El acero confía en el hidrógeno verde para descarbonizarse

El sector siderúrgico se ha comprometido a alcanzar la neutralidad climática antes de 2050. Una de las tecnologías que hará que esta transición sea un éxito es el hidrógeno, un vector energético que sustituirá los combustibles utilizados hasta ahora en los procesos productivos de la industria del acero.

La industria siderúrgica española es uno de los sectores industriales que más progresos está consiguiendo en su camino hacia la descarbonización. En noviembre de 2019, las empresas asociadas a Unesid, se comprometieron a transformar sus operaciones industriales para alcanzar la neutralidad climática antes de 2050, planteando un modelo de negocio sostenible que combine la digitalización con el avance en soluciones ambientales.

Una de las tecnologías que hará que esta transición sea un éxito es el hidrógeno, un vector energético que reemplazará los combustibles que hasta ahora han acompañado los procesos productivos de la industria del acero.

Desde el sector tienen claro que su implantación requerirá de cuantiosas inversiones y cambios sustanciales en el desarrollo de las operaciones, por lo que consideran necesario que exista “un marco regulatorio integral y sólido que permita un desarrollo ordenado de esta tecnología y dé seguridad jurídica a los inversores”, tal y como explicó Andrés Barceló, director general de Unesid, durante un encuentro organizado por la Asociación hace unas semanas. Además, para poder hacer frente a la demanda industrial prevista, las empresas necesitarán disponer de “un suministro suficiente y estable en sus fábricas a un precio competitivo”, puntualizó el presidente de Unesid, Bernardo Velázquez.

Actualmente, producir 1 kilo de hidrógeno gris cuesta entre 1 y 2 euros, pero en el caso del hidrógeno verde -ya sea por electrólisis o por biometano-, el precio está en el entorno de los 3,5 a 6 euros, manifestó Teresa Rasero, presidenta de Air Liquide España, durante su intervención en la jornada de Unesid. En 2017, esta compañía ya tenía más de 35 electrolizadores en funcionamiento en todo el mundo para distintas aplicaciones industriales. El pasado año, Air Liquide arrancaba el proyecto PEM más grande del mundo en Canadá y, recientemente, ha presentado la ampliación de otro proyecto para construir un electrolizador PEM en Normandía de 200 MW, con el que esperan producir 30.000 toneladas al año de hidrógeno verde.

Iniciativas en marcha

A través de su filial EnaGasRenovable, el Gestor Técnico del Sistema Gasista español tiene en despliegue más de 30 proyectos de hidrógeno en España, con más de 50 socios, que cubren todos los usos y sectores contemplados en la Hoja de Ruta del Hidrógeno, aprobada por el Gobierno en octubre del año pasado, lo que demuestra la implicación de Enagás en la nueva era del hidrógeno renovable, tal y como explicó Jesús Gil, director de Innovación y Gases Renovables de Enagás en la jornada organizada por Unesid.

Con el objetivo de impulsar el hidrógeno renovable en España, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, anunciaba la pasada semana en Genera dos programas de ayudas para el hidrógeno verde, que saldrán a audiencia e información pública en los próximos días, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la movilización de los fondos europeos Next Generation.

Enagás también se ha embarcado en la European Hydrogen Backbone, una iniciativa que proyecta una red de hidrógeno de casi 40.000 kilómetros para 2040, conectando 19 Estados miembros de la Unión Europea, además del Reino Unido y Suiza, que requerirá adaptar la infraestructura gasista existente para conectar los puntos de oferta y demanda de hidrógeno, y permitirá transportar grandes volúmenes de este gas a larga distancia, con un coste estimado de 0,11-0,21 €/kg de hidrógeno por cada 1.000 kilómetros.

El director general de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Manuel García, señaló durante su intervención en la jornada de Unesid, la necesidad de que la industria se acoja a la Hoja de Ruta del Hidrógeno del Gobierno, dentro de la apuesta por el hidrógeno renovable que ha adoptado el país, entre cuyos objetivos incluye tener entre 300 y 600 MW de electrolizadores en funcionamiento en 2024, alcanzar una potencia instalada en electrolizadores de 4 GW en 2030, así como que el 25% del consumo de hidrógeno industrial sea de origen renovable en 2030.

Concretamente, la Hoja de Ruta prioriza la sustitución del hidrógeno gris allí donde se consume por hidrógeno verde, de manera que se pueda conseguir que una parte de las 500.000 toneladas de hidrógeno gris que se consumen actualmente en España, el 70% de las cuales proceden del sector siderúrgico, sean de origen renovable.

Entre las oportunidades que el hidrógeno renovable ofrece al sector siderúrgico, el director general del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) señaló su aplicación para usos térmicos, sustituyendo al carbón de coque en los altos hornos, lo que ayudará a eliminar las emisiones de contaminantes o GEI a la atmósfera al tratarse de procesos difícilmente descarbonizables; su contribución a desarrollar y fortalecer las cadenas de valor de la economía del hidrógeno, alimentando la demanda del sector siderúrgico y aumentando la diversificación de offtakers; así como potenciar la I+D+i energética española, especialmente en sistemas y bienes de equipo que utilicen hidrógeno renovable, lo que favorecerá la resiliencia de las empresas del sector siderúrgico.

En el evento organizado por Unesid, Martin PEI, vicepresidente ejecutivo y CTO de SSAB, uno de los fabricantes de acero más grandes del mundo, explicó el estado actual del proyecto HYBRIT en Suecia. Esta iniciativa, de la que también forman parte el productor de mineral de hierro LKAB y la compañía eléctrica Vattenfall, y que ha contado con el apoyo financiero de la Agencia Sueca de la Energía, tiene como objetivo producir acero libre de emisiones.

Para ello, el consorcio creado a tal efecto ha construido una planta piloto para la producción de hierro esponjoso libre de fósiles con el que pretende eliminar las emisiones de CO2 en la cadena de valor de la producción de hierro y acero, reemplazando el carbón con electricidad e hidrógeno verde.

La construcción de la planta comenzó en junio de 2018 y fue inaugurada en agosto de 2020, momento en que inició las operaciones de prueba. En junio de este año conseguía la primera producción de este tipo de acero, cuyas primeras entregas se han realizado en agosto al Grupo Volvo que, a mediados de octubre, presentó el primer vehículo del mundo que utiliza acero libre de fósiles.

El plan es escalar esta tecnología y construir una planta híbrida en Suecia que produzca 1,35 millones de toneladas de hierro esponjoso.