Ha llegado el momento de dejar atrás los gases fluorados
Las empresas tecnológicas hemos avanzado proactivamente y estamos preparadas para apoyar esta importante transición, hacia una infraestructura sostenible y digital, tan necesaria y urgente
La Comisión Europea ha lanzado recientemente un nuevo paquete legislativo para dejar de usar los gases fluorados de efecto invernadero. Con esta propuesta, la UE expone formalmente una necesidad y es que, si queremos que nuestra electricidad sea realmente sostenible, los gases fluorados deben quedar atrás de forma rápida y definitiva. Entre ellos, el hexafluoruro de azufre (SF6).
Los gases fluorados son gases de efecto invernadero (GEI) producidos por el hombre, que han demostrado tener una gran huella de carbono, lo que contribuye al calentamiento global. Se utilizan en muchas aplicaciones industriales, como equipos de refrigeración y aire acondicionado, aplicaciones médicas y equipos eléctricos. En concreto, el SF6 es el GEI más potente, y tiene un potencial de calentamiento global 23.500 veces superior al del CO2. Esto no es ninguna novedad, ya que el Protocolo de Kioto, en 2005, ya identificaba el peligro que supone este gas para el Planeta y limitaba sus emisiones.
A pesar de esto, el SF6 se ha ido utilizando durante décadas en los equipos de media tensión (MT) por sus prácticas funcionalidades: no es tóxico, es estable, fiable, y cuenta con un alto rendimiento para el aislamiento eléctrico y la interrupción eléctrica. Pero no podemos seguir ignorando su impacto ambiental. Pensemos que hay más de 30 millones de celdas de media tensión instaladas en todo el mundo, que casi todas ellas usan SF6, y que la electrificación de nuestro panorama energética no hará otra cosa que seguir incrementando la necesidad de celdas de MT.
Los gases fluorados, de hecho, ya están regulados en Europa, pero no para todas las aplicaciones. El SF6, en particular, ya ha sido prohibido, excepto en aquellos sectores en las que había pocas alternativas adecuadas, como en el sector eléctrico. Y ¿por qué ahora vamos a dejarlo atrás definitivamente? Simplemente, porque ya podemos hacerlo. Ya tenemos alternativas sostenibles y funcionales.
La alternativa tecnológica que lo hace posible
En realidad, la última propuesta política de la UE aportará muchas más ventajas que inconvenientes a todos los actores del sector, que hemos acogido positivamente estas últimas medidas. Ya no existe una barrera tecnológica en las instalaciones eléctricas de MT que nos impida dar el paso.
Algunas empresas del sector quisimos avanzarnos proactivamente a la legislación, hace años, creando una alternativa al SF6, que ya está consolidada y probada en empresas y entidades de todo el mundo. Una alternativa tan sostenible como el aire puro y la tecnología de corte en vacío. Las instalaciones de MT sin SF6, que utilizan aire puro en lugar de SF6, tienen las mismas capacidades y funcionalidades que las instalaciones de distribución tradicionales, pero con menos huella ambiental.
Es una tecnología que incorpora toda la conectividad y la sensórica necesaria para aportar inteligencia a la red, Además, contribuye a la economía circular, ya que no requiere tratamiento ni reciclaje especial al final de su vida útil y además cuenta con un nuevo mecanismo de funcionamiento de alto rendimiento, CompoDrive, que multiplica 10 veces la resistencia mecánica de los mecanismos convencionales. Muchos sectores se verán afectados por la nueva propuesta de la UE, pero en la situación actual creo que este cambio representa más una oportunidad que una desventaja. Por ejemplo: los edificios, tanto comerciales como industriales, ya están sujetos a estrictas normas de sostenibilidad. El uso de equipos sin SF6 es una oportunidad para cumplir con estos objetivos y para trabajar para conseguir certificaciones sostenibles, como la LEED. Además, los edificios ya están pasando de BT a MT para soportar la carga rápida de vehículos eléctricos, por lo que podrían empezando ya siendo sostenibles. Y si hablamos del sector de los centros de datos, que son uno de los tipos de edificios que más energía consumen, una innovación tecnológica, como la celda sin SF6, puede representar una gran ayuda para reducir su huella de GEI.
Y si pensamos en otro ámbito de aplicación, como la Red Eléctrica, aquí ya nos encontramos en pleno proceso de descarbonización de toda la cadena de valor de la electricidad, no sólo de la generación. El sector de la distribución eléctrica tiene la oportunidad -y la responsabilidad, ahora- de ofrecer infraestructuras y equipos que ayuden a apuntalar la transición energética. El transporte sostenible de la electricidad es un elemento esencial. Junto con la generación de electricidad descarbonizada gracias a la energía renovable, ahora es vital hacer lo mismo en otros ámbitos de la red eléctrica que tienen un amplio margen de mejora.
Durante más de 50 años, el SF6 ha contribuido de manera segura y eficiente en las instalaciones de la red eléctrica. Ahora es el momento de mirar hacia adelante y elegir una alternativa más sostenible. Y ¿qué hay más sostenible que el aire puro? Las empresas tecnológicas ya hemos avanzado proactivamente en este sentido y estamos preparadas para apoyar esta importante transición, hacia una infraestructura sostenible y digital, tan necesaria y urgente.