servicios públicos, cifra en 23 GW la nueva capacidad de gas fósil planificada a nivel mundial, aunque la cifra podría ser mayor. El informe sugiere que las cantidades combinadas de los nuevos proyectos de gas, así como la capacidad existente, llevarían la capacidad de gas fósil instalada prevista para después de 2035 a 197 GW. Esta cantidad es igual a toda la capacidad de generación neta de electricidad en Italia, Bulgaria, Polonia y Rumanía. En las economías avanzadas, esta capacidad de gas posterior a 2035 será de 135 GW.

Una de las opciones para acabar con el gas fósil es sustituirlo por hidrógeno. Sin embargo, los planes actuales de capacidad de hidrógeno de las empresas de servicios públicos están a años luz de satisfacer incluso una fracción de la enorme capacidad de gas que hay actualmente en el sistema.

De las quince empresas de servicios públicos evaluadas que se refirieron a los planes de hidrógeno, siete proporcionaron volúmenes. El total asciende a 20 GW, la mayoría de los cuales son de hidrógeno azul en lugar de hidrógeno verde. Actualmente, no se espera que las turbinas que pueden generar electricidad usando 100% hidrógeno estén disponibles hasta 2030, de manera que el anuncio de cualquier empresa sobre hidrógeno, aún no contribuye a la descarbonización en la escala necesaria.

Despliegue de renovables

El modelo de cero neto de la AIE implica la transición rápida y sustancial de energía renovable, lideradas por las energías eólica y solar. Estas tecnologías serán las responsables de triplicar la generación renovable en 2030 y aumentarla en más de ocho veces para 2050. De la nueva generación de electricidad limpia desde ahora hasta 2040, se espera que el 75% provenga solo de las energías eólica y solar.

Actualmente, los activos solares y eólicos de las empresas eléctricas evaluadas tienen una capacidad instalada de 88 GW, el 53% de los cuales se encuentran en la UE27 y el Reino Unido. La generación eólica y solar de estas empresas se cuadruplicará hasta los 428 GW en 2030, ya que muchas empresas de servicios públicos multiplicarán su capacidad eólica y solar existente. Si bien esto parece alentador, el nivel de compromiso de las empresas de servicios públicos varía ampliamente y la tasa actual de implementación no corresponde al mínimo requerido a la hora de expandir la capacidad eólica y solar al menos seis veces en tamaño.

En términos absolutos, Iberdrola, Enel y Engie están muy por delante de sus competidores, aunque también destacan Ørsted y EDF como las únicas empresas de servicios públicos que traerán energía eólica y solar al mercado a una escala compatible con el informe NZE de la AIE; concretamente, Ørsted verá un aumento de diez veces y EDF de casi siete veces. Todo lo contrario que CE Oltenia, Drax y Sev.En, que aún no han comenzado a construir energía eólica o solar en 2020. Un asunto preocupante si tenemos en cuenta que algunas de estas empresas operan en países de Europa del Este, donde la eliminación del carbón se está produciendo rápidamente y donde es de gran importancia superar el aumento en la generación de gas fósil.

La biomasa también aparece reflejada en el informe. Entre las empresas eléctricas evaluadas, varias de ellas tienen generación que utiliza biomasa como combustible, aunque la AIE recomienda que la demanda se concentre solo en aquellos sectores que son difíciles de electrificar o requieren una fuente de energía renovable despachable de bajo costo. En términos absolutos, las mayores flotas operativas alimentadas con biomasa son propiedad de Drax y Ørsted, seguidas por RWE y EPH. Es importante señalar que muchas de las empresas evaluadas utilizan biomasa para la producción de calor, aunque se espera que las mayores adiciones de capacidad de biomasa sean las planificadas por Engie. La mayoría de las empresas de servicios públicos no han revelado sus planes futuros y el uso de biomasa podría ser mucho mayor.