Biometano procedente de residuos ganaderos en la red de gas

Los 26 GWh de biometano procedentes de las 73.000 toneladas anuales de residuos que generan las 2.300 vacas de la granja Torre Santamaría, en Lleida, han comenzado a inyectarse en la red de gas de Nedgia. Este hito ha sido posible gracias a la firma con Axpo del primer PPA de biometano a largo plazo.

La granja Torre Santamaría, dedicada a la producción y comercialización de leche con sede en Vallfogona de Balaguer (Lleida), lleva más de una década a la vanguardia en temas medioambientales. En 2011, esta empresa familiar instaló una planta de biogás capaz de descomponer el estiércol generado por sus vacas y abastecer las necesidades de electricidad, calefacción y agua caliente de la propia granja.

Diez años después, la granja leridana Torre Santamaría se ha convertido, por un lado, en la primera explotación ganadera en España en producir biometano a partir de los excrementos que generan sus más de 2.300 vacas lecheras, capaces de producir 24 millones de litros de leche al año y, por otro lado, también en la primera de este tipo en inyectar el biometano directamente en la red de gas.

Todo un ejemplo de economía circular en la región de Cataluña, una zona de gran producción agraria, con 8 millones de cerdos, 700.000 piezas de ganado bovino y 38 millones de aves que generan, entre todas, unos 17 millones de toneladas de purines.

Este proyecto pionero, en el que se han invertido cerca de 4 millones de euros, podría servir de espejo para que otras granjas ganaderas, ubicadas en cualquier punto del país, valoricen el estiércol y purines que generan con fines energéticos, lo que ayudaría a aliviar las secuelas medioambientales derivadas de su actividad, ya que este tipo de residuos generan un impacto muy negativo en suelos, acuíferos y en la atmósfera con la emisión de metano.

Una de las empresas que ha contribuido a la viabilidad del proyecto es Axpo Iberia. La compañía con sede en Suiza, que en 2015 se convirtió en el primer operador en comercializar biometano en España, es la encargada de inyectar a la red gasística de Nedgia los 26 GWh de gas renovable al año procedente de las 73.000 toneladas anuales de residuos orgánicos (unas 200 toneladas al día) que se generan en la granja.

Este hito ha sido posible gracias a la firma con Axpo del primer acuerdo de compraventa de biometano a largo plazo en España, en una firme apuesta por un combustible de origen 100% renovable que contribuirá al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad marcados por Europa para 2030.

Descripción del proceso

Los residuos semilíquidos que genera esta explotación ganadera -2.300 vacas de leche, 1.800 reposición y algún centenar de terneros de engorde-, se recogen en las propias balsas de la granja y se bombean hasta el primer tanque de homogeneización donde, mediante una pala cargadora, se mezclan con la parte sólida del estiércol y restos de productos alimentarios de las vacas no aptas para su uso. Con esta acción, se busca el incremento de la Materia Seca hasta el 11-12% y se alimenta de forma secuencial en los digestores.

Dentro de los digestores se produce la digestión anaeróbica y la generación del biogás. La tasa de reducción de la materia volátil es del 75% y los sustratos están una media de 40-50 días de retención dentro. Este gas se almacena en los gasómetros que hay en la parte superior del digestor y, mediante una soplante, se realiza la transferencia del biogás hasta la zona de tratamiento.

La planta produce cerca de 6 millones de Nm3 de biogás al año, el 25% del cual se destina a autoconsumo. Su consumo térmico es de 2,7 GWh al año y el eléctrico de 1,3 GWh al año.

La tecnología escogida para realizar la purificación del metano es mediante membranas. Primero se realiza un lavado con agua para absorber todos los contaminantes que pueden ser solubles y que vienen del proceso de digestión. Posteriormente, se cruzan unos filtros de carbón activo que acaban asegurando que ningún contaminante pueda llegar a la zona de las membranas.

Las membranas se encargan de la separación del metano (CH4) del dióxido de carbono (CO2). Como el tamaño de las moléculas de ambos componentes es diferente, se consigue la separación de éstas en dos flujos. A partir de aquí, la corriente de metano, con una concentración superior al 98%, se envía a la unidad de regulación y control para su posterior inyección en la red de gas.

Marco regulatorio para el biometano

En la última cumbre climática de Glasgow se firmó un compromiso por parte de más de 100 gobiernos, incluido el español, para reducir este tipo de emisiones. “Destinar a segundos usos energéticos los residuos orgánicos del ganado ayudaría, en gran medida, a aliviar las secuelas medioambientales derivadas de su actividad”, señaló Ignacio Soneira, director general de Axpo.

El primer espada de la comercializadora aprovechó el acto de inauguración de estas instalaciones para reclamar la ayuda de las administraciones locales y autonómicas “en facilitar e incentivar este tipo de proyectos, que ya han demostrado su viabilidad tecnológica y su eficacia”, y para pedir un marco regulatorio “que permita crear un mercado propio de biometano en nuestro país, sin necesidad de comercializar esta energía verde fuera de nuestras fronteras”, afirmó.

Un apoyo que, sin duda, ayudará al despliegue de un sector que ha tenido un desarrollo prácticamente testimonial, con tan solo 5 plantas de biometano en explotación, en comparación con otros países de Europa, como Francia y Alemania, donde el número de plantas supera las 300 y 240, respectivamente. Según GASNAM, antes de que acabe 2022 España contará con 12 plantas de biometano en explotación y habrá otras 30 en proyecto. Las previsiones para 2024 arrojan la cifra de 64 plantas de biometano en explotación, que generarán una potencia total de 2.077 GWh/año frente a los 162 GWh/año actuales.