El sector aplaude que la subasta incluya pequeñas instalaciones fotovoltaicas

Cree que los 300 MW de capacidad reservada en la nueva subasta de renovables para instalaciones FV de generación distribuida, permitirá la incorporación de nuevos actores al sector de las energías limpias. Desde el sector también reclaman la celebración de subastas específicas para otras tecnologías

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha convocado, para el próximo 19 de octubre, una nueva subasta de renovables de 3.300 MW, de los que 1.500 MW se han reservado a proyectos eólicos, 700 MW a instalaciones solares fotovoltaicas y 200 MW serán tecnológicamente neutros. Toda la potencia subastada tendrá que estar en funcionamiento antes del 30 de junio de 2024. La primera subasta de renovables se celebró el 26 de enero pasado y adjudicó 3.034 MW eólicos y FV a unos 25 euros/MWh.

Como novedad, la subasta prevé una reserva de potencia de disponibilidad acelerada de 600 MW para plantas eólicas o fotovoltaicas en avanzado estado de tramitación, que deberán estar operativas el 30 de septiembre de 2022. También está prevista la licitación de 300 MW para instalaciones FV de generación distribuida con carácter local, de potencia menor o igual a 5 MW, en cuya adjudicación se tendrán en cuenta elementos como la población próxima al emplazamiento o la participación ciudadana en las instalaciones.

Una vez conocidos los detalles de la nueva subasta, desde elEconomista Energía hemos querido testar la opinión del sector. A este respecto, desde Appa Renovables reclaman la inclusión de tecnologías renovables gestionables como la biomasa en futuras convocatorias de las subastas. La Asociación de Empresas de Energías Renovables argumenta que la fortaleza de las renovables reside en la complementariedad y, por tanto, “debemos evolucionar hacia un modelo equilibrado, especialmente cuando los precios de los combustibles fósiles hacen competitivas todas las opciones renovables disponibles”.

Fundación Renovables, por su parte, considera que la inclusión de 300 MW destinados a fotovoltaica para instalaciones de generación distribuida con carácter local en la nueva convocatoria, “es una buena oportunidad para fomentar la diversificación e incorporar a nuevos y pequeños actores en el sector renovable, además de ser una vía de entrada a la ciudadanía para ser parte de la transición energética, ya sea a través de las comunidades energéticas o de otras iniciativas participativas de generación distribuida”.

Sin embargo, muestra su preocupación con el cupo de 600 MW de disponibilidad acelerada para fotovoltaica y eólica “por el rechazo social que están sufriendo en muchas comarcas de la geografía española”. Desde Fundación Renovables, creen que esto podría suponer “una cierta relajación en las exigencias administrativas durante la tramitación y en las evaluaciones de impacto ambiental para acelerar la instalación, algo que el Gobierno debe aclarar y no menoscabar los criterios medioambientales con el fin de acelerar plazos”. Asimismo, valoran necesaria “la inclusión de criterios socioeconómicos vinculantes para la ordenación del territorio y participación ciudadana en la toma de decisiones”.

La Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), valora que el Ministerio haya reservado en la nueva subasta una capacidad de 300 MW para pequeñas instalaciones fotovoltaicas de generación distribuida. Considera “plenamente acertado” establecer que las instalaciones adjudicatarias de esta reserva no puedan ser “el resultado de la división artificial de iniciativas de potencia superior, ni encontrarse a una distancia inferior a 500 metros de otra instalación adjudicataria de esta misma reserva propiedad de la misma sociedad o grupo de sociedades”.

Al tratarse de la primera convocatoria para este tipo de iniciativas de pequeña dimensión y dado el breve plazo de tiempo desde el anuncio de la subasta hasta su celebración, “este volumen de potencia parece adecuado”, señalan desde Anpier; sin embargo, afirman que “sería deseable que se incrementara en las siguientes convocatorias, se anunciara con un plazo mayor de tiempo y se fomentará la modalidad de productor -pyme o comunidad local-, dadas las ventajas que ofrece en los territorios a los entornos naturales, al sistema eléctrico y a la sociedad”.

Mayor avance en los proyectos

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) considera que los volúmenes que se van a subastar de eólica “no son suficientes” para cumplir con los objetivos del PNIEC, de ahí que pidan favorecer la financiación de instalaciones mediante la modalidad de contratos de compra de energía a largo plazo (PPAs). De hecho, señalan, con la subasta de enero y la que viene en octubre, “sólo se han garantizado, hasta 2024, 2,5 GW de los 12 GW necesarios para alcanzar el objetivo de 2025”. Asimismo, otro aspecto importante a mejorar para asegurar que las instalaciones adjudicatarias de las subastas se lleven a cabo, “es acelerar la tramitación de proyectos y coordinar competencias”.

La asociación eólica ha solicitado al MITECO que se revise el diseño de las próximas subastas, otorgándose todo el cupo anual previsto en el PNIEC de cada tecnología en subastas específicas para cada una de ellas, “ya que no es un diseño eficiente desde un punto de vista de ahorro para los consumidores, ni desde el punto de vista de la consecución de los objetivos de reducción de emisiones del PNIEC y la Ley de Cambio Climático”, afirma.

La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) se congratula de que el Miteco haya recogido algunos puntos de las alegaciones que presentó en el período de información pública de la subasta, como la fórmula del crowdfounding para ampliar el impacto social positivo de las instalaciones. Asimismo, señala que, además de recogerse en la propuesta de resolución la reclamación de destinar una parte de la capacidad para proyectos de generación distribuida, “ahora también se ha aprobado permitir la participación local en la financiación además de en el capital, ampliar el coeficiente de tamaño máximo de la instalación hasta 1 kW por habitante y ampliar los plazos de la reserva de disponibilidad acelerada y los de FV estándar”.

No obstante, desde UNEF creen conveniente que, en la subasta del 19 de octubre, “se incremente la cantidad asignada a la fotovoltaica en 1.500 MW, se convoque a la mayor brevedad una subasta específica para esta energía y otra específica para almacenamiento, con un mínimo de 500 MW”.

La Asociación Española de Baterías y Almacenamiento (Aepibal) solicita al Ministerio la organización de subastas específicas para instalaciones renovables con baterías “como la solución más eficiente para el despegue del almacenamiento en nuestro país”. Asimismo, desde Aepibal quieren dejar claro que todas las propuestas que la asociación ha conocido de empresas ganadoras de proyectos en la anterior subasta que han estudiado la posibilidad de acogerse al incentivo propuesto entonces para introducir soluciones de almacenamiento, “han desistido de hacerlo por la inviabilidad de rentabilizar la inversión necesaria sin un incentivo mayor por parte del licitador”.

En este contexto, la asociación pide mayor claridad en dos apartados: “por qué no se mejora el incentivo propuesto a los activos gestionables, dada la poca efectividad del incentivo de la primera subasta y por qué se mantiene un ratio de almacenamiento a instalar tan elevado, equivalente a la potencia firme instalada por dos horas, lo que multiplica la inversión necesaria sin que tal requisito parezca ser técnicamente indispensable”.

Nuevas subastas para termosolar y biomasa

Además de la subasta que tendrá lugar en octubre, el Gobierno tiene previsto celebrar, antes de que acabe el año, otra subasta para un mínimo de 200 MW de solar termoeléctrica, 140 MW de biomasa y 20 MW para otras tecnologías.

El sector termosolar está “expectante” ante la inminente publicación de los parámetros que diseñen esta “esperada subasta” que permita aportar respaldo y fiabilidad al sistema eléctrico minorando las necesidades de importar combustibles fósiles. Desde la Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (Protermosolar) esperan que la subasta termosolar “permita la hibridación con otras tecnologías, principalmente fotovoltaica y biomasa, y reconozca la alta inversión inicial en el plazo máximo de entrega”.

Respecto a las reservas mínimas, previstas en 200 MW, la asociación cree que deben ser “concordantes con el tramo de oferta indivisible máximo para evitar diseños erróneos de la subasta que resulten en capacidad no adjudicada”. Asimismo, y pese a la gestionabilidad de la tecnología termosolar, “es necesario exigirle un funcionamiento concreto y estable cuando el sol no brilla, ajustando proporcionalmente la exposición a mercado, ya que no se buscan arbitrajes de precios, sino respaldo nocturno para reducir la dependencia de combustibles fósiles como el gas”, señalan desde Protermosolar.

APPA Biomasa califica de “buena noticia” la celebración de una próxima subasta de biomasa; no obstante, señala que el hecho de que la potencia a subastar sea de 140 MW cuando en la anterior subasta se licitaron 200 MW, “está muy alejada no solo de los proyectos que el sector planea desarrollar tras seis años de ‘sequía’, también porque para alcanzar el objetivo 2030 asignado a la biomasa en el PNIEC es necesario que la práctica totalidad de MW salgan a subasta antes de 2025”.

Ante la proximidad de la convocatoria, Appa Biomasa pide al Ministerio que tenga en cuenta algunas de sus propuestas. Por ejemplo, que el plazo de entrega de energía se establezca en 25 años -al igual que en la subasta previa- para conseguir precios de la energía competitivos; que el valor de los coeficientes de ajuste de mercado sea cero, para instalaciones 100% gestionables como la biomasa, pues lo contrario las penaliza; y que se implemente un mecanismo para diferenciar entre proyectos de potencia igual o inferior a 20 MW y proyectos de más de 20 MW.