‘Ecovoltaica’: el criterio de excelencia para un futuro verde más justo

La energía solar fotovoltaica irrumpe como la joya de la corona de las renovables al ser considerada la forma más barata de producir energía limpia. Una energía renovable, no concentrada y que genera empleo es beneficiosa para todos los actores implicados, pero se puede ir más allá. Es cada vez más palpable que respetar el ecosistema y contar con la confianza de la comunidad en las prácticas operativas no se debe dar nunca por sentado. En este cambio de paradigma, la creación de valor compartido a través de estándares máximos de sostenibilidad es clave para el futuro de las renovables.

“España debería construir un conjunto solar masivo para suministrar energía a toda Europa”. Con estas declaraciones en Twitter el magnate estadounidense y CEO de Tesla, Elon Musk, llamaba la atención del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sobre el potencial de la energía fotovoltaica en España. Musk, conocido por su oposición a muchas iniciativas no sostenibles, aprovechaba la coyuntura de crisis energética actual para instar a la península a volcar esfuerzos para invertir en renovables, concretamente en la energía fotovoltaica. En este contexto disruptivo, los desarrollos fotovoltaicos de todo tipo son necesarios para garantizar la transición energética. Ante este panorama, es imprescindible recordar que el camino debe construirse sobre los valores de la sostenibilidad y el bienestar social. Los responsables de estos innovadores proyectos deben comprometerse en generar negocio de manera que repercuta en un impacto positivo directo sobre los principales agentes locales como beneficiarios prioritarios de estos desarrollos. Este foco en la sostenibilidad como práctica integral en toda la cadena de valor es una aspiración cada vez mayor para las grandes compañías de renovables.

Un ejemplo de estos estándares de calidad para plantas fotovoltaicas es Soltec. La empresa de origen murciano cuenta con dos divisiones de negocio cuyo pilar radica en dos valores: la sostenibilidad y la innovación. Soltec los impulsa mediante la producción de tecnología de seguimiento solar y la construcción de plantas fotovoltaicas y el desarrollo de proyectos fotovoltaicos a través de su división de desarrollo, Powertis.

Bajo la premisa de impulsar un futuro verde, Soltec anunció la creación de un nuevo concepto que aspira a superar aquellos oficiales. Bajo el nombre de ‘ecovoltaica’, la compañía, liderada por Raúl Morales, lanzó al mercado un nuevo estándar para garantizar el cumplimiento de nuevos criterios que minimizarían el impacto de los parques fotovoltaicos en el ecosistema e impulsarían la riqueza socioeconómica en el entorno social.

El desarrollo sostenible de plantas fotovoltaicas, bajo el concepto ‘ecovoltaica’ ideado por Soltec, nace con el objeto de cumplir con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y alinearse de esta forma con el consenso mundial y el sentimiento de urgencia de la transición energética.

Las plantas que generan energía y que cumplen con el criterio de la ‘ecovoltaica’ trabajarán bajo cuatro pilares fundamentales: la economía circular, la excelencia socioeconómica, el mantenimiento de la biodiversidad y la compensación de la huella de carbono. Además de evaluar el impacto de las plantas y del conjunto con otros proyectos en el área de influencia o reducir el impacto visual integrándose en el ecosistema o delimitar el área de ocupación, estas plantas destinan espacios a la reforestación y otras actividades agropecuarias, además de fomentar el desarrollo de la biodiversidad. Por otro lado, con ‘ecovoltaica’ Soltec impulsa el desarrollo local creando ofertas de empleo y apoyando en la formación de los trabajadores, así como compensando a los vecinos con una bonificación de hasta un 1% de la energía producida por la planta.

Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) es necesario triplicar la inversión en energías limpias para alcanzar la neutralidad de carbono con cero emisiones en 2050. Los datos urgen a todos los actores implicados a poner en marcha medidas para lograr la transición energética cuanto antes, no solo ya respetando el medioambiente, sino también garantizando la aceptación de las localidades en las que se desarrollan los proyectos. Ante este contexto, la UNEF ha llamado a las empresas de energía solar fotovoltaica a no solo perseguir licencias industriales, sino también sociales para poder operar. La aceptación y la tolerancia de la actividad comercial a través del diálogo son claves para el futuro de las energías renovables.

“Ecovoltaica nació el año pasado como una respuesta a una preocupación social cada vez más latente. La energía solar fotovoltaica es la energía renovable más barata, lo que supone una solución clara a la crisis de la energía que atravesamos y pone en nuestros hombros el deber de liderar la transición con urgencia. Pero no podemos olvidar que los objetivos marcados debemos alcanzarlos con cabeza, maximizando el beneficio económico, social y medioambiental de los actores que hacen posible nuestros desarrollos en sus comunidades”, explica Raúl Morales, CEO de Soltec.

El concepto de ‘ecovoltaica’ eleva el protagonismo de los impulsores de los grandes desarrollos a favor de la transición energética como Soltec; incluyéndolos a todos en el emocionante camino del cambio. Un cambio de filosofía que algunas empresas han decidido liderar para un futuro más justo y que es ya una realidad cada vez más cercana.