Las sanciones al crudo ruso no afectarán al suministro de España

La capacidad y flexibilidad del sistema de refino español evitarán problemas de suministro en el país, al ser capaz de refinar crudos de distintas procedencias.

El pasado 5 de diciembre entraba en vigor el embargo europeo a todas las importaciones de petróleo ruso transportado por mar, una medida que afectará al 90% de todo el crudo que el país envía a Europa, es decircon las, unos 730 millones de barriles anuales. El embargo también afectará a la importación de derivados de petróleo ruso a partir del 5 de febrero.

Esta medida, cuyo objetivo es reducir la capacidad económica de Rusia para financiar sus operaciones militares en Ucrania, ha coincidido en el tiempo con la puesta en marcha del veto de la UE -junto a los países del G7 y Australia- a transportar crudo ruso por vía marítima a terceros países vendido a un precio superior a 60 dólares el barril, medida con la que también se pretende minar las ganancias de Rusia.

El acuerdo incluye un mecanismo de revisión cada dos meses para conseguir que el tope se mantenga un 5% por debajo del precio que tenga en el mercado. Asimismo, existe un período de liquidación de 45 días para el crudo ruso comprado por encima del tope, siempre que se haya cargado antes del 5 de diciembre de 2022 y sea descargado antes del 19 de enero de 2023. Los precios de los productos derivados del petróleo también tendrán un precio máximo a partir del 5 de febrero, cuyo importe se anunciará en las próximas semanas.

Una de las primeras consecuencias de esta medida, ha sido el atasco que sufrieron cerca de una veintena de cargueros en aguas de Turquía a primeros de diciembre, a la espera de que las autoridades del país comprobaran que las embarcaciones contaban con los seguros pertinentes para poder cruzar, ya que estos solo se conceden a los barcos que transporten crudo al precio máximo de 60 dólares.

Aunque esta medida de control existe desde hace veinte años en el país, Turquía decidió intensificarla el pasado 1 de diciembre ante el temor de que los seguros expedidos no fueran válidos y que nadie se responsabilizara de los costes en caso de accidente en esta ruta. La puesta en marcha de las sanciones al crudo ruso, no solo está afectando a las flotas europeas, también está obligando al comercio global a adaptarse, ya que parte de los cargueros trabaja con aseguradoras del viejo continente.

Como cabía esperar, el tope al precio del petróleo ruso no ha sido del agrado de Moscú. El Gobierno de Putin acaba de publicar un decreto prohibiendo las exportaciones de crudo -que entrará en vigor el 1 de febrero- así como de los productos asociados -con fecha aún por determinar- a los países que se sumen a esta medida, y ha decidido reorientar sus exportaciones al mercado asiático.

Precisamente, días antes de que entrara en vigor la medida del tope al petróleo ruso, China aprovechaba los bajos precios a los que cotizaba el oro negro ruso para incrementar las compras de este combustible fósil; aunque, al parecer, según los expertos, el país ha moderado sus compras.

Esta no es la primera vez que el gigante asiático hace acopio de combustible ruso. En la primera parte del año las importaciones de este combustible fueron tan elevadas, que el país que dirige Vladimir Putin se convirtió en el primer suministrador de gas de China por delante de Arabia Saudí.

India también se ha convertido en otro de los destinos favoritos de los cargamentos de petróleo ruso. Según informa Reuters por fuentes del sector, el crudo de los Urales en los puertos indios, incluido el seguro y la entrega por barco, se ha vendido en diciembre por debajo del coste de producción total, incluidos los gravámenes locales.

España no tendrá problemas de suministro

La pregunta que muchos se hacen es cómo afectarán a España las sanciones impuestas a Rusia. Según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), “las medidas adoptadas podrían tener impacto en los precios que marque el surtidor, pero no en la seguridad de suministro de nuestro país”.

Desde la Asociación explican el grado de dificultad de hacer previsiones “dada la inestabilidad y volatilidad de los mercados, ya que la evolución de los precios depende de muchos factores”. A este respecto, citan como ejemplo el mes de octubre, “donde se esperaba una notable subida de los precios dado que la OPEP acordó recortar la producción en dos millones de barriles diarios y, pese a las previsiones, lo que se ha producido es un descenso por el menor crecimiento económico y, por tanto, menor demanda de crudo”.

En este sentido, desde AOP afirman que “habrá que prestar atención a la evolución de las cotizaciones internacionales, en especial las de la gasolina y el gasóleo, ya que son las que más influyen en el precio final del combustible con el que se llena el depósito”.

En lo que sí se reafirma la Asociación es que España “no tendrá problemas de suministro, ya que tenemos un sistema de refino único en Europa, por su capacidad y flexibilidad, tal y como también ha reconocido el Gobierno en el Plan +Seguridad Energética. Esto significa que somos capaces de refinar crudos de distintas procedencias y de muy distintas calidades”.

Según los últimos datos de Cores, en el mes de septiembre España no importó crudo ruso. Se importaron 35 tipos de crudo originarios de 20 países. Esto ha sido posible, añaden desde AOP, “gracias a las inversiones de casi 7.000 millones que ha hecho nuestra industria en mejorar las instalaciones en nuestro país. No es el caso de Europa, que ha perdido un 9% de su capacidad de refino por disminuir dichas inversiones”.